'Farang' - El aprendiz de Evans
Sam es un recluso ejemplar decidido a rehacer su vida. Pero durante un permiso sus viejos amigos vuelven a llamar a su puerta y un desafortunado accidente a los diez minutos de película solo le deja una opción: escapar. Cinco años después ha logrado rehacer su vida en Tailandia, donde ha formado la familia con la que siempre había soñado vivir en paz...
... pero ya sabemos de que va esto. Tarde o temprano se volverá a liar parda. A esto venimos. De eso se trata. Y a grandes rasgos 'Farang' viene a ser la película que cabe esperar que sea una película como 'Farang': una película "de hostias como panes" del estilo a tantas otras más o menos logradas y/o publicitadas, más o menos intensas y/o convincentes.
Xavier Gens sabe lo que se hace, y después de muchos años tratando de encontrar su sitio parece que lo ha encontrado como sucedáneo directo y sencillo de un Gareth Evans desaparecido en combate. No por casualidad, Gens era uno de los socios de Evans en 'Gangs of London'; no por casualidad, si por algo destaca 'Farang' es por sus "hostias".
Obviamente. Porque de eso se trata, porque a esto venimos.
Ni muchas ni pocas, suficientes para que tengan sentido y fundamento. Como las recientes 'Monkey Man' o 'Kill Boy', se trata de violencia más o menos gratuita y efectista, más o menos lúdica y sangrienta a ser posible servida en bandeja de plata. Y 'Farang' lo hace en gran medida siendo un efectivo, sólido y solvente ejemplar de tan socorrido género.
Puede que a la sombra de otros títulos. Como sin ir más lejos lo estaba el propio Gens de Evans en la primera temporada de 'Gangs of London', no obstante tan eficiente y al gusto del consumidor como lo es la segunda sin ellos. Como lo es 'Farang', una película que cumple a la medida que cabe esperar que cumpla un "pequeño hit de videoclub de barrio" como 'Farang'.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex