'Un lugar tranquilo: Día 1' - Algo nos ha encontrado
Esta precuela da un poco la sensación de ser pero no ser, de no ser pero al mismo tiempo ser. Las intenciones son claras, tanto como nobles y en verdad muy de agradecer, pero el resultado no acaba de ser tan redondo como cabría esperar y desear. Satisfactorio, pero no redondo. De ahí que después de otras dos películas más redondas y/o contundentes, 'Un lugar tranquilo: Día 1' transmita una leve y relativa sensación a oportunidad no aprovechada.
Algo injusta, eso sí, para con una producción tan sólida, para un drama disfrazado de blockbuster, o un blockbuster vestido de drama muy convincente en ambos sentidos. La clave es que ante la necesidad de comportarse como blockbuster también pretende funcionar como película. Y lo hace, comportarse y funcionar a lo largo de apenas 90 minutos muy ajustados que modelan y ejemplarizan lo que podríamos considerar el buen y honesto cine comercial norteamericano.
Cine DE efectos especiales con fundamento, corazón y orgullo. Esto es, cine CON efectos especiales que sin embargo no explota su condición con la misma espectacular y apabullante alegría y eficacia como por ejemplo 'Monstruoso', en la que es complicado no pensar 15 años después. Y es que en la comparación 'Un lugar tranquilo: Día 1' sale perdiendo respecto a la de Matt Reeves, película que se engrandecía allí donde la de Michael Sarnoski se empequeñece.
Las miles de posibilidades que admite la premisa tal vez, en especial cuando pasas de una granja en mitad de la nada a una grandísima ciudad superpoblada como Nueva York. Posibilidades que 'Un lugar tranquilo: Día 1' no explota o no parece explotar, siendo en la práctica una historia igualmente reduccionista sobre dos personas. Siendo en esencia una película tirando a pequeña e íntima que aparenta (o pretende aparentar) ser mucho más grande de lo que es.
Un "día 1" que se desarrolla durante más de un día pero que al igual que la segunda parte no expande la franquicia; tan solo la exprime con una historia en teoría autoconclusiva (aun con la presencia de Djimon Hounsou) y que no le saca tanto partido a su escenario como las dos anteriores. O cuando se hace más con menos, y también de una manera más concluyente y contundente, con Nueva York relegada a ser un marco antes que un personaje más.
Una sensación algo injusta, eso sí, para con una producción tan sólida como 'Un lugar tranquilo: Día 1', película en cualquier caso eficaz y satisfactoria que sin embargo promete más de lo que acaba ofreciendo. Que no es ni mucho menos poco, ni como drama ni como espectáculo, aunque en comparación con las dos anteriores lo pueda parecer. Quizá reemplazar a Alex Wolff por Joseph Quinn sobre la marcha sea un hándicap dramático demasiado grande o evidente...
... o quizá el forzado remate de algunas secuencias "de impacto" les reste "sensación de amenaza" a los no siempre tan voraces alienígenas. Sea como fuere, 'Un lugar tranquilo: Día 1' se queda entre medias de las otras dos, no siendo ni tan emotiva como la 1ª ni tan intensa como la 2ª. Lo que no está nada mal, por más que eso le haga estar a la sombra de ambas (así como también de producciones neoyorquinas más redondas como 'Monstruoso'...)
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Tras dos entregas dirigidas, producidas y apareciendo también delante de las cámaras, John Krasinski se aparta a un lado para solamente producir esta precuela sin los Abbott en el que vemos el principio de la invasión de los ladrones de sonido; solamente que esta vez en Nueva York y con Lupita Nyong'o y Joseph Quinn como cabezas de cartel. Y, por supuesto, el gato Frodo al que le deberían dar el Oscar al Mejor Actor de Reparto.
Coñas aparte, estamos ante una más que digna precuela en el que no aparecen Emily Blunt, John Krasinski y compañía, pero que -por otro lado- tiene a dos muy buenos actores que sacan para adelante una historia más intimista y dramática que trepidante y frenética. Por supuesto, tiene escenas de este estilo, mas esto no es lo que busca el filme. El objetivo del largometraje es contemplar a dos personas (y al gato de servicio de ella, ya que tiene cáncer) sobrellevando un escenario apocalíptico donde la vida tal y como la conocían ha terminado por una invasión extraterrestre.
Vaya por delante que desde la primera entrega en 2018, esta nunca buscó ser una saga más de invasiones, sino sobre supervivencia y sobrevivir a los obstáculos que se vayan pasando en un mundo que se ha ido a tomar por culo. Por supuesto, estamos ante eso una vez más manteniendo una continuación del tono; sí que echo de menos que ya se sepa algo más de estos bichos cuyo fuerte es la detección de cualquier sonido, especialmente en una precuela que daba pie a conocerlos algo más.
Esperando a que eso lo aporte una futura tercera parte, esta es una bonita historia de dos supervivientes y de gente de la ciudad que también están luchando para vivir un día más. Especialmente de ellos dos, un vínculo del que no parecía que iba a surgir una amistad (especialmente, debido a la enfermedad que sufre), aunque poco a poco Eric (Quinn) se va ganando su confianza y terminarán siendo inseparables. Para Samira (Nyongo'o) supondrá un golpe de aire fresco en su vida. Todo lo concerniente con su gato se hace muy cogido con pinzas, pero no estoy para pedir realismo en una producción como esta y se le coge cariño al animal.
Espero con ganas una futura tercera parte con el regreso de los Abbott y los supervivientes en el que, espero, que vayan a por todas contra las criaturas espaciales. Esta franquicia está siendo una saga de largometrajes bastante sólida y que trae algo ligeramente distinto a lo tradicional dentro de la ciencia-ficción y el terror. Aún con todo, sí que es verdad que me gustaría que entrasen algo más en el terreno de revelar más sobre los extraterrestres; me parecen lo suficientemente interesantes para que se entre más en su biología.
7.7
Me hace gracia que su sinopsis sea "Descubre por qué nuestro mundo se quedó en silencio" cuando en verdad no explican nada nuevo y te quedas igual.