'Mandy' - I'm on the highway to hell
Bury me Deep
Law two speakers at my feet
Wrap some headphones
Around my head
And rock and roll me
When I'm dead
Seguramente, el nombre de Panos Cosmatos no os suene en absoluto. Es posible que últimamente hayáis oído hablar de él, pero siempre en relación con esta película. Es normal, al ser un director joven que en toda su filmografía solo tiene dos películas en su haber (si contamos la que nos ocupa). Yo tampoco lo conocía y mentiría si no digo que las razones que me hicieron interesarme por él fueron un poco estúpidas: su nombre me hizo bastante gracia y la miniatura del tráiler de 'Mandy' era Nicolas Cage con la cara ensangrentada. Fue entonces cuando busqué algo de información y me enteré de que era hijo de George P. Cosmatos, también director de cine (director de 'Cobra', ojo), y tenía otra película.
Pasado un tiempo, empecé a ver todas las opiniones positivas que estaba recibiendo por su labor en este film y me decidí a ver 'Beyond the Black Rainbow', su anterior obra. No sabía nada sobre ella, pero su póster me llamó la atención tanto como la cara ensangrentada de Cage en aquella miniatura. Entonces, fue cuando me di cuenta de que podíamos estar ante un auténtico diamante en bruto. Un director con una personalidad arrolladora y una puesta en escena impecable. Uno de esos a los que les encanta crear universos completamente originales y que prefiere sorprender al espectador exigente con una demostración de su buen hacer tras las cámaras antes que haciendo algo rutinario que pueda llegar a mucha más gente. Si, el señor Panos me convenció con su opera prima, y las ganas de ver algo nuevo eran mayúsculas, así que esperaba con ganas la película que estamos comentando. Finalmente, llegó el día en el que tocaba sentarse a ver 'Mandy', y no decepcionó. Más bien sorprendió.
Si algo le faltaba al debut de Panos Cosmatos, era una trama que provocase algo más que estupefacción y desconcierto. Una historia en la que pudiésemos empatizar con sus personajes, que nos importara su destino. Aquí lo hace tremendamente bien, con un inicio inesperadamente intimista que nos presenta y define la relación entre Red y Mandy y a ellos mismos. Una pareja común sin nada destacable, siendo esto lo que la hace interesante, lo que la hace destacar dentro de los cientos de parejas que se ven en el cine cada año. Dentro del viaje hacia las montañas de la locura, estos momentos entre ellos dos sirven de calma, para reflexionar acerca de que, para alcanzar la felicidad, no es necesario nada aparatoso. E incluso en estos momentos nada estrafalarios se mantiene el estilo del director italocanadiense de forma tan clara como en su anterior film, un estilo único que se queda grabado en nuestras retinas.
La capacidad que tiene para hipnotizar al espectador es maravillosa y excepcional. La atmósfera mística y diabólica que consigue crear es digna de nuestras peores pesadillas. Para crear este aire de misticismo, la genial banda sonora de Jóhann Jóhannsson resulta indispensable en este conjunto, muy atmosférica y adaptada a cualquier situación (cañera cuando toca, sensible cuando es necesario). Por esto, se le pueden perdonar aquellos momentos en los que se gusta demasiado a sí mismo, alargando algunos planos de forma exagerada. Porque su mezcla de conceptos visuales es deliciosa. Es capaz de hacernos estremecer en la butaca con escenas oníricas de auténtica pesadilla, entristecernos con momentos realmente duros para Red y al cabo de un rato hacernos reír con algún diálogo disparatado. Su acción es brutal, muy extrema y disparatada, pero al igual que toda la película, muy estilizada. Consigue evocar diferentes sentimientos al espectador y esta, bajo mi punto de vista, siempre ha sido la tarea más difícil de cualquier cineasta. Por este motivo 'Mandy' es un paso en grande para su director, porque ha conseguido mantener su impecable puesta en escena sumándole una narración cercana y emotiva.
No sólo es mérito del director que sintamos algo por los personajes que aparecen en la película, claro. Los actores y actrices que salen en ella tienen parte del mérito. Todo el reparto está bien, la gran mayoría están excelsos. Los papeles que les ha tocado representar son jugosos, eso es innegable. Pero también es muy fácil caer en el ridículo por lo extremo de estas personalidades. Los villanos de la función son el mejor ejemplo. Recuerdan bastante a la mítica familia de 'La Matanza de Texas' por su afición a los raptos, asesinatos y lo de adorar a un líder. Un grupo sectario de cajón, vaya. Pero si allí eran letales, aquí son un poco más difíciles de definir. Todo resulta extremo, pero a la vez parece algo palpable, algo humano. Y esto lo representan perfectamente los actores que se encargan de ello, poniendo especial énfasis en el personaje de Jeremiah, interpretado por Linus Roache, excéntrico a más no poder con algunos momentos que sencillamente no te esperas y son geniales.
Los verdaderos protagonistas, Andrea Riseborough y Nicolas Cage, no podían ser menos. La primera, nos brinda una actuación muy sutil en la que su principal baza es su propia belleza. Su rostro angelical y su hipnotizante mirada consiguen ocultarnos las ideas bizarras que corren dentro de su cabeza. Se puede decir que Andrea consigue definir el personaje de Mandy con miradas y silencios antes que con palabras, un gran trabajo interpretativo.
Pero como ya habréis leído en otros sitios, este es el show de Nicolas Cage, y todo lo que leáis sobre ello es cierto. Su papel es... ¿bueno? ¿ridículo? ¿ambas cosas? Nicolas Cage está por encima de todo esto, pero la respuesta es un sí. A todo. Es un papel absolutamente brillante. Pasaremos durante varias fases con él. Durante la primera mitad de película es cercano y logras empatizar rápido. Red es un personaje corriente, un hombre trabajador que está profundamente enamorado de su novia y que lleva una vida normal. Este, es el Nicolas Cage contenido, el que es fácil de elogiar. Pero a partir de cierta escena que tiene lugar en un baño (en la que está simplemente soberbio), empieza a desencadenarse la bestia y empieza la locura.
En la otra mitad de la película seguiremos empatizando con él, pero a niveles infernales. Pasado de vueltas y sobreactuado, este es el Cage que todo el mundo crítica pero que está muy infravalorado. Nos deja momentos icónicos, le da algo más de personalidad al conjunto y nos lleva de la mano en su descenso a la locura. Sin Nicolas Cage, la película no sería lo mismo ni tendría tantos momentos memorables, así que no hay duda de que estamos ante una de las actuaciones del año y una de las mejores de toda su carrera. Una interpretación extrema, pero a la vez muy emotiva y estremecedora, que logra ponernos en la piel del protagonista. No cambies nunca, Cage.
'Mandy' es una de las películas más importantes del presente año. Es una película valiente, arriesgada, pero que tiene muy claro lo que quiere hacer. Si vais esperando la típica película de venganza puede que os sorprenda positiva o negativamente, pero tened claro que no os dejará indiferentes. Un viaje hacia la peor parte de la humanidad que difícilmente olvidaréis. Una imprescindible de este año, una muestra más de que Panos Cosmatos tiene un futuro muy prometedor por delante. Brillante.
Nota: 8,0
Por Marc Sacristán García
@TheLebowskiMan
Que la película sea pura fotografía y puesta en escena no significa que su nivel cinematográfico sea menor, igual estás hablando de su historia, que sí, es la que es, pero a nivel cinematográfico, como dices, creo que tiene muchísimas cosas a su favor. Se centra en las herramientas, la historia es solo una excusa, eso no tiene porque ser malo, de hecho, es precisamente lo que la convierte en el gran exponente del género este año (en mi opinión).
Por otra parte, y en cuanto a Cage, es que está en su elemento. La misma actuación desatada que no le ha podido funcionar en otras películas (cada uno sus gustos), aquí es la única posible, la película lo exige y por eso Cage la engrandece. Aún así, y dentro de lo que él suele hacer, creo que está en estado de gracia, y no me extraña que vaya a ser recordado por Mandy, una película que necesitaba a Cage tanto como él a ella.
Amén. Es una película que define a la perfección el mito en el que se ha transformado Cage.
Y ojo, que este año estrena la película que ha hecho con Sion Sono.
Salvo por una minoría no me consta que esta película tenga mejor consideración que otras similares y a Cage se le recordará por su polifacética vulgaridad, el nivel cinematográfico de 'Mandy' es menor en cualquier apartado que no sea su fotografía y puesta en escena lo cual no es mucho decir, en ese sentido ni Malick se ha librado de recibir palos por muy bien que luzcan sus películas y nadie discute su talento.
Es una delicia para los amantes del cine más culto, como del cine más visceral.
8