Día 4: Lunes de SEFF, lunes menos lunes
El único lunes de vida del Festival de Cine Europeo de Sevilla venía cargado y jugoso. Tal vez porque era lunes y pretendía aplacar el hastío que provocan los inicios de semana, o simplemente porque el SEFF tiene este año mejor material que nunca, y reparta como reparta los títulos, los días tienen pases inevitablemente interesantes, procedan de donde procedan los mismos. No obstante, y por el trabajo realizado, el madrugón en este 4º día de festival podía esperar.
El primer título venía desde Italia, y lo firmaba un novel llamado Roberto de Paolis, que debutaba de una manera más que loable. Su 'Corazón puro' es similar a la 'Fiore' que el SEFF trajo el año pasado (cuyo protagonista, Josciua Algeri, falleció tristemente en marzo), pero con dos elementos que la distinguen por elevación de la segunda: su profundidad, donde quedan más cinceladas las mentalidades católicas y los prejuicios raciales, y el plot-twist casi al epílogo de la cinta que empuja a la misma de ser una premisa vista a una propuesta interesante.
El guión es muy inteligente, con un subtexto tremendamente necesario y de rabiosa actualidad. Es la Europa presente, la del siglo XXI, la de la fobia por raza y la de la discriminación, la de la educación obstinada en base a creencias impuestas por decreto a una hija, pero también la del amor juvenil, imposible, impotente y rebelde. Una película fresca, de contexto social, que sería delicioso que encontrara recompensa en el palmarés de esta edición por su trabajado trasfondo y su valentía final.
El patito feo de la jornada llegaba desde Portugal, donde Manuel Mozos intentaba con 'Ramiro' comediar la vida de un librero de obras de segunda mano y escritor con un bloque existencial hasta casi volverla una telenovela, pero nada más lejos de la realidad. La película, con elementos interesantes como el macguffin paternofilial entre el protagonista y la chica embarazada, se precipita por el desfiladero que crea su propia apatía, creando una puerta mental al olvido nada más cruzar el espectador la salida de la sala.
Este tipo de propuestas dificultan la empatía del que las ve de por sí, pero si encima el protagonista (al que da vida António Mortágua y que está casi monitorizado en el grueso del metraje) resulta inerte, el resultado es un rato de sopor bastante innecesario. Podría haber ahondado en subtramas que suscitaban atención, pero las deja pasar como el que confiado que cree que lo hecho le vale para aprobar, y no (y menos cuando regalas escenas totalmente randoms e irrelevantes como una tortuga cayéndose de un estanque).
La tarde adquiría tintes de suma tensión con el pase de prensa programado para 'Oro', la ambiciosa epopeya hacia un particular El Dorado de una expedición española que se inventó Arturo Pérez-Reverte y que ha llevado al cine Agustín Díaz Yanez, al que le encantan los retos imponentes, como demostró con 'Alatriste' (2006). Aquí Yanez juega a ser Gore Verbinski y pierde, pero su intención encuentra el beneplácito por no perderle la cara al reto ante la complejidad de la empresa que se le presenta como cineasta.
'Oro' es algo así como una "jungla opera" (disculpen la licencia) con una realización tremenda, repleta de fascinantes contrapicados y de enfoques a trasluz que tensionan la mirada del espectador en cada escena. El problema que hace que 'Oro' no deje atrás la etiqueta de aprobación y no se coma la de épica obra es la fotografía, que es un desastre. Al no tener una buena iluminación la escena, la resolución es terrible durante la mayoría del metraje, dificultando mucho divisar lo que pasa en escenas por ejemplo nocturnas.
Aun así, la producción mastodóntica que supone la película debe ser una puerta abierta al coraje y el riesgo de productoras que apuesten por el cine a gran escala en este país. No todas las veces se puede disponer de Arturo Pérez-Reverte embutido en la piel de George R. R. Martin hablando sobre lo que es la ambición con falta de ética, codicia, ego, deseo de fama y poder, crueldad, ceguera. Un sentimiento vil que vuelve al más noble de los soldados en un enemigo que duerme lado con lado con quien ya no es más su compañero.
Para terminar el día, desde Estados Unidos pero de co-producción europea, Roger Michell (que ya no necesita hacer más cine para trascender porque es el artífice de 'Nothing Hill') reboza el clásico de 1952 con Olivia de Havilland y Richard Burton basado en la novela de Daphne Du Maurier. Michel hace suyo este drama de época que va de menos a más pero que no termina de golpear con fuerza debido al personaje de Sam Claflin, cuyas motivaciones no son nada creíbles. No cuela enamorarse en 5' después de preparar un odio durante 20' y que luego el punto de giro que le abofetee de realidad sea el trillado recurso de encontrar una carta.
Aún así no es una mala película esta 'Mi prima Rachel', y seguramente sea una adaptación más que digna de la obra escrita, mas aún cuando tiene a una Rachel Weisz espectacular. Ella fue una alumna muy buena de la Academia "Amazing Amy" en la que impartía clases Rosamund Pike. Genial en el registro de mujer perversa, así como en el de dolida viuda o en el de amante en ciernes. Uno de los mejores papeles de este festival de largo, aunque probablemente no mejor que lo que haga mañana Jeanne Balibar en 'Barbara'.
El lunes se va y ya se enfila el martes, lo que significa que estamos en el ecuador del festival. A medida que avanzan los días, la sensación de que se acerca el final es inamovible, pero a la misma vez, solapado con el mismo feeling, está deseo por películas que quedan por proyectarse como ese singular biopic de la cantante Barbara por Mathieu Amalric o últimas oportunidades de recuperar títulos imperdibles como la chanante 'The Square' de Ruben Östlund. Vean cine, es una orden.
That's what I say.
Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_
La película portuguesa A Fábrica de Nada de Pedro Pinho se ha hecho con el Giraldillo de Oro de la XIV edición. El documentalista Pedro Pinho, al abrigo del colectivo de cineastas Terratreme, y con la crisis económica como trasfondo, ha hecho de éste su primer largometraje de ficción la película europea revelación del año. A Fábrica de Nada (The Nothing Factory) es una referencia desde que se presentó en la Quincena de Realizadores de Cannes y ha tenido en Sevilla su premier nacional.
Durante la gala se procederá a la entrega de premios a las películas galardonadas en las distintas secciones del festival. Asimismo, la actriz danesa Trine Dyrholm, uno de los rostros más populares del cine europeo y musa del movimiento Dogma 95, recibirá el Premio Ciudad de Sevilla. El festival reconoce así la trayectoria de una intérprete que ha desarrollado su carrera paralelamente en cine, televisión y teatro y que ha participado en más de cincuenta títulos. Dyrholm ha presentado durante el festival su último trabajo, Nico, 1988 de Susanna Nicchiarelli, en el que ha dado vida a la mítica cantante de la Velvet Underground e icono de la cultura de los años sesenta y setenta.
El festival rendirá homenaje durante su clausura a Benito Herrera, responsable de la Unidad de Cinematografía y Artes Audiovisuales de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, fallecido el pasado mes de octubre. Herrera ha sido uno de los grandes conocedores del audiovisual andaluz y un enorme defensor e impulsor del sector, incluyendo al propio Festival de Sevilla.
Una vez finalizada la gala, se proyectará Barbara de Mathieu Amalric, película reconocida con el Premio a la Mejor Dirección, un sorprendente biopic de la cantante francesa que se construye como un juego metacinematográfico.
El domingo 12 de noviembre el Festival de Sevilla vivirá su última jornada con la proyección de tres de las películas premiadas en el Teatro Alameda. Los films que tendrán una última proyección serán Insyriated de Philippe Van Leeuw a las 17.00 (Premio Eurimages), Western de Valeska Grisebach (Gran Premio del Jurado) a las 19.00 (Gran Premio del Jurado) y A fábrica de nada de Pedro Pinho a las 21:15 (Giraldillo de Oro).
A fábrica de nada, de Pedro Pinho
GRAN PREMIO DEL JURADO
Western, de Valeska Grisebach
MENCIÓN ESPECIAL DEL JURADO
Zama, de Lucrecia Martel
PREMIO A LA MEJOR DIRECCIÓN
Barbara, de Mathieu Amalric
PREMIO AL MEJOR GUION
A Violent Life, de Thierry de Peretti
PREMIO A LA MEJOR ACTRIZ
Selene Caramazza por Corazón puro
PREMIO AL MEJOR ACTOR
Pio Amato por A Ciambra
PREMIO A LA MEJOR DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA
Maria Von Hausswolff por Winter Brothers
PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA DE LA SECCIÓN LAS NUEVAS OLAS
Niñato, de Adrián Orr
PREMIO ESPECIAL LAS NUEVAS OLAS (ex aequo)
The Wild Boys, de Bertrand Mandico y Pin Cushion, de Deborah Haywood
PREMIO NUEVAS OLAS NO FICCIÓN
Distant Constellation, de Shevaun Mizhari
PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA DE LA COMPETICIÓN OFICIAL RESISTENCIAS
Ternura y la tercera persona, de Pablo Llorca
PREMIO DELUXE
El mar nos mira de lejos, de Manuel Muñoz Rivas
PREMIO EUROPA JUNIOR
El malvado zorro feroz, de Patrick Imbert, Benjamin Renner
PREMIO CINÉFILOS DEL FUTURO
Just Charlie, de Rebekah Fortune
GRAN PREMIO DEL PÚBLICO
Insyriated, de Philippe Van Leeuw
PREMIO EURIMAGES A LA MEJOR COPRODUCCIÓN EUROPEA
L'intrusa, de Leonardo di Costanzo
PREMIO ROSARIO VALPUESTA AL MEJOR CORTOMETRAJE PANORAMA ANDALUZ
El mundanal ruido, de David Muñoz
PREMIO ESPECIAL ROSARIO VALPUESTA A LA CATEOGRÍA ARTÍSTICA (DIRECCIÓN)
Ayer o anteayer, de Hugo Sanz Rodero
MENCIÓN ESPECIAL DEL JURADO ASECAN
Diferencias, de Isabel Alberro
PREMIO ASECAN A LA MEJOR PELÍCULA DE LA SECCIÓN OFICIAL
Tierra firme, de Carlos Marqués-Marcet
PREMIO CICAE MEJOR ÓPERA PRIMA
Tierra de Dios, de Francis Lee
IV PREMIO OCAÑA A LA LIBERTAD
Mr Gay Syria, de Ayse Toprak