Sitges 2024 - Parte III
Bienvenidos a la tercera de las crónicas que iremos dedicando día tras día a la edición número 57 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.
'El baño del diablo' - Una mujer se deprime en la Austria rural del siglo XVIII. Esto es en resumen la nueva película de Severin Fiala y Veronika Franz, un drama que se empeñan en posicionar y subrayar como si fuera una de terror folclórico. Sí, y no. Su prólogo lo podría ser, pero el resto de la película, una suerte de versión extendida de dicho prólogo, no tanto... aunque emparentar una cosa con la otra no sea por supuesto una casualidad. Se le reconoce el discurso y se admiten las intenciones, pero Fiala y Franz desarrollan su tesis durante dos horas largas y pesadas de metraje que hacen que este drama se haga, efectivamente, largo y pesado. Por mera reincidencia y empeño reiterativo donde al final es más lo que uno quiera ver que lo que realmente se cuenta: que una mujer se deprime en la Austria rural del siglo XVIII. Fin. ****
'Ick' - ¿Quién hubiera dicho hace 20 años que el responsable de 'Torque: Rodando al límite' se iba a convertir en algo así como la versión norteamericana de Edgar Wright? 'Ick' es otra irresistible y alocada mezcla entre sátira, cine de instituto y ciencia ficción del estilo a 'Castigo sangriento'. Vale, no es perfecta; de hecho, es muy inestable y está repleta de altibajos, como para incluso parecer estar remontada sobre la marcha... pero este cruce entre 'The Blob' y 'The Faculty' para la generación Tik Tok es tan inesperado, estúpido y atropellado que esto se convierte en su principal argumento: Un desvergonzado y altamente disfrutable caos tan absurdo como libre de ataduras que un desatado Joseph Kahn dirige como si aún fuera un caprichoso, travieso y volátil adolescente de juerga hasta el amanecer. *******
'Schirkoa: In Lies We Trust' - Lo mejor que podemos decir de una película de animación como la ópera prima de Ishan Shukla es que, llegado un punto, dejamos de reparar en la técnica para dejarnos llevar por ella. El cineasta indio plantea un look visual con mucha personalidad que no obstante acaba por engullir a la propia película, carente de un guión tan sólido y robusto como lo es su por otro lado inexpresiva animación. Se nota en ese sentido que parte de un cortometraje previo, dando la sensación de ser una expansión forzada que tiene muy claro qué quiere transmitir pero no tanto cómo hacerlo. Así, nos queda un filme llamativo en lo visual pero confuso a nivel narrativo que acaba sumido en esa amarga zona de nadie entre el respeto y la indiferencia. ******
'Escape from the 21st Century' - El debut en solitario de Li Yang podría describirse, así a bote pronto, como un cruce entre el Edgar Wright de 'Scott Pilgrim contra el mundo' y el cine de Stephen Chow. Con sus mismos pros y contras, con el amor por el absurdo y el exceso como idolatrada forma de ser y vida. Tanto que su creatividad un tanto infantil puede llegar a cansar, siendo que hasta la película parece acabar cansándose de sí misma en más de un momento. Y es que es tal su impetú y frenesí que es difícil mantener la intensidad y la diversión constantes de principio a fin; máxime, cuando hablamos de una tontería espasmódica y multigenérica que abarca más de lo que puede apretar de una manera tan jovial y simpática como extenuante. *******
'La sustancia' - Si respetas el equilibrio, ¿qué podría salir mal? No se puede decir que la segunda película de Coralie Fargeat sorprenda a nivel argumental, como sin ir más lejos tampoco lo hacía la primera. Pero al igual que 'Revenge', si 'La sustancia' funciona no es porque sorprenda, sino por la agresiva convicción y corrosiva contundencia con la que abraza exactamente lo esperado. Aun a pesar de un clímax tan desafiante, excesivo (e inolvidable) en el que a Fargeat casi se le va la película. Casi pero no, siendo que al igual que 'Revenge' su enérgica solidez la eleva por encima de su condición de "cine de explotación", en este caso de "horror corporal" para convertirse en una obra incómoda de una manera tan excitante como icónica para, eso sí, quien se lance a sus brazos con la misma determinación cronenbergiana que ella. ********
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Lo es. No se como no se me había ocurrido antes.
Siempre es un placer, por algo repetimos año tras año.