La crisis toma Berlín
Y no lo decimos por el más que evidente recorte presupuestario del festival, que una vez pasados los fastos en motivo de la 60ª edición del año pasado, han dado lugar a una celebración mucho más austera (menos películas a competición -menos aún si se prohíbe la entrada al pobre Uwe Boll, que no ha tardado en subirse por las paredes al prohibirle la organización...