'Arde Madrid' - Con el Don delante
El Luisma es tonto, ¿no? Eso creímos muchos durante años, muchos años. Durante todos aquellos años en los que Paco León no era Paco León, simplemente era el Luisma. También, aquellos años en los que Carmen Machi no era Carmen Machi, sino la protagonista de 'Aída', qué gran serie (durante algún tiempo). Dos personajes que prometían engullir a ambos intérpretes como por ejemplo, Joey Tribbiani hizo con un Matt LeBlanc siempre en segundo plano.
Es cierto que cuando a principios de año se estrenó 'La tribu' la idea, la que se vendía y se compraba, era la de ver a la Aída y al Luisma de nuevo juntos. Porque nunca han dejado de serlo, y nunca dejarán de serlo del mismo modo que David Duchovny y Gillian Anderson nunca dejarán de ser Fox Mulder y Dana Scully. Tampoco Woody Harrelson dejará nunca de ser Woody Boyd, el de Cheers... aunque ya a nadie le importe ni le de importancia alguna.
Este es el punto en el que ya se encuentra ahora Paco León, quién ha logrado dejar al Luisma definitivamente atrás. Sobrevivir a él. Ahora el Luisma es Don Paco León, con el Don delante que tanto le gusta a un amigo mío. Como protagonista de 'La Peste', o como principal responsable creativo de este 'Arde Madrid' que viene a representar, al igual que aquella, lo que cabe esperar, pedir e incluso exigir, llegado el caso, de una "buena serie de pago".
Hablando de series, de muy buenas series, Movistar+ lleva más de un año levantando el orgullo de la ficción nacional. En los últimos meses producciones de un bienvenido aroma cinematográfico como 'El día de mañana' o 'Gigantes', tan dignas y solventes como cualquier producción de la mismísima BBC. Claro que Atresmedia también se ha permitido un lujo como el de 'Fariña', y mirar por encima del hombro después de todo no ha sido ni tan fácil ni tan oportuno.
A pesar del estupendo recibimiento popular generalizado de 'El día de mañana' y 'Gigantes', un servidor no ha tenido la valentía de entusiasmarse con ellas como sí lo hizo abiertamente en el pasado con 'La Zona', 'Félix', 'Matar al padre' o la joya de la corona, 'La peste'. El motivo, la razón, el por qué, la diferencia, lo encontramos en aquello que hará de 'Arde Madrid' una de las grandes sensaciones de la temporada. Probablemente. Y por derecho propio.
Un, dos, tres, responda otra vez... ¿cuántas otras series conoce usted que sean como 'Arde Madrid'? La respuesta a esa pregunta es, en parte, lo que hace tan grande a esta particular creación de Paco León y Anna R. Costa. Pienso en 'Perdidos', 'The Leftovers', 'Line of Duty', 'Mr. Robot', 'The Americans'... y aunque pueda hacerse, no les puedo encontrar más comparación que con ellas mismas. Y esto es lo que ocurre con 'Arde Madrid', en suma, una producción en sí misma, especial.
Ese algo "especial" que no tienen para mi gusto 'El día de mañana' o 'Gigantes', dos producciones muy sólidas, serias e inapelables como las que más. Pero si tuviéramos que apostar, o escoger, nos quedaríamos con 'Arde Madrid'. Porque esta serie, además de seria, sólida e inapelable trae consigo, desde casa, ese "toque especial" necesario para destacar como una producción virtualmente única. Lo sea, o tan sólo lo parezca. Pero con ESE plus.
Como para que dentro de la actual sobredosis de ficciones, patrias o extranjeras, se sienta como algo nuevo, distinto, fresco. Algo personal, propio e intransferible. Una narración exquisita, un blanco y negro encantador, una España nuestra y querida, un conjunto en estado de gracia, un ritmo muy ágil, o una mezcla de géneros como la vida misma. Todo ello en raciones de 30 minutos que se disfrutan, ya sea por partes o del tirón, en su conjunto y de principio a fin.
O una de las series del año, posiblemente, que viene a representar lo que cabe esperar, pedir e incluso exigir de una "buena serie de pago" como esta: Una apuesta. Más o menos arriesgada, más o menos alternativa, pero que a diferencia de lo que pueda emitirse en prime time, supone en alguna medida un desafío para el espectador. A nivel argumental y narrativo, a nivel ornamental y coyuntural. Una apuesta, ganar o perder. Provocar al espectador. Encararse con él.
Y si encima se gana, mejor que mejor y así todos contentos. 'Arde Madrid' es, y ya acabo, una serie para todos aquellos que les gustan las series. Pero de verdad, que lo que es bueno, es aún mejor. Una variante que aporta frescura, valor y nutrientes a una dieta, a cualquier dieta independientemente de tu brazo, operador, querido o pagador. Y la constatación de que el Luisma no era tonto, sino un artista con orgullo y vocación. Perdón, Don Paco León. Con el Don delante.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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