Día 3: El derecho a recordar en España
Generalmente articular la frase "se acaba el fin de semana" genera malestar. Genera malestar porque es redundante, obvia y evidente, pero sobre todo porque evoca a fin de tiempo libre, a la desaparición de la diversión, al cierre del salvoconducto de la rutina... a lunes. Pero si se han fijado en la primera frase de esta crónica, esto pasa "generalmente". No a todo el mundo le pasa. Concretamente, a nadie que asista al Festival de Cine Europeo de Sevilla le pasa, porque en el SEFF que se acabe el fin de semana y que sea lunes no importa. Aquí se acaba el día 3 y empieza el día 4.
La jornada de domingo permitía la asistencia a uno de los trabajos más esperados ajeno a la Sección Oficial: El documental español sobre las familias destrozadas por los crímenes franquistas, de nombre 'El silencio de otros', que resulta un visionado el cual nadie debería olvidar de hacer alguna vez en la vida. La cinta es una devastadora mirada en el tiempo para comprobar una inhumanidad que aún sigue latente. Es imposible no romperse contemplando lo abandonada que dejó (y deja) España a la gente a la que el franquismo destruyó.
Como documental es un ejercicio muy poderoso porque todo el esmero narrativo se da en escuchar a la gente más que en repasar la historia. Esa es la clave de 'El silencio de otros', que escucha más que habla, que atiende más que enseña. Su estela de reconocimiento comenzó en Berlín con el Premio del Público al Mejor Documental y con la reciente nominación a los EFA no ha hecho nada más que alcanzar velocidad. En el horizonte están los Goyas, y después quién sabe, pero desde luego es una imperdible joya de este festival y una revisión salvajemente obligatoria de la conciencia social española.
Desde Valencia llegaba una de las óperas primas que habitualmente regala este festival y que tan buenas sensaciones dejan, como la británica 'Pin Cushion' el año pasado. La elegida era 'El desentierro', un trabajo que funciona mucho más como una demostración de habilidades al rodar un thriller que por ser una buena película. Interesante trabajo el de Nacho Ruipérez, que bebe sorbos del trabajo de Alberto Rodríguez en 'La isla mínima' optando por ser dinámico con planos muy fijos sin perder lo evocativo con algún cenital.
La historia tiene garra, y el reparto se deja la piel para transmitir lo que sienten los personajes (especialmente Michel Noher), pero algunas conexiones en la trama quedan muy expuestas por falta de concreción, quedando un thriller solvente pero sin ningún tipo de brillantez. Destacan también el excelente montaje (muy limpios esos dos tiempos marcados sobre los que se posa la acción) y la música, vehemente y acuciante entre escenas al estilo de 'El Reino' con mezclas de canciones algo folk, como el tema final de Matt Elliott.
Como este año desde El Séptimo Arte se aboga por ser diplomáticos en la medida de lo posible, no se dejará pasar la ocasión de felicitar a Leonardo DiCaprio, que cumplía años el propio 11 de noviembre y al que ya que está el horno encendido, desde aquí se introduce otro bollo en forma de deseo de trabajo europeo para el bueno de Leo. Por soñar que no quede, pero si no queda otra que no atajar y seguir por el regular camino del presente, no importa nada. Día 3 para 4 de SEFF, esto no para.
That's what I say.
Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_
Obra Sin Autor (es una obra de arte).
At War (otra vez brutal Brizé, vaya final más bestia).
El Silencio de Otros (imperdible, impresionante, inolvidable).
Ruben Brandt, Collector (una de las joyas de la temporada. Ocean's Twelve como si fuese animación cubista).
Close Enemies (thriller cojonudo con los tiempos muy bien marcados. Grandes Schoenaerts y Kateb).
Las peores:
Dovlatov (da pereza hasta hablar de ella. Insufrible).
Maya (una de las películas más mal interpretadas que he visto nunca).
Border (la flipada del festival. Se va a la ciencia ficción con un ex abrupto narrativo sorprendente).
The Happy Prince (sodomía gratuita).
Mención Especial a:
Tiempo Después (divertidísima película. Qué canalla es Cuerda).
Michael Inside (drama carcelario muy bien trabajado, sin ningún reproche).
Mektoub, My Love: Canto Uno (Kechiche siendo tan visceral como siempre. Su visión de la juventud es muy pura).
A mí me pareció una soberana mierda.
Es lo que tiene la absurdez.