'Por la cara': Gordas esperanzas
Hubo un tiempo, cuando no le conocía su madre, en el que un tal Seth Gordon se ganó, y con razón, el respeto de la irrespetuosa -tiene mérito el asunto- comunidad freak. Cuando parecía que el videojuego y el cine (las dos industrias más potentes del entretenimiento) se verían avocados a un divorcio eterno, aparecieron unos outsiders que demostraron justo lo...