Un joven se despierta colgado de un árbol tras caer en paracaídas en una isla desconocida y casi desierta. Sus únicos habitantes son unos pocos animales y un gigante silencioso que sigue al protagonista allá donde va...

El viaje de este chico por un paraje extraño da pie a una extraña cinta de animación minimalista y evocadora.... que bien podría ser una larga cinemática de un videojuego más o menos independiente, más o menos alternativo del estilo a 'Shadow of the Colossus' o 'Ico'.

Una cinemática por otro lado tirando a simple y barata, y que a su vez remite a los gráficos de los videojuegos de los 90. Podría ser, ¿por qué no? Pero Gints Zilbalodis se las ingenia para hacer de 'Away' una experiencia narrativa e inmersiva realmente vibrante y deliciosa.

Incluso sin mando ni ningún tipo de interactividad. Sin tampoco una sola palabra, lo que inevitablemente nos lleva a pensar en 'La tortuga roja' o 'Minúsculos: El valle de las hormigas perdidas', por citar otras dos expresivas y características cintas de animación silentes.

Sin prácticamente recursos, en una película realizada completamente en solitario por el citado Gints Zilbalodis, responsable de todos y cada uno de los aspectos de esta producción; desde la dirección, la producción y la animación hasta la composición de la banda sonora.

Todo ello presentado con una sencillez, pureza y pragmatismo audiovisual que una vez vencida la posible reticencia (o prejuicio) inicial, resultan más y más bellos cuanto más nos adentramos y surmergimos en este reflexivo y poco convencional relato de aventuras llamado 'Away'.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex