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Cuentos de la Luna oscura

Vía El Séptimo Arte por 08 de octubre de 2009
Dicen que una de las tácticas más viejas en la conquista del corazón es prometerle a tu pareja la Luna. Si ayer hicimos hincapié en cómo se había instalado en Sitges la temática amorosa, hoy el Festival ha decidido hacer el paso natural, y alzar sus ojos a la Luna (cuando se cumplen 40 años de que el hombre pusiera los pies en ella). Y bendito sea nuestro querido satélite, porque la jornada estaba siendo de lo más desalentadora.

Sería injusto decir que 'The House of the Devil' es un fracaso absoluto. Que conste que respeto las ganas que pone Ti West a la hora de aportar Nuevas Visiones (de nada, Sr. Sala) al género de terror. El argumento trata sobre sectas satánicas, y de cómo una cándida muchacha cae en las garras de una de ellas durante una noche de eclipse de Luna, para vaya usted a saber qué ritos macabros. Lo que tenemos aquí es una historia ubicada en la década de los ochenta, y como tal, el director se toma muy en serio eso de reproducir la época. No sólo se perciben esos indicios en el vestuario y el maquillaje, sino también la banda sonora y en definitiva, en la manera de rodar. Salvando las infinitas diferencias, es algo parecido a lo que hace Quentin Tarantino con su trash. Es más, hay también leves indicios tarantinianos en la manera de tratar el desarrollo de los eventos: creando el clímax de forma muy lenta, para luego reventarlo todo en cuestión de segundos. Este es el principal encanto y error de 'The House of the Devil', que el terror se cuece a fuego lentísimo. Hay siempre instalada una atmosfera tétrica, y sin usar golpes de efecto baratos –se agradece-. El problema es que West se pasa de rosca. Estira demasiado la cuerda, y los leves indicios de pánico se convierten en tedio ante una trama que parece no querer avanzar. Lástima.

En la Luna debía estar la mente del alegre Shinya Tsukamoto cuando ideó 'Tetsuo the Bulletman'. Mucha jeta tiene el cineasta japonés para sacarse de la chistera a estas alturas la tercera entrega de la saga que en su día le dio la fama, pero que actualmente huele a rancio por todos los lados. Por si no se había dado cuenta, sería bueno que alguien le dijera que han pasado ya más de veinte desde el auge del cyberpunk. Vale, en aquel entonces nos lo pasamos todos muy bien con aquella mezcla de carne y maquinaria, pero ahora soplan nuevos vientos. Y si sigue usted emperrado en desenterrar cadáveres, por lo menos tenga la decencia de innovar ni que sea en el apartado estético. Cada fotograma, cada diálogo, cada movimiento de cámara (¡pare quieto, por favor!) es la muestra de una época largo tiempo pasada... y obsoleta. Lo más triste de ello es que la película se las da de moderna, con lo que el resultado no hace sino provocar en mí incredulidad y carcajadas a partes iguales. Eso sí, Tokio es una ciudad bella pero desoladora a la vez. Gracias por la noticia.

El que sí está realmente en el espacio exterior es Michael E. López-Alegría. Fácil siendo uno de los astronautas residentes en la Estación Espacial Internacional. Manuel Huerga, que en cuanto terminó de rodar 'Salvador' se puso inmediatamente manos a la obra con este nuevo proyecto, figura como el director de la película. Pero sin querer levantar polémica, es obligatorio incidir en el hecho de que fue su protagonista el encargado de rodar la mayor parte del material audiovisual (que conste en acta). El segundo título de 'Diario de un astronauta' es el que acaba por revelar la gracia del documental. “Son and Moon” habla de aquel niño que para encontrar a su padre no tiene más remedio que alargar el cuello para mirar al firmamento... o a la pantalla que conecta con la ISS. O visto desde el otro lado, habla de aquel hombre que entiende los sacrificios que a veces deben llevarse a cabo para realizar los sueños. En su caso, alejarse de su familia durante un prolongado período de tiempo. La verdad es que es curioso ver cómo alguien que está en la cúspide; realizando un trabajo que podrá repercutir en toda la población mundial, sufra por no poder estar in situ junto a su hijo cuando se le ha caído un diente... o cuando toca regañarle. El retrato más tierno y humano del héroe (geniales los frustrantes diálogos con Nicolas o las conversaciones con la rama española) es el mayor argumento de una película que desgraciadamente pierde interés cuando trata de centrarse en la vida más “rutinaria” del astronauta. Demasiado irregular.

Hablamos de la Luna... hablamos de Sitges... y sí, hablamos de 'Moon', una de las grandes atracciones de la 42ª edición del certamen. Duncan Jones nos sitúa en un futuro no muy lejano en el que los problemas energéticos de la Tierra se han solucionado gracias a la extracción del Helio-3. La gracia del asunto es que hay una sola persona encargada de llevar a buen puerto esta vital tarea. Se trata de Sam Bell, un astronauta que debe estar aislado en el satélite durante tres años antes de que llegue su relevo. El problema surge a raíz de un accidente con un vehículo lunar, dos semanas antes de su partida. A raíz del imprevisto, Sam va a descubrir terribles secretos sobre la empresa que le contrató... y sobre él mismo. Como desgraciadamente suele suceder en estas ocasiones, ha habido un poco de decepción después de la proyección. Hay que tener en cuenta que la película venía de otros festivales con el hype por las nubes. Es esa la única razón por la que hablo de pequeña decepción, porque lo cierto es que al resultado pocas pegas importantes se le pueden poner.

Sólo hay que centrarse en un hecho de lo más elocuente: a Duncan Jones se le ha dejado de conocer como “el-hijo-de-David-Bowie” con un único largometraje en su haber. Síntoma inequívoco de que las cosas se han hecho muy bien. Tanto a nivel de dirección (apenas se notan las relativas limitaciones presupuestarias) como a nivel de guión. Sin miedo a ser tragado por su propia propuesta, Jones escribe una historia sólida que engancha, densa y fácil de seguir a la vez. ¿Adictiva aventura espacial o reflexión sobre la condición humana? Hay libertad para elegir. Como es habitual, Sam Rockwell demuestra que si se le da un papel de importancia, cumple con altísima nota. Por exigencias del guión, es él quien lleva buena parte del peso narrativo (sin desmerecer a la versión rudimentaria y menos hostil con voz de Kevin Spacey del HAL 9000), duplicando esfuerzos y haciéndose amo y señor de la pantalla. Donde otros muchos otros se hubieran arrugado, él se siente como pez en el agua. Casi tanto como un público que ha sabido corresponder el esfuerzo y dedicación de un director a tener muy en cuenta a partir de ya. ¿Estamos pues ante un nuevo clásico de la ciencia-ficción? El tiempo decidirá. De momento todo indica que “por lo menos”, 'Moon' tiene más que asegurado el calificativo de gran película de culto. Ya lo quisieran muchas...

Mañana más.

por Víctor Esquirol Molinas

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Comentarios

  • Avatar de reporter
    reporter 13 de Octubre de 2009, 09:17:37 PM
    Claro q sí. Ya sea en festivales o no... HAY QUE HACER una qdada septimoartera YA :si.
  • Avatar de ~&#931;DU~
    ~ΣDU~ 14 de Octubre de 2009, 12:09:27 AM
    Cita de: reporter en 13 de Octubre de 2009, 09:17:37 PM
    Claro q sí. Ya sea en festivales o no... HAY QUE HACER una qdada septimoartera YA :si.

    Jaja, hace mucho lo hablamos tú y yo xD y sería épico la verdad :obacion

    Además, con mi hermano y Erendil... corte ninguno :poss
  • Avatar de El Nota
    El Nota 14 de Octubre de 2009, 08:46:27 PM
    Estáis todos invitados a Mazorca City.
  • Avatar de reporter
    reporter 14 de Octubre de 2009, 09:02:16 PM
    Cita de: El Nota en 14 de Octubre de 2009, 08:46:27 PMEstáis todos invitados a Mazorca City.

    No me lo digas dos veces eh, q como buen catalán q soy, puedo sacar mi faceta gorrona :D..
  • Avatar de El Nota
    El Nota 14 de Octubre de 2009, 10:12:52 PM
    Mi casa es tu casa, eso sí, a dormir con el perro. xD