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'Una vida en tres días': Mi vida como un perro

Vía El Séptimo Arte por 13 de marzo de 2014

Es posible que Jason Reitman sea uno de los directores más regulares que hay hoy en día, ofreciendo un nivel muy similar en cada una de sus cinco películas, incluida esta 'Una vida en tres días' que si mis cálculos no me fallan transcurre, en realidad, a lo largo de cinco días y no de tres, detalle por demás insustancial con el que podríamos especular que se intenta evitar la ingeniosa rima que con el cinco siempre acaba haciendo el más tonto de la sala. En fin, lo cierto es que en esta ocasión Reitman deja de lado la comedia mordaz y ácida que ha caracterizado a sus cuatro trabajos previos para ofrecernos una especie de drama a lo Nicholas Sparks amable y sofisticado.

'Una vida en tres días' remite en cierto sentido al 'Larry Crowne' de Tom Hanks, un filme olvidado a pesar de no tener más de tres años cuya ingenuidad sencillamente descolocaba. ¿Acaso el mundo ya no es amable como decía Blade?. Algo de todo esto hay en 'Una vida en tres días', la que podríamos definir como una especie de versión de gama alta de 'Noches de tormenta', como si esta hubiera sido hecha con algo de vergüenza y un niño correteando por en medio. Con el cuidado y la buena mano que le caracteriza, incluso demasiado, Reitman mantiene la narración en un punto intermedio muy elegante donde todo fluye con armonía y volumen pero sin caer en lo meloso, el trazo hueso o la obviedad que han hecho de Nicholas Sparks un tipo muy feliz.

Incluso demasiado. Es tan evidente la atención por el detalle de Reitman y el cuidado y la mesura de su puesta en escena que sentimos, cual molesto Pepito Grillo, como cada palabra surge antes de un guión que de las emociones de cada personaje. Es, pues, un romance que aún narrado con fluidez y una caligrafía apreciable carece de autenticidad, y que resulta impuesto antes que fortuito, lo que limita el impacto de una historia, se entiende que melodramática, que aunque suavemente se deje ver suavemente falla en aquello donde no debería fallar, a nivel emocional, algo evidente en un tramo final durante el que a los espectadores más afines a la causa les bastará con un sólo clínex, si llega. Poco negocio, y poca sorpresa. Las dos cosas.

De Jason Reitman siempre he pensado que su meta en la vida viene a intentar ser una especie de sosias de Alexander Payne, alguien capaz de contar historias sencillas de forma cercana sustentadas en la emoción de los pequeños gestos. Eso, y en el trabajo de los actores, en este caso de los muy solventes -como siempre- Kate Winslet y Josh Brolin, que ayudan a poner buena cara y ser piadosos. O más bien, justos. Nada que objetar, salvo por la ausencia de un manto cómico sin el cual Reitman, quizá, no deja de ser un buen artesano al que, tras su momento Oscar con 'Juno' y 'Up in the Air', hay que quitarle de las quinielas venideras para, quien sabe, encontrar su sitio dotando de un mínimo de dignidad a las producciones inspiradas en los libros de Nicholas Sparks... como Lasse Hallström.

Nota: 6.25

Por Juan Pairet Iglesias

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Comentarios

  • Avatar de Beyond
    Beyond 27 de Julio de 2014, 11:44:41 PM
    Si el tema es que no es mala, pero tiene fallos gordos. A mí me molestan sobre todo ciertos errores del guión que hacen que algunas escenas resulten inverosímiles. Esto le resta credibilidad a la cinta, sobre todo en la parte final, que no deja de ser... curiosa. Pero vamos, en general da la sensación de que podría haber dado más de sí.

    Mi nota es 5,5/10.
  • Avatar de Sullivan
    Sullivan 22 de Noviembre de 2014, 05:41:19 PM
    Americanada. Cada película que hace Reitman se va volviendo más aburrido y conservador. Esta peli en especial y la anterior, 'Young adult', mandan unos mensajes que no se si esque yo los interpreto mal o parecen sacados de cualquier reverendo de cualquier iglesia de cualquiera de esos pueblos de la américa profunda que nos enseña en sus pelis.

    Pasable.