''¿La diferencia entre realidad y ficción? La ficción tiene mayor sentido.'' No lo dice servidor, lo dice Tom Clancy. Paco León lo cita al final de su ópera prima, 'Carmina o revienta', una película de la que, con los tiempos que corren, es imperativo hablar. Pero empecemos por el final, por la cita. Más allá de su incuestionable idoneidad, al ser ésta una excelente síntesis del espíritu de la historia que acabamos de ver, no creo que sea casual que el director y guionista de dicha cinta se haya fijado en un escritor que aunque antaño fuera conocido por ser el creador de la longeva serie de Jack Ryan -con sus respectivas adaptaciones cinematográficas-, ha pasado a ocupar ahora un lugar distinguido en la cultura popular al estar su nombre vinculado a franquicias de videojuegos tan rentables como ''Rainbow Six'', ''Splinter Cell'' o ''Ghost Recon''.
Esto es, un escritor de dominio totalmente popular... incluso para los que en su vida se hayan atrevido a abrir un libro, algo de lo que este país va sobrado, por cierto. 'Carmina o revienta' (dígase ya, una de las sorpresas más agradables que nos ha dado el cine español en los últimos años) hace gala de un gran conocimiento de causa, siendo éste un producto que sabe perfectamente cuál es el objeto retratado, y sobre todo, qué efecto pretende causar en la audiencia. Como se ha dicho, este trabajo viene firmado por Paco León, y sí, la reflexión facilona es inevitable: ''¡Quién iba a decirlo!'' Al fin y al cabo, el que una de las cintas más estimulantes del cine patrio de esta temporada esté concebida por una de las grandes estrellas del panorama televisivo, donde ha tenido cierta tendencia a interpretar personajes bobalicones (prejuicios al poder), no deja de ser algo similar a que nos dijeran, por ejemplo, que el año que viene Sergio Ramos jugará un papel fundamental en la investigación de las implicaciones en la física moderna surgidas del descubrimiento de la partícula de Dios.
Improbable, que no imposible. Ya lo dice el otro tópico, ''no hay nada imposible''. Para muestra, la película que ahora nos concierne, fascinante en casi todos sus aspectos y en casi todo lo que la rodea. Para los no informados, dicho fenómeno en la sombra empieza a gestarse en la última edición del Festival de Cine de Málaga, en el que, tras su presentación en sociedad y magnífica acogida tanto por parte de la prensa especializada como por parte del público, su máximo responsable empieza a ser acosado... en el buen sentido. Nos explicamos. Al día siguiente de la primera proyección oficial de 'Carmina o revienta', el teléfono móvil y la cuenta de Paco León en diversas redes sociales, empiezan a echar humo. Un alud de sms y posts le pide cuándo y cómo -la pregunta clave- va a poder verse su película, y Paco, que quizás por ser novato en esto de ser auteur, no ha perdido aún la buena costumbre de estar en contacto con los receptores de su trabajo, empieza a sondear al personal.
A través de Twitter y otros medios, va lanzando al aire preguntas como: ''¿Dónde te gustaría ver 'Carmina o revienta'?'' ó ''¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por verla?'' La gente se moviliza, y cada uno da su opinión. Tras un tiempo recopilando respuestas de todo tipo, hay dos conclusiones claras. Primera, hay una masa social nada desdeñable que se muere de ganas por ver el filme. Segunda, y más importante si cabe, no todo el mundo puede hacer el mismo ''sacrificio'' para verla. Llegado el punto toca hablar cómo no de aquello que ha estado en coma durante toda la Europcopa; toca hablar de aquello que nos guste o no, o se renueva (mejor dicho, o se da cuenta del mundo donde vive) o está sentenciado a muerte. Toca hablar de la exhibición cinematográfica. En este sentido, 'Carmina o revienta' es un revolucionario experimento. Como tal, su eficacia la determinará el tiempo, pero su necesidad está fuera de duda.
Volviendo a la historia que empezamos en Málaga (y para matarla ya), un buen día Paco León se cruza por casualidad con Juan Carlos Tous, fundador de Filmin, la que es la plataforma de exhibición cinematográfica por internet más famosa de nuestro país, y se empiezan a atar cabos. Resultado: 'Carmina o revienta' se estrena de forma casi simultánea en salas de cine, DVD y Streaming. No obstante, no es la primera vez que se salta la regla dorada -y no escrita, no hay que olvidarlo- de las salas de cine, que asegura para éstas una posición preferente de cara a la exhibición de cualquier película. En teoría (otra vez, para que conste: en teoría) está establecido que no se puede acceder a los otros mercados sin haber rendido antes pleitesía a las salas. Pero resulta que ahora aparecen algunos ''insensatos'' que afirman que cada producto tiene una determinada audiencia, y que por lo tanto, cada producto debe encontrar su lugar; adaptarse a la demanda.
Hay gente que se escandaliza ante tal afirmación (lo triste es que los que lo hacen pertenecen al sector), pero lo cierto es que cada vez hay más hechos (que son los que cuentan al fin y al cabo) que dan la razón a los ''insensatos''. En positivo: 'Diamond Flash', el muy recomendable debut en el largo de Carlos Vermut, convertido inmediatamente en título de culto desde su estreno en dicha plataforma, y que gracias a su peculiar distribución, ha conseguido llegar a un público que de otra manera seguramente jamás hubiera sabido de su existencia. En negativo (y haciendo un poco de cine-ficción): ¿Cómo le hubiera ido a la notable (y maltratatadísima en taquilla) 'Extraterrestre' de Nacho Vigalondo si se hubiera apostado por vías alternativas? Más hechos que hablan a favor de la causa: a parte del caso protagonizado por Paco León, el del documental de Kevin MacDonald, 'Marley', que gozó también de un estreno simultáneo, y que se colocó sin problemas entre lo más visto en dicha web.
Les guste o no a los viejos dinosaurios al mando, existen otros modos para ayudar a ciertos productos, que ahora, afortunadamente, no tienen que verse obligados a quedarse de brazos cruzados mientras se pudren en una sala deshabitada. Como se ha dicho, a priori 'Carmina o revienta' plantea un apasionante y necesario debate sobre lo que es realmente importante en el mundo del arte: que la obra llegue al público. ¿Y a posteriori? El sabor de boca sigue siendo más que agradable, y no solamente por el factor sorpresa. Planteada a modo de falso documental con muchas pinceladas de realidad, la ópera prima de Paco León se sustenta en un personaje principal imposible (imagínense al mítico Lazarillo de Tormes fusionándose con, pongamos, Carmen de Mairena, el resultado no se aleja demasiado), que pone título a la función (en lo que es un divertido y acertado guiño al film de Vicente Aranda) y que lleva el peso de una historia tan alocada como divertida, narrada con soltura y agilidad.
Fumadora compulsiva y superviviente por naturaleza, Carmina recorre las calles de su ciudad natal sacándole el máximo partido a su ingenio barriobajero para superar las múltiples patadas que le va dando la vida. A través de los problemas que se ve obligada a solucionar, y también a través de las interacciones con otros personajes (igualmente memorables todos ellos), Paco León -y su familia- dibuja un fresco único, en el que la realidad más sucia deja entrever destellos de un mundo muy personal, desconcertante y a la postre fascinante. El último grito en picaresca castiza -valga la redundancia- juega a borrar la frontera entre realidad y ficción (''La vida es tan bonita, que parece de verdad'', afirma uno de los protagonistas), dándole credibilidad -o justamente lo contrario- a Tom Clancy, poniéndose León muy inteligentemente a la altura de estos creadores tan popularmente accesibles. He aquí el nacimiento de una voz española tan auténtica como prometedora, y sí, exhibicionista (aplíquense los mismos calificativos a su estupendo reparto). Y si a alguien le quedan dudas al respecto, no tiene más que ir al cine, comprar el DVD o conectarse a internet... por falta de opciones no será.
Nota:
7 / 10
por Víctor Esquirol Molinas