Bienvenidos a la segunda de las crónicas que iremos dedicando día tras día a la edición número 57 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.

'Get Away' - Nick Frost intenta una vez más emular o recuperar las sensaciones de 'Shaun of the Dead', al igual que tantas y tantas otras comedias de terror de los últimos 20 años -¡Cómo pasa el tiempo!-. Frost nos cae bien, sin duda, pero no es lo mismo sin Simon Pegg a su lado... y sobre todo sin Edgar Wright. A 'Get Away' le falta un buen reparto, un buen guión y una buena dirección que pongan en valor su indudable buena voluntad y mejores intenciones. También mucha más mala leche y violencia gratuita, a poder ser también más inspiradas e incisivas. Así, nos queda "otra" pasable comedia de terror que te apaña la jornada pero que te costará recordar dentro de una semana; más aún en semanas como la de Sitges. *****

'Apocalipsis Z: El principio del fin' - Dentro de un subgénero tan sobrexplotado en los últimos años como el de los zombis, para destacar se requiere de algo más de lo que ofrece esta, por otro lado, voluntariosa incursión patria (que llega un poco tarde a la fiesta, eso sí). Una apreciable incursión que únicamente destaca por su ambientación española. Si es que destaca cuando lo que la define es, de hecho, que no destaca en nada. Se trata de un acercamiento muy correcto y resultón que más allá de algún detalle puntual, carece de algún elemento que personalice un "déjà vu" tan distraído como, a todas luces, concebido de manera demasiado higiénica, superficial y comercial para lo que estamos habituados en un género aquí muy amaestrado (¿o es "streaminestrado"?). ******

'Exhuma' - Durante su primera mitad recuerda mucho a 'El extraño' de Na Hong-jin, si bien dicha impresión atmosférica inicial se va evaporando con el paso de los minutos y su progresivo y relativo estancamiento chamánico. Es cierto que la película nunca le pierde la cara a la historia que quiere contar, pero también que funciona mucho mejor cuando juega a insinuar en lugar de limitarse a mostrar. Esto último es lo que precisamente le pierde un poco: su obsesión "por mostrar" en un tramo final que transforma la sugestión de sus inicios en un efectismo de escaso impacto. Lo que, aun siendo siempre distraída, la reducen a ser una olvidable película del montón con agridulce sabor a decepción. ****** 

'Super/Man: La historia de Christopher Reeve' - Pensar en Christopher Reeve supone pensar automáticamente en Superman. Y en su accidente. Y en su lesión. Al menos los que tenemos una cierta edad. Son inseparables, de aquí a la eternidad. De igual modo que sucede con Michael J. Fox... Y de igual modo que 'La vida de Michael J. Fox', este documental de DC Studios cumple y funciona tal y como se espera que cumpla y funcione, incluso más teniendo en cuenta que la carrera artística de Reeve es bastante más limitada que la de Fox. En cualquier caso, es altamente improbable que este emotivo y eficaz aunque al final un pelín pesado documental no guste y convenza a cualquiera con cierta edad que lo vea por iniciativa propia. *******

'Confession' - Nobuhiro Yamashita va al grano. En menos de 10 minutos el cineasta japonés ya ha desarrollado su sinopsis oficial y planteado su premisa. Una sencilla y escueta premisa de aires teatrales que con sólo dos personajes y un escenario no estira más allá de los 70 y pico minutos. Pero a diferencia de por ejemplo lo que sucede demasiado a menudo con el trabajo de Quentin Dupieux, 'Confession' sí parece y se comporta como una película. Una película sencilla y escueta, directa y efectiva que a punta de cuchillo, hacha o lo que haga falta nos mantiene altamente distraídos con su paranoico juego del gato y el ratón durante todo su metraje. *******

'MadS' - Promocionar una película en virtud de cómo se ha rodado es un arma de doble filo, pues a menudo te hace estar más atento de la técnica que de la historia. En 'MadS' sin embargo ambas cosas van de la mano, siendo en la práctica el resultado de la fusión entre ambas. No habría película de lo contrario. La historia es la técnica. La técnica es la historia. Todo ello servido con mucha, mucha intensidad y acoso musical. Un loco y trepidante plano secuencia de 90 minutos que en parte se siente como una nueva entrega de 'V/H/S', en una irresistible y arrolladora huída hacia ninguna parte que funciona por su fe ciega en un proyecto cuyo visionado, al igual que 'One Cut of the Dead', debería de venir acompañado de algún 'making of'. *******

Continuará...

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex