Sitges 2018 - Parte IV
El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges cumple 51 años. De ocho en ocho. Brevemente, y de ocho en ocho.
'Animal' - Buen thriller dramático que como suele pasar con buena parte de los filmes producidos con expectativas comerciales, acaba ofreciendo menos de lo que prometía al principio. En cualquier caso, está lo suficientemente bien respaldado por cuestiones de dudosa moralidad como para dejarse ver con atención hasta un plano final de los que dejan huella. ******
'Khook (Pig)' - Después de 'A Dragon Arrives!' Mani Haghighi se viene arriba, demasiado arriba y se casca un Jafar Panahi en toda regla... pero sin la pericia del mencionado Panahi para resultar ameno o interesante, según se prefiera. Se supone que es y/o parece que es una mezcla de sátira y thriller, pero ni hace gracia ni hay suspense... ni en realidad hay gran cosa, salvo el propio Mani Haghighi (para que luego digan de Von Trier) y su madre. *****
'¿Estamos solos?' - Una buena premisa cuyo desarrollo se guarda una sorpresa, o un giro bien entrado su metraje que no le sienta del todo bien a lo que hasta entonces, era un más que correcto relato de afecto entre desconocidos al borde del fin del mundo. A veces es mejor contar bien una historia, por sencilla o que previsible que pueda ser, que jugar a ser Dios con tu propia propuesta. Apreciable, formalmente bien hecha pero con un regusto amargo (involuntario). ******
'Freaks' - A la ópera prima de los canadienses Zach Lipovsky & Adam Stein le ocurre algo parecido a '¿Estamos solos?', amagando con ser algo distinto a lo que prometía al principio. No obstante, en la película de Reed Morano se aprecia una voluntad narrativa fruto de una decisión artística que en 'Freaks', sin embargo, parece la consecuencia de un intento por llamar la atención de Hollywood. Al final mucho follón, ruido, destrucción y efecto visual para un filme tan vacío y contradictorio como molón, todo ello de forma distraída pero harto gratuita. *****
'Un couteau dans le coeur' - La segunda película como director de Yann Gonzalez es casi tan mala como la primera. El tipo de película de la que te acabas saliendo para irte a un bar a ver un partido de fútbol, pongamos que entre el Real Zaragoza y el Osasuna, por decir uno a voleo... y sin ningún cargo de conciencia, eh. ***
'The Outlaws' - Notable thriller Made in Korea con el que resulta muy fácil conectar a poco que seas afín al género/país. Una de gángsters a la que no le sobra ni le falta nada en particular, siquiera esas armas de fuego que brillan -de verdad- por su ausencia. Una sólida y muy completa muestra de lo que son capaces de ofrecer por aquella parte del mundo. A recordar, el personaje e interpretación de Ma Dong-Seok. *******
'Dragged Across Concrete' - S. Craig Zahler lleva tres de tres, a cada cual más y mejor. Con 'Dragged Across Concrete' el director y guionista norteamericano se reafirma en el estilo pausado, delicado, de paciente espera y atento a los pequeños gestos de sus dos anteriores filmes. Un desarrollo en el que prevalecen las inquietudes de los personajes; los tiempos muertos nunca tan poco muertos; el mimo por el detalle rara vez fortuito; el pulso firme en la realización y las interpretaciones; o la elaboración de un suspense que se cuece muy lentamente para explotar como un latigazo de furia abrumadora. La comparación con el Tarantino post-Pulp Fiction es obvia, aunque a su manera. A su propia manera pero con el mismo entusiasmo pre-Jackie Brown. ********
'Tumbbad' - Curiosa y bienintencionada producción de terror de la India cuya falta de contundencia parece fruto de la inexperiencia (o de la falta de costumbre). Nos gana por la atmósfera que genera alrededor de un candil, pero casi nos pierde a lo largo de un segundo acto espeso, monótono y sin chispa. Casi. Por suerte su punto y final es lo mejor. ******
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Pues claro. Los que tenían sentido común han hecho como wancho y ni se han acercado. Los que han ido iban con conocimiento de lo que se podían encontrar sabiendo de quién viene, y por supuesto muchos habrán pagado con gusto. Sino sería como ir a un evento de Yoko Ono y quejarse porque lo que ha hecho te parece una chorrada.
Eso si, se ha visto que el festival no es muy serio, que no es algo malo per se, pero...
Cambiando de tema, me alegra que David Robert Mitchel nos haya vuelto a entregar otro peliculón.
De las tres que ha hecho, para mí es la más redonda. Es de esas películas que además apetece volver a ver para sacarle todo el jugo.