Capítulo VIII: Ni si ni no, ninoninoni
Esta penúltima jornada comienza con un viaje; bueno, más bien con el amago de uno, el que pretenden realizar los protagonistas de 'Melbourne' a la ciudad australiana, si bien unas pocas horas antes se encuentran con "un marrón" entre manos. O el iraní Nima Javidi jugando a ser el también iraní Asghar Farhadi en un teatrillo muy apreciable que no sale de un apartamento y cuenta a su favor con la baza del "¿y usted qué opina?". Le falta rematar la faena y un puntito de intensidad... pero Asghar Farhadi tampoco acertó a la primera.
Como tampoco acierta a la primera Darius Clark Monroe con 'Evolution of a Criminal', documental sobre un tal Darius Clark Monroe... esto es, sobre su director, quién en un momento dado robo un banco. ¿Y? Pues eso, que el citado Monroe expía (y/o exprime) sus pecaditos en esta pieza que sugiere mucho a brochazo limpio y sin querer... pero no por su calidad, sino por evidenciar lo peligroso, manipulable y sensacionalista que puede llegar a ser un presunto documental/oda a lo inspirador que puede ser uno mismo. Una "americanada" hinchadísima y sensiblera que, para el caso, es como si editásemos un vídeo con el día de nuestra boda creyéndonos que somos Coppola con 'El padrino'. God bless America?
A la tarde Gijón se reencuentra con uno de los suyos, Hong Sang-soo, y su (pen)última película, 'Hill of Freedom'. Uno de los suyos, más no uno de los míos quién se muestra bastante reticente a valorar positivamente el trabajo de Sang-soo (a pesar de que el año pasado me leyese un libro -¡entero!- sobre su cine...). Lo que parece una bonica practiquilla de escuela rodada por un estudiante de primer curso. Más o menos lo de siempre, más o menos igual de irrelevante... a excepción de "esos zooms", por supuesto, que siguen doliendo como un puñal en la espalda. ¡Faltaría!
Bastante más interesante resulta 'Manuscripts Don't Burn', de Mohammad Rasoulof, un buen filme a pesar de su relamida evidencia (de trazo grueso), de su dilatada laxitud (antisocial) y de su acuciante falta de ritmo... leído así posiblemente suene mal, peor de lo que es en realidad, la de un filme convincente y que siempre mantiene el interés, pero que se ve lastrado por algunos pequeños excesos que impiden que podamos correr a sus brazos.
Y correr lo que se dice correr es lo provoca 'Song of My Mother', pero hacia la salida una vez alcanza la línea de meta. La última del día se revela como un filme pesadísimo a pesar de poseer una dinámica solvente y una pareja protagonista que funciona, la formada por Zubeyde Ronahi y Feyyaz Duman, madre e hijo en la ficción. Al igual que el filme anterior este drama turco (influenciado por el cine de Andrei Tarkovsky -nos chivan al principio-) no es ni mucho menos un mal filme... pero no convence, siendo tan fácil entrar en un principio -todos tenemos madre- como tan fácil salirse al final -todos tenemos madre-.
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
Biba la democracia.
De traca.
1. Je ne suis pas mort (Fitoussi)
2. Idiots and Angels (Plympton)
3. Respire (Laurent)
4. Les combattants (Cailley)
5. Letters to Max (Baudelaire)
6. Hill of Freedom (Hong)
7. Red Army (Polsky)
8. Trap Street (Qu)
9. Court (Tamhane)
10. It Follows (Mitchell)