Día 3: Ser padre 'a oscuras'
Jornada dominical en el Festival de Sevilla, la cual venía acompañada de un precioso día soleado en la capital andaluza. Fue un día que, si bien por la tarde se iluminó con la rutilante presencia del flamante ganador de la Concha de Oro en el pasado Festival de San Sebastián, Albert Serra, tuvo en sus sesiones matinales un aciago y oscuro desarrollo. Un problema que persistía y no encontraba solución en uno de los proyectores de las salas del cine Odeón Plaza de Armas hizo que se cortase hasta 5 veces y que finalmente se cancelase la proyección de la película española 'Raqa', del director Gerardo Herrero.
Un poco antes, a primera hora del día, una coproducción franco-japonesa inauguraba el tercer día del SEFF 2024. El director belga Guillaume Senez presentaba 'Une part manquante', una historia paternofilial en territorio asiático que recordaba mucho al cine de Jacques Audiard en el trato hondo de personajes o al de Stéphane Brizé en lo bien representado que está el drama social. Incluso tiene referencias estéticas a películas que abrazan la road movie, como esos viajes en la noche de Tokyo que recuerdan a los de Ryan Gosling a bordo de su Chevrolet Chevelle Malibú en 'Drive'.
La película fue concebida en un viaje a Tokyo con motivo de la anterior película de Senez, 'Nuestras pequeñas batallas', cuando el equipo de rodaje conoció allí a gente francesa y conocieron este tipo de dramas. Es por esto por lo que el director se asoma a la cultura marital nipona y le recrimina su cinismo de una manera tan directa y vehemente. Es una incisiva, sentida y sincera mirada hacia la desvinculación familiar en un mundo que no descansa ni espera a nadie.
La película ofrece una exquisita radiografía del "gaijin", que es como llaman a los extranjeros en Japón, con la xenofobia y la crueldad oriental como martillos que intentan tumbar las costumbres europeas. Pero además es una película con mucho empaque y presencia, y sabe afinar bien los géneros que utiliza. Romain Duris está fabuloso en un personaje herido por su pasado que anhela vincularse al único nexo que le ata a un lugar del que no se siente del todo parte. Un actor con una madurez robusta y elegante para clavar un papel tan desagradecido.
Fue en el segundo pase, a eso de las 12:15, cuando empezaron los problemas. Hasta cinco cortes sufrió 'Raqa', que tuvo que dar por concluida su proyección sin poder terminarla para varapalo de los compañeros de prensa allí presentes. Teniendo en cuenta que la película no pudo terminar debido a estos asuntos técnicos, tampoco parece que 'Raqa' fuese a cambiar radicalmente después de una casi primera hora de puro cartón plástico, tanto a nivel decorativo como a nivel narrativo.
Todo parece hecho con un estilo casi dogmático del cliché: maquillaje de cabalgata, puesta en escena estándar, diálogos sacados del manual, contención actoral del montón, etc. Casi nada en la película estimula o agita, volviéndola inane. Álvaro Morte intenta hacer fuego con dos plumas, con un personaje nada beneficiado por un guión empeñado en sentenciar y en ser tajante. Sí estaba siendo más disfrutable el personaje de Mina El Hammani, enfrascada en una lucha de poder con otra mujer que quería someterla y hacerle la vida imposible. Poco más se puede destacar de una película a la que le falta una hora de metraje por enseñar.
Se encarama el SEFF 2024 hacia el ecuador del certamen, entrando en un lunes que trae bajo el brazo cosas tan interesantes como la 'Bird' de Andrea Arnold. Ojalá los problemas que afectan al mecanismo de proyección del cine Odeón de Plaza de Armas se hayan solventado ya y no repercutan en más problemas para las proyecciones de las películas. Mientras tanto, el Festival de Cine Europeo de Sevilla sigue su curso, como el Guadalquivir que pasa bajo el Puente de Triana hasta llegar a Sanlúcar de Barrameda. Hay cosas que se disfrutan porque son de una manera ya sabida, y el SEFF es una.
That's what I say.
Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_
Comentarios