Un niño de seis años es acusado de traspasar ciertos límites con un compañero de clase; entonces, la dirección del centro educativo convoca a los padres de ambos para hablarlo en pos de una verdad esquiva...

Mientas veía el debut en la dirección Halfdan Ullmann Tøndal, nieto de Liv Ullman e Ingmar Bergman, no podía dejar de pensar en 'Sala de profesores', otro drama psicológico con toques de sátira cruel.

La diferencia principal entre ambas, es que Ilker Çatak buscaba lo universal mientras que Tøndel tiende constantemente hacia lo particular y concreto. Sigue planteando una peliaguda situación dilemática a través de medias verdades que nos fuerza a pensar, mayormente, por nosotros mismos. Pero sin el tono tan puñeteramente grisáceo, inquisitivo e incómodo de 'Sala de profesores.

También, sin esa vibrante intensidad claustrofóbica que en 'La tutoría' se rompe de manera asidua debido al exceso de celo dramático en el que está envuelta la historia, más un alegato emocional que una encrucijada asfixiante al borde del colapso en una única localización como la de Çatak; de nuevo, una escuela donde se dirimen los límites, tanto morales como sociales.

Además, el evidente favoritismo hacia una destacada estrella como Renate Reinsve -que por otro lado no desaprovecha la oportunidad para brillar- acentúa la impresión de que esta historia sobre el amor de los padres a sus hijos llevado hasta el extremo, con ecos al cine de Thomas Vinterberg, está descompensada. Incluso que está jugando al solitario con las cartas marcadas.

'La tutoría' no deja de ser un film interesante, incluso estimulante aunque lo sea de manera intermitente. Pero carece de la redondez y pegada, emocional o intelectual, de otros filmes como la citada joya de Çatak.