El principal problema a la hora iniciar una entrevista con Juan Carlos Tous, socio fundador de Cameo y Filmin, no es encontrar una hora disponible en su apretada agenda -que también-, sino más bien hallar una sala disponible en las oficinas de Cameo / Filmin en la que poder conversar tranquilamente. Vamos abriendo puertas y tras el umbral siempre hay gente pegada al ordenador, en medio de una reunión, o atendiendo una llamada. Hay actividad en cada rincón. Buena señal. Y que así siga. Finalmente encontramos un compartimento alejado del ruido. Nos sentamos alrededor de una mesa y empieza un diálogo (con intervenciones al final de Jaume Ripoll, otro de los cofundadores de Filmin, para profundizar en el apartado de festivales) que teóricamente, y debido a otros compromisos, no debería alargarse más de diez minutos. Después de la última respuesta, el reloj indica que han pasado más de treinta. Media hora larga en la que ha habido tiempo para hablar de la exhibición cinematográfica en nuestro país, del papel que debe jugar internet en ella, de la relación entre distintas plataformas, de las fronteras del indie... y como suele decirse, de mucho más. A continuación, y después del salto, la reproducción íntegra de una entrevista enfocada principalmente a vislumbrar el futuro de una industria a veces demasiado anclada en el pasado.
- Para los profanos, ¿qué es Filmin? ¿Qué ofrece?
Filmin es un portal de internet donde la gente que vive “de”, “por” y “para” el cine; donde aquel amante del cine; donde aquella persona que quiere que el cine sea su hogar, encuentra una serie de contenidos a su disposición. Para alquiler, está el Video on Demand (en nuestro caso, pago por visualizar una película en Streaming cuantas veces se quiera durante tres días); para encontrar información sobre estrenos e información general de cine en nuestro blog; para compartir los contenidos de cada uno a través de, por ejemplo, cortometrajes (al ser éste un sitio donde la gente puede subir sus cortos)... En definitiva,
es un lugar donde uno puede sentirse cómodo compartiendo, descubriendo y disponiendo de contenido cinematográfico.
- ¿Cómo surge la idea de Filmin?
Todo se remonta hace ya cinco años, cuando vimos sobre todo en Estados Unidos los cambios que estaba conociendo el mercado de la música (era la época en la que Napster todavía estaba en boca de todo el mundo, allí en el año 2006 / 2007).
Asistimos como espectadores al boom de internet en la industria musical. Nosotros estábamos en Cameo y nos pusimos a discutir sobre si esto pasaría o no en el mundo del cine; sobre si internet se introduciría en él, y llegamos a la conclusión que teníamos que empezar a prepararnos para esto. Con mis socios de Cameo decidimos invertir un poco de dinero e investigar qué podíamos hacer al respecto y en el 2007 iniciamos una nueva empresa: Filmin. Hicimos entrar a nuevos socios (nos asociamos con gente que dominara las nuevas tecnologías, pensando que nosotros podíamos aportar toda la parte de cine y ellos la parte técnica, pero más tarde vimos que este sistema era demasiado costoso; demasiado problemático, de modo que al final decidimos andar el camino “solos” y externalizar todo el servicio técnico), y empezamos a trabajar. En un principio queríamos ser una comunidad, basándonos mucho en compartir contenidos, pero nos topamos con todos los problemas relacionados con la adquisición de contenidos. Tampoco queríamos ser un servicio cuya definición pudiera reducirse a “videoclub” que se limitara a servir películas, ya que también estábamos interesados en categorizarlas, en recomendarlas, en intentar hablar sobre ellas, etc.
- En su ya mítico discurso ofrecido durante su última ceremonia de los Premios Goya en calidad de Presidente de la Academia, Álex de la Iglesia dijo que internet no era el problema del cine, sino la solución. ¿Crees que se estaba refiriendo a plataformas como Filmin?
Totalmente.
Creo que internet, más que una solución, es el futuro. E incluso diría que es el presente, porque a pesar de que todavía no sea una herramienta sólida en cuanto al retorno económico que espera la industria cinematográfica, sí que es una pieza clave para tener claro el retrato completo de la distribución actual. Es decir, cuando un productor invierte para hacer una película, quiere un retorno económico que le permita amortizar esta inversión y, a poder ser, ganar dinero para poder seguir haciendo cine. En este sentido internet está ya instaurada en el presente en la distribución, pero no en términos de industria (refiriéndonos obviamente a la inversión). Todavía existe demasiada piratería que impida este crecimiento; todavía faltan portales; todavía falta que haya una mayor oferta en cuanto a contenidos, etc.
- Hablando de la piratería... y en el otro lado de este cuadrilátero pugilístico que quizás todos contribuimos, en cierta medida, a alimentar, encontramos a la ex Ministra de Cultura, la Sra. Ángeles González-Sinde. ¿Ha ayudado su famosa ley a los llamados “legales” de internet?
Nosotros no podemos decir que hayamos salido beneficiados por la Ley Sinde. Creo que
la puesta en marcha o la aplicación de la Ley Sinde es inapreciable (por lentitud, por ineficacia, por inoperancia...). El caso es que hoy mismo no se aprecian resultados palpables. Lo que sí que creo que es positivo es que hay una ley que al menos ha generado un debate. En la sociedad ha habido un debate que ha provocado una concienciación, y hoy hay mucha gente que sabe que lo que está haciendo no es legal, o incluso ilegal, cuando antes estaba amparada por el mayor reconocimiento. Aquí ya hablo de educación, ya que creo que lo que hace falta en este país no solamente es reflexión, sino también educación. Es importante que la gente sepa que aquí detrás hay mucha gente que está trabajando; que hay mucha industria, y esto que es una propiedad -intelectual- que como tal hay que respetarla. No puedes cogerla y hacer con ella lo que quieras. Para ello hay que pedir permiso.
- ¿El problema de la exhibición en España es la Eurocopa? ¿Es la falta de películas que atraigan al público? ¿Es un problema estructural?
Yo creo que lo que se necesita en este sector es un cambio. Un cambio de modelo, y esto, quien no lo quiera ver, se va a quedar desfasado, y este desfase lo va a echar de la industria. De hecho, este cambio de modelo ya se está produciendo. Antes la gente solamente podía ver las películas en las salas de cine. La gente a la que le gustaba el séptimo arte, solo tenía la opción de ir a las salas de cine. Hoy las películas se pueden ver de múltiples formas; en múltiples dispositivos. Esto hace
que el espectador; esta persona a la que le gusta el cine, pueda decidir cuándo, cómo y dónde ver una película. Esta amplitud; este crecimiento de formas, hace que se rompa la exclusividad / monopolio que tenían hasta ahora las salas de cine. Entonces, si esta misma sala de cine permanece inmóvil; permanece fija a su modelo de explotación, anclado en sus anteriores años de experiencia, directamente no sirve. De modo que no les queda otra que adaptarse a este nuevo modelo. Y este nuevo modelo no solo está protagonizado por internet, ya que afortunadamente éste está basado en la competencia en el ocio. Antes en el ocio solo existía el fútbol y el cine, ahora la oferta se ha multiplicado: hay infinidad de pantallas, con lo que también hay infinidad de posibilidades. La única solución es entender y sobre todo adaptarse a este nuevo panorama.
- Hablando de nuevos modelos... en este caso, tributarios, ¿cómo afectará la subida del IVA a Filmin?
A nosotros, poco. Estamos hablando de muy pocos céntimos, porque nosotros ya estamos aplicando un 18% de IVA. Ahora estaremos en el 21%. Estos tres puntos, sobre un precio de 2,95€ por película, hará subir el precio a 2,99€. No es tan dramático, menos cuando nosotros mismos asumimos una parte de dicho aumento... y el espectador los cuatro céntimos restantes, lo cual es prácticamente nada.
Donde sí que ya podemos hablar de salvajada es en las salas de cine, donde el incremento irá del 8% al 21% de IVA.
- Desde Filmin, hemos visto la eclosión de esta pequeña joya de Carlos Vermut, convertida en obra de culto, titulada ‘Diamond Flash’. ¿Cómo ha sido su rendimiento comercial?
Mejor de lo que esperábamos muchos... y peor de lo que esperaban otros. Si el exhibidor tradicional toma este caso como referencia para poder decir “¿Veis? Esta no es la alternativa para recaudar”, yo contesto: “Claro que no. Principalmente porque no hablamos precisamente de una película concebida para reventar la taquilla ni distribuirse con centenares de copias.” Si atendemos a lo que es la dimensión de la película, creo que se trata de un éxito total, puesto que tiene un objetivo muy concreto. Lo mismo puede decirse de este experimento titulado ‘Carmina o revienta’. Lo que hay que entender aquí es que ya no hay un solo modelo para todas las películas, como pasaba hasta ahora.
Ahora estamos en un momento en el que por fin entendemos que cada película necesita su propio modelo. Por esto habrá películas para las que internet sea una exclusiva, con lo que la película estará conceptuada para ser distribuida por la red, y habrá otras películas en las que internet tendrá muy poca relevancia, también habrá otras películas en las que convivirán las salas de cine con internet... con lo que debemos pensar, entre distribuidores y productores, cuál es la mejor vía para cada cinta. En lo que no hay ninguna duda es que habrá productos como ‘Diamond Flash’, que estarán hechos para ser distribuidos por internet... llegados a este punto, podríamos hablar de ‘Extraterrestre’.
- A esto iba. ¿Crees que lo último de Nacho Vigalondo es uno de estos productos cuyo destino era más cercano a internet, más que a las salas de cine?
Este es un caso en el que el distribuidor está afrontando unas pérdidas enormes por haber apostado por un modelo tradicional, que consiste en poner en circulación más de un centenar de copias, invertir una suma considerable en publicidad, etc. Ahora, cuando miras las cifras, salta a la vista que ha habido un retorno malo con respecto a la inversión que se ha hecho... ¿pero ha sido malo con respecto a las pretensiones reales de la película?
- Con casos como ‘Marley’ o ‘Carmina o revienta’ (ambos estrenos simultáneos en salas de cine e internet), ¿cómo han reaccionado las salas de cine?
Mal. Muy mal.
Están en una posición completamente inmóvil. Se parapetan detrás de un modelo, a mi entender, anacrónico, en lugar de saltar esa tapia, y acercarse así al nuevo espectador; conocerlo, aprender de él... que es lo que se necesita para seguir adelante. Dentro de esta defensa a ultranza que hacen de su modelo, aplican un boicot, diciendo “Si tú estrenas en internet, yo no estreno en cine. Si tú quieres que tu película se vea en cines, yo quiero la exclusiva durante determinado tiempo y que ésta no se pueda distribuir en ningún otro sitio.” Por esta razón, recientemente, más concretamente el jueves pasado, tuvimos que sacar ‘Marley’ de Filmin. ¿Por qué? Porqué si no lo hacíamos, el distribuidor tenía que sacar las copias de las salas de cine. Esta es la fuerza que tienen las salas de cine. Hoy por hoy, todavía hace más dinero una copia de ‘Marley’ en una sala de cine, que los “pinchazos” de internet. Por esta razón, el distribuidor, que ha comprado los derechos de la película, y que debe rentabilizar su inversión, sabe que hoy en día necesita las salas de cine. Entonces no es raro que te llame y te pida que saques la película de Filmin, porque sino se la sacan de las salas de cine. Es decir, si esta semana tiene pensado hacer X cantidad de euros... si no está en las salas de cine, hoy por hoy no tiene opciones de llegar a esta cantidad. Esta es la situación actual.
- Haciendo un ejercicio radical de “cine-ficción”, nos situamos en el año 2020, año en el que el Sr. George Lucas estrena, por ejemplo, el episodio XII de Star Wars... para entonces, ¿ves posible un estreno simultáneo multi-plataforma para una superproducción de este calibre?
Totalmente. En 2020 asistiremos a un modelo de distribución cinematográfica como el que describes. Creo que
vamos a asistir a estrenos mundiales (mismo día; misma hora; mismo estreno para todo el mundo). Hablaremos de una distribución seguramente digital (el celuloide ya habrá pasado a la historia), con lo que asistiremos a un lanzamiento multi-plataforma. Yo apuesto, porque realmente lo creo, que el futuro está en distribuir el producto el mismo día, en todos los dispositivos y formas que permita la tecnología. Así tú podrás decidir de qué manera quieres ver la película. En tu smart-phone, en tu tablet, en la televisión conectada al ordenador, en la sala de cine tradicional, en una sala Imax, en una sala que incorpore otros efectos... la cuestión es que tú puedas decidir cuándo, cómo y dónde la ves. Obviamente cada opción tendrá su precio y sus requisitos, pero la cuestión es que todo llegue el mismo día en todos los sitios. Así veo yo el futuro de la exhibición cinematográfica. Ignoro si, como se mostraba en ciertas películas futuristas, vamos a ver cine sentados en coches voladores. Lo que sí sé es que la tecnología estará completamente ligada al cine, hecho que dará muerte a los clásicos decalages en el sector. En otras palabras, se evitarán casos como el de ‘Prometheus’, en el que el film se estrena en Estados Unidos y se esperan tres meses para que llegue a Europa (sea por la Eurocopa, sea por lo que sea). En vez de esto, habrá acceso universal a la obra el mismo día que se estrene oficialmente. Esto dará a situaciones curiosas, ya que habrá gente que seguramente cambiará su horario para levantarse a las cuatro de la mañana, con tal de ver lo que se está estrenando en Estados Unidos, y viceversa.
- ...sí, ya lo hicimos con el final de ‘Perdidos’.
Correcto. Todo se estrenará al mismo tiempo, en todos los formatos posibles. Puestos a especular sobre el futuro, si para el 2020 existen unas gafas para ver películas, seguro que el día del estreno de Episodio XII, también podrás ver la película a través de tus gafas. Así será la distribución digital: fácil y accesible. A medida que se perfeccione la capacidad de transmisión de contenidos audiovisuales -que hoy es un problema- y a medida que todos los medios de comunicación y redes vayan desarrollándose, el fenómeno que estamos describiendo será imparable, lo cual dará al espectador un poder de decisión absoluto respecto a la visualización del producto deseado. Así pues, mientras uno esté usando 8G para ver Star Wars en la pantalla de 300 pulgadas de su casa, otro estará en una sala de cine en la que las butacas no paren de moverse, pero lo importante es que ambos lo podrán hacer al mismo tiempo.
- Abriendo la carpeta “Festivales”: Filmin ha creado el “Atlántida Film Fest”. ¿Cuánta repercusión ha tenido?
Mucha. En la segunda edición ha crecido casi un 400%. De hecho, cada vez son más las producciones que nos piden un hueco en este espacio. No tenemos que olvidar que una de las cosas más bonitas que representa Filmin de cara a la distribución por internet es que se trata de una nueva ventana para nuevos creadores. Debido a los avances tecnológicos (por ejemplo, ahora hay cámaras digitales buenas a un precio muy asequible) cada vez hay más gente haciendo películas porque cada vez es más fácil hacer cine. El problema es que, a pesar de que cada vez se produzca más cine; a pesar de que cada vez pueda brotar más talento, en el otro lado de la balanza cada vez se reducen más las salas de exhibición; cada día hay menos videoclubs; cada día hay menos editores de video. Esta situación da lugar a un auténtico cuello de botella en el que tenemos una extraña mezcla entre auge de creadores y estas circunstancias comentadas tan adversas, que podrían hacer creer que cuesta mucho encontrar una pantalla y un altavoz para el producto. Es entonces cuando nos topamos con internet. En la red de redes es fácil distribuir una película; es fácil hacer marketing viral...
Es éste uno de los principales atractivos de Filmin, y es que también es una ventana abierta a los nuevos creadores, tanto por los concursos mensuales de cortometrajes, como por estrenos tan relevantes como lo ha sido ‘Diamond Flash’, que comentábamos antes. En resumen, se trata de una plataforma ideal para nuevos talentos, y esto precisamente es de lo que va el Atlántida Film Fest.
- ... dicho de otra manera: Tendremos tercera edición del Atlántida Film Fest, ¿no?
Seguro. Es más, precisamente en el equipo comentábamos antes que el Atlántida Film Fest podría convertirse, pongamos, en quince años, en una marca tan consolidada como por ejemplo lo es ahora el Sónar para la música electrónica. En él al principio quizás solo asistían cuatro gatos, la mayoría de los cuales preguntándose qué demonios era eso de la música electrónica, y ahora es un evento de gran interés e impacto incluso fuera de nuestro país. Del mismo modo, nosotros queremos que
este festival on-line, destinado principalmente a demostrar que el cine independiente no es patrimonio exclusivo de los más fanáticos del cine, se consolide año tras año como una muy buena oportunidad para presentar nuevos talentos. En este sentido, la labor de comisionariado va a ser fundamental para aportar solidez a la marca Atlántida Film Fest, con tal de que ésta sea mundialmente reconocible como un polo de atracción de nuevos talentos, y reafirmar así los buenos festivales como uno de los últimos verdaderos sellos de calidad en la industria. Por supuesto también hay incentivos en esta experiencia, ya que la película que gane en Atlántida, y que no tenía distribución, inmediatamente va a tenerla porque si se ha hecho con el interés del público, ya tenemos el requisito fundamental para que ésta exista. Es el ciclo inverso de la distribución. Igualmente efectivo.
- Más festivales. Recientemente el de Sitges ha anunciado que en la próxima edición, que tendrá lugar este octubre, hará una colaboración con la plataforma Filmin. ¿Puede especificar en qué consistirá dicha colaboración?
Habrá películas (de secciones “secundarias”, como Noves Visions) que, el día después de haberse presentado en Sitges (es decir, después de haber salido oficialmente del circuito del festival), estarán accesibles en Filmin, a disposición de los usuarios, durante un tiempo limitado de aproximadamente diez días. Habrá también una sección retrospectiva de Sitges, en la que con la adquisición de un abono de 10€ se podrá acceder a unas 30-40 películas, que en los últimos años hayan sido premiadas o hayan causado gran impacto en dicho certamen. Esta es una idea que ya hemos aplicado pero de la que estamos todavía calibrando su impacto. Para entendernos, si a medida que vayamos aplicándola realmente vemos que el recorrido internacional de la película no se ve perjudicado, obviamente es una iniciativa con la que estamos muy interesados seguir. De momento estamos en ello, ya que también hemos hecho (o tenemos anunciadas) colaboraciones con otros festivales como el In-Edit, el Alternativa, el FIB, el Rec de Tarragona, el de Sevilla, el de San Sebastián...
- A pesar de que Filmin sea oficialmente una plataforma dedicada al cine independiente, en ella se pudo llegar a ver ‘Amanecer - Parte 1’, de la saga Crepúsculo. ¿Cómo debe interpretarse este estreno dentro de Filmin?
Debe interpretarse como una buena ocasión para debatir sobre dónde está la frontera de lo que podemos y no podemos considerar como “indie”. Opino que ésta está en la comercialidad de los títulos. Puede haber películas independientes muy comerciales; películas independientes que recaudan mucho en taquilla y atraigan también a muchísimos espectadores. Del mismo modo, hay otras con vocación comercial que no ven ni un duro. Estamos donde empezamos, pues: ¿Dónde está la frontera? Nosotros la hemos puesto en las majors, es decir, aquellas películas que distribuyen las grandes multinacionales. Las que en definitiva no tenemos. Pero no las tenemos, no porqué no queramos (personalmente, me encantaría tener películas de la Sony o de la Fox... me encantaría tener ‘Pequeña Miss Sunshine’ o ‘La joven del agua’, por ejemplo, o incluso otras películas que están ahora mismo en cartel). No decimos “no” a la comercialidad. De hecho, creo que el público de Filmin entendería su entrada... siempre y cuando no renunciemos a lo otro. Ahí está la diferencia: nosotros tenemos “lo otro”.
En esta línea, nosotros podemos ofrecer ‘Amanecer’ (que por cierto, a pesar que la viera mucha gente a través de nosotros, tuvo un resultado muy malo, en comparación con otros portales), pero si nos olvidamos de lo demás, entonces la plataforma pierde su sentido. El caso es que hay mucha gente que está con nosotros y que forma parte de un núcleo familiar. Si esta persona ha pagado un abono, a nosotros nos interesa que todo el mundo en aquella casa esté satisfecho. En parte por esto hemos ofrecido títulos como ‘Amanecer’, para poder llegar a todo el mundo, sin traicionar nunca nuestro espíritu. Lo fundamental es que quepa todo el cine independiente, todo el cine de autor y todo el cine español. Hablando de cine de autor, y volviendo a George Lucas ¿puede considerarse la trilogía original de Star Wars como independiente? Creo yo que desde el punto de vista comercial, no, pero desde el punto de vista de la autoría, sí. Más Guerra de las galaxias: ¿le gustaría a nuestro público ver el último episodio de Star Wars? Claro que sí. ¿Le gustaría ver ‘Amanecer’? A algunos sí y a otros no. Como decía, es muy difícil colocar la frontera, por esto a nosotros nos corresponde el que en Filmin entre todo lo que pueda considerarse independiente. Del mismo modo, también debo decir que, al menos para mí, no es imprescindible tener ‘Amanecer’ en nuestro arsenal... sí es imprescindible tener ‘Diamond Flash’ o ‘Take Shelter’. Ésta es la auténtica guinda; la prioridad. Todas las demás plataformas on-line seguro que tendrán todo lo otro... pero no ‘Diamond Flash’ ni ‘Take Shelter’. He aquí nuestro verdadero factor diferencial.
Entendemos que nuestro público va a la búsqueda de rarezas, pero al igual que todo el mundo, también siente curiosidad por títulos más extendidos.
- Última, y dirigiéndome a usted como espectador. ¿A la hora de ver una nueva película, prefiere verla en una sala de cine o en casa?
En una sala de cine. Sin duda. Lamentablemente veo pocas en estas condiciones. Veo unas siete u ocho películas por semana... solamente una o dos de ellas en una sala de cine. El resto de veces miro cine en la tele, en el ordenador, en mi i-Pad. Simplemente porque no puedo ir al cine ocho veces a la semana. Estando en esta situación, ¿significa esto que debo dejar de ver las seis o siete películas restantes? No. Por esto existen alternativas como el DVD o como Filmin, para ver la película que quiero, cuando quiero, como quiero y donde quiero. En el tren, en la cama, en el salón de mi casa... no importa. Eso sí, la película de la semana; la película que tengo marcada en el calendario, voy a verla al cine. Un ejemplo,
después de hablar con Paco León por primera vez sobre la distribución de su película, vi ‘Carmina o revienta’ en el ordenador, y aunque para nada me desagradó, admito que tampoco acabó de convencerme. Sin embargo, asistí al día del estreno, viéndola así con otras trescientas personas. Ahí no paré de reír. Y es que es otra experiencia. Lo cual no quita lo que comentaba antes, que ante la imposibilidad de ver tantas películas en una sala de cine, surge un sinfín de alternativas igualmente válidas. Este es el modelo que deben entender los abanderados de la exhibición tradicional. Esto es lo que han entendido ya la mayoría de creadores. Solo hay que hacer la prueba con ellos, casi todos contestarán lo mismo: hacen una película para que ésta sea vista. Si en el camino ganan el dinero suficiente para hacer otra, mucho mejor, pero la prioridad sigue siendo llegar al público.
Para marcar el punto final, nada mejor que dar las gracias a mis compañeros Rocío Campos, Julio Escribano, David José Soto y Juan Pairet por haberme ayudado en la elaboración de las preguntas. Agradecer también, obviamente y una vez más a Juan Carlos Tous, a Jaume Ripoll, y en general a toda la gente de Filmin, su colaboración y entera disposición para hacer posible esta -en opinión de este cronista- necesaria entrevista.
por Víctor Esquirol Molinas