Sitges 2024 - Parte IV
Bienvenidos a la cuarta de las crónicas que iremos dedicando día tras día a la edición número 57 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.
'Rich Flu' - La (fallida) reválida del director de 'El hoyo', quien cinco años después mucho me temo seguirá siendo el director de 'El hoyo'. Sirva una muestra de su torpeza dramática: el supuesto motor de la intrahistoria, la hija de Mary Elizabeth Winstead y Rafe Spall, nunca interactúa con ellos. De hecho sólo tiene tres líneas de diálogo, estando prácticamente de figurante. Y es que toda la película, con un complejo de "salvador blanco" que asusta, queda reducida a ser en esencia un mero MacGuffin, canibalizada y consumida por su evidente diatriba social y política. Hasta el punto de que al final la propia "Rich Flu" de su título acaba dando igual, en una interesante premisa dilapidada por el desinterés de sus responsables en desarrollarla y contar una historia. Esto es, indiferencia genérica, dramática y a la postre, también política. *****
'A Different Man' - Puede que sea por el logo de A24 que las antecede, pero me ha recordado bastante a 'Dream Scenario'; en especial, porque ambas recurren a un ingrediente fantástico tangencial para desarrollar sus respectivas tesis sobre la obsesión por las apariencias. La solidez de ambas es indiscutible en cualquier caso, siendo dos películas en las que todo está rematadamente bien. Es quizá el problema de 'A Different Man', sátira alegórica con claras reminiscencias al cine de los 70 en el que todo es tan fluido y orgánico, en el que todo está tan bien y funciona tan bien que no hay nada que nos impresione o sorprenda. Como si de alguna manera, todo está tan en su sitio y es tan natural que lo notable parece, simplemente, algo normal, cotidiano y casi lo mínimo exigible. *******
'A Desert' - Un neo-noir en el que nada importa y que cuanto más lo piensas menos sentido tiene. 'A Desert' es como la primera versión de la primera película que se hubiera hecho de este estilo, con un sinfin de detalles triviales, gratuitos e irrelevantes que no van a ninguna parte. Están por estar, como el que echa todo lo que tiene a la cazuela y pone el agua a calentar a ver que sale. Así, nos queda una película sosa, plana y rutinaria que podría haber sido concebida por una IA. O peor aún, podría haber sido hecha por un funcionario perezoso. Los ingredientes están ahí, pero falta la receta y los conocimientos que le aporten fundamento, sabor y sobre todo textura al plato. ****
'Spirit in the Blood' - Sobre el papel suena interesante. Y es que lo que se proponía hacer la debutante Carly May Borgstrom, al menos a nivel conceptual, lo es. Pero por desgracia del dicho al hecho hay un gran trecho, y la citada nunca le pilla el punto a su propia historia. Ni el punto ni el tono, ni a su guión ni a su traslación a la gran pantalla. De esta manera nos queda una distracción desconcertante y frustrante que nunca la rompe, por cuanto el potencial de la historia requería de una mano más firme, valiente y decidida para que cuajase; como guionista y como realizadora, siendo que si bien no se puede hablar de una mala película tampoco podemos decir lo contrario. *****
'Bodegón con fantasmas' - Una sencilla pero efectiva antología de cinco historias que transcurren en La Manchuela. 'Bodegón con fantasmas' es una comedia costumbrista sobre la vida y la muerte -entre otras muchas cosas- en la que lo aparentemente surreal se funde con lo cotidiano. Una producción con aroma a pueblo de la España rural que recuerda a películas como 'Espíritu Sagrado' y a cineastas como Juan Cavestany, y que destaca por el preciso pero discreto encanto de sus encuadres, su cercana autenticidad o su modélica dirección de actores (en su mayoría bien entrados en años). Lo que se dice una pequeña gran película que si bien no parece nada de este u otro mundo, se crece gracias al cariño, el respeto y la simpatía que desprende. *******
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Lo es. No se como no se me había ocurrido antes.
Siempre es un placer, por algo repetimos año tras año.