Día 4: El silencio que habla
Qué distinto luce el siempre odioso lunes cuando se habla en clave de SEFF. Adiós a la 4ª jornada del Festival de Cine Europeo de Sevilla, que ya se precipita hacia la mitad de vida de la muestra de este año, y que en su programación dejaba un par de títulos que sin duda suben el nivel del certamen y solidifican tanto a la Sección EFA (de donde siempre sale el Premio del Público) como a la Sección Oficial a competición del propio SEFF.
El primero de los títulos que atañe esta crónica es la nueva película de esa siempre estimulante directora que es Andrea Arnold, la cual lleva por título 'Bird' y deja una sensación agridulce una vez termina. El porqué de esto está en que había una película en 'Bird' sobre la juventud kinki de esa Inglaterra dejada y descentralizada que era gloriosa. Una lástima (o no) que Andrea Arnold no se contenga y pruebe a boca llena el caramelo del fantástico, en una decisión tan lícita como cuestionable.
El virtuosismo con la cámara de Arnold es remarcable, porque retrata el caos y el desastre que impera en ese estrato social casi como si filmase a un equilibrista sobre una cuerda. Es un trabajo de dirección muy marcado, acentuado e incluso invasivo por momentos. Es más por un asunto narrativo, cuando el relato prioriza esa conexión espiritual que tienen los 'misfits' con el reino animal en detrimento de ese drama social hiriente y desgarrador que queda en subtrama.
Eso sí, brillante y sutil conexión de Arnold con la 'Saltburn' de Emerald Fennell a través de, como no podía ser de otra forma, el personaje de Barry Keoghan. Como si fuese el hermano cani e indocumentado de Oliver Quick. En definitiva, una apuesta valiente hacia ese realismo fantástico que tanta metáfora le dan a una historia, y una firme candidata a ganar la EFA, a juzgar por la sonora y fervorosa reacción del respetable tras terminar la proyección pasadas las 19:30 en el cine Cervantes.
Salto de hora y también de ubicación para la segunda película del día. El que es el segundo hogar para muchos sevillanos cinéfilos, el Nervión Plaza, acogía en su sala 2 el pase nocturno de la película belga 'Julie Keeps Quiet', dirigida por el realizador también belga Leonardo Van Dijl. Melón muy delicado y complejo el que abre la obra. ¿Y si el silencio de una mujer es algo más positivo que negativo en la causa contra el abuso? Osada cuestión la que plantea la cinta de Van Dijl con muchas más luces que sombras, pero siempre sin desesperarse ni impacientarse al querer mantener su pulso.
Van Dijl coloca la cámara siempre alejada y descentrada de la acción, naturalizando la opinión y la perspectiva propia del espectador, y haciéndolo ser un personaje más sin vicios ni condicionantes. La obra observa y atiende, sin entrometerse ni edulcorar la historia. Una gran decisión técnica que prueba que el equipo de la película estuvo muy astuto en la producción de la misma, como también en el casteo de una impresionante Tessa Van den Broeck como protagonista del filme. Tessa, quien en la vida real es jugadora de tenis federada, hace aquí su debut actoral y no puede estar mejor. Fantástico papel sosteniendo las cuerdas emocionales de su interior, como si estuviese jugando un partido de tenis contra sí misma.
La reflexión de la película propone una idea que quizá levante ampollas: tal vez el callarse haga que un entorno cuestione aún más el asunto en busca de respuestas y el tema esté más latente que nunca. A lo mejor es que exigiendo voz, se martiriza más. A lo mejor es que dando espacio y simplemente estando ahí, se habla sin tener que abrir la boca. Desde luego, 'Julie Keeps Quiet' es una obra con personalidad, con las ideas claras y definidas y, sobre todo, con una franqueza no muy bienvenida en estos tiempos tan lapidarios.
Una posible ganadora del Premio del Público de este SEFF 2024 y la candidata al Oscar de Mejor Película Internacional por Bélgica han sido dos de los regalos que el Festival de Cine Europeo de Sevilla regalaba en su lunes. Y aquí no acaba la cosa, porque en el 5º día de muestra, el del martes 12, una de las grandes películas de la temporada tiene su último pase en el SEFF, la 'Emilia Pérez' de Jacques Audiard. Y muchas otras más de otras secciones que, de momento, mantienen una nota más que digna a una programación que no las traía todas consigo de buenas a primeras. Que siga así la cosa.
That's what I say.
Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_
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