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Capítulo V - ¡Indecentes!

Vía El Séptimo Arte por 31 de mayo de 2014

Hay cosas que, por más que uno le de vueltas, no acaba de entender del todo. El pasado jueves se proyecto 'La matanza de Texas', cinta que un Tobe Hooper presente en la sala dirigió en 1974, evento al que se le dio bastante cobertura mediática... mientras que ayer, sin prácticamente más mención que la recogida en su folleto de mano, se proyectó 'Una vela para el diablo', cinta que un Eugenio Martín presente en la sala dirigió en 1973.

Estaremos de acuerdo porque lo estamos: la cinta española no goza del mismo glamour, fama o consideración que la norteamericana. ¿Pero acaso goza de ellos una película como 'Mientras duermes'? La todavía aún última película del homenajeado Jaume Balagueró se proyecto ayer a continuación de la citada, por sugerencia del propio Balagueró -según nos chivan- y en la misma sala (medio vacía) donde un servidor entre otros muchos la vio hace dos años y medio... dos años y medio.

No creo que haga falta decir mucho más para entender, sin acritud, hacia dónde quiero ir, porque la reflexión que cada cual pueda sacar de ello seguro que será más valiosa e interesante. Ni caigamos en la indecencia... ni caigamos en lo que no tiene nombre (que hubiera sido lo suyo).

En fin, una lástima que la proyección de 'Una vela para el diablo' no obtuviera una repercusión mayor, pues estamos ante un filme con más de 40 años a sus espaldas que ha aguantado bastante bien el paso del tiempo, lo que dice mucho en favor de la solidez de un clásico del cine de género, una variante de la cinematografía autóctona que debiera gozar de un mayor reconocimiento popular más aún ahora que tan buena salud parece mostrar el fantástico español... y que como sugerencia me atrevo a decir de todos los allí presentes hacia Nocturna, se merece un protagonismo mayor en sucesivas ediciones. Tomar nota, por favor.

Precedido por la proyección del documental sobre el Spanish Horror '¡Zarpazos! Un viaje por el Spanish Horror', de Víctor Matellano, el propio Eugenio Martín hizo una pequeña presentación de este filme ambientado en un pueblecito prototípico de la España rural de los años 60. Aunque imperfecto en su acabado y de claro sabor castizo, una producción que por encima de su limitaciones técnicas está plagado de hallazgos e ideas tan sugerentes que hacen de su visionado algo muy estimulante, muy por encima de la media de los productos adscritos al llamado género de terror que se estrenan hoy en día en los multi-salas de las afueras...

Al menos y como alternativa excusable al filme de Eugenio Martín teníamos 'Wolf Creek 2', una secuela netamente superior al filme con el que Greg McLean debutó en 2005. McLean cede el protagonismo absoluto al carismático y ya icónico Mick Taylor (John Jarratt) para, con un excelente dominio del tempo narrativo y un perverso sentido del humor, ofrecer una brillante, desenfrenada y sangrienta gamberrada de primera. ¿De verdad que segundas partes nunca fueron buenas...?

Aprovechamos el hueco dejado a media tarde en la programación (...) para ver 'Maléfica' en un cine próximo, cinta que no es el desastre que la ausencia de pases de prensa hacia presagiar, si bien pervierte el cuento original de tal manera que no se descarta una una considerable indignación por parte de los más clasicistas. La misma perversión que convierte a la mala en buena, al cuento en una pantomima y a esta sobrecargada superproducción en una historia tan estúpida como bella, tan hueca como llevadera resulta su buena factura audiovisual. Lo que sigue sin explicación es por qué Disney continúa apostando tan innecesariamente por acercamientos hiperbólicos superiores a 200 millones de dólares cuando, está cinta sin ir más lejos, demandaba un tratamiento más íntimo, comedido y sobre todo perfectamente filmable, sin tantas zarandajas, por un coste más razonable (y menos propenso a ser tachado de fracaso a la mínima).

Retomando la parte que nos toca -se supone-, la noche empieza con 'Chimères', una pasable vuelta de tuerca a la temática vampírica a la que le falta mordiente, nervio y mala leche. Un tanto fría, distante, morosa, con un planteamiento que tarda en adoptar su forma para, una vez que lo ha hecho, dar la sensación de concluir de manera apresurada y caprichosa. Pero encontramos en ella alguna que otra idea como para mantener la atención durante sus muy ajustados 82 minutos de metraje, que ya es más de lo que podemos decir de la "sesión de medianoche" que tanto se estaba echando en falta -no hay certamen fantástico que no deba tenerla-.

Hablamos de 'Pinup Dolls on Ice', secuela que gracias a un par de tetas -literal- podríamos poner un poco por encima de su precedente, 'Bikini Girls On Ice'. Clásico slasher rudimentario que usa de manera harto maliciosa el reclamo de unas pobres víctimas ligeras de ropa. La cerveza, las palomitas, los amigos, las estupideces... al mal tiempo buena cara: ya lo decíamos, no se trata de ver buen cine, se trata de disfrutar en una sala de cine. Y una mala película en buena compañía es mucho mejor opción que una buena película en mala compañía. Ahí queda eso.

Continuará.



Por Juan Pairet Iglesias

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Comentarios

  • Avatar de Wanchope
    Wanchope 04 de Junio de 2014, 11:15:04 PM
     :disimu

  • Avatar de jescri
    jescri 04 de Junio de 2014, 11:43:06 PM
    Ya te he visto pirata. Estás justo en medio al lado del de barbas   :guay
  • Avatar de Wanchope
    Wanchope 05 de Junio de 2014, 12:19:04 AM
    Un respeto por "el de barbas", que es amigo, eh.  :burla
  • Avatar de a free spirit
    a free spirit 06 de Junio de 2014, 09:05:54 AM
    ¿El barbas es el de la camiseta blanca?

    Entonces ¿tu quien eres el que está a su lado que lleva gafas o el de sin gafas?
  • Avatar de Wanchope
    Wanchope 06 de Junio de 2014, 09:19:34 AM
    Más fácil, el de la coca-cola que parece que se esconde. Sesión de las 5, la coca-cola indispensable.  :alegre