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'Gangs of London' (T2) - Más mafiosos, más guerra

Vía El Séptimo Arte por 04 de septiembre de 2024
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Decía en su momento, hace ya mucho tiempo, que 'Gangs Of London' no era la serie que podría parecer que era, ni tampoco la que parecía que prometía ser durante los primeros episodios de su primera temporada.

Porque no, a pesar de estar creada por Gareth Evans no era (exactamente) como 'The Raid' (y su secuela), en el sentido en el que no se estaban dando de hostias todo el rato, ni todos los capítulos tenían por qué centrarse en las "hostias como panes". No hay mal (relativo) que por bien (relativo) no venga. Su historia tampoco era una mera excusa para darse de hostias, ni su planteamiento narrativo se limitaba a ser el de una serie B de videoclub.

Algo que va a más a lo largo de esta segunda temporada que tanto (y tan discretamente) ha tardado en llegar a nuestro país. 'Gangs of London' es, ante todo, una serie hecha y derecha aderezada con multitud de violentas escenas de acción, algunas realmente contundentes. O lo pretende ser, aún más en una segunda temporada más sólida y al mismo tiempo también más equilibrada. En cualquier caso es más, más de lo mismo servido con la misma autoridad.

Aunque ya no esté al frente Gareth Evans, sino un Corin Hardy que no obstante también estuvo muy implicado en la primera, de la que la segunda es el consiguiente eco. Un eco satisfactorio por cuanto, lo dicho, ofrece más o menos lo mismo con más o menos la misma eficiencia. Llueve sobre mojado, y en tan sólo cinco minutos ya es como si no hubieran pasado los más de tres años que -al menos para los españoles- han transcurrido entre ambas temporadas.

Al fin y al cabo Evans sólo dirigió dos episodios de su primera temporada, actuando en realidad como un reclamo cuyo ADN eso sí está presente (sobre todo) en unas punzantes escenas de acción que se presentan en cualquier momento y lugar, siendo esto lo mejor y más determinante de 'Gangs of London'. No tiene por qué pasar nada, pero en cualquier momento parece que puede pasar algo. Una intensidad que nos mantiene en constante tensión.

Siempre alerta, y desconfiando de todos los personajes de una serie altamente coral. Porque no hay prácticamente nadie que esté libre de pecado, y porque la mayoría son en potencia carne de cañón. Así es este mundo, donde no obstante su dinamismo y las alianzas inestables no terminan de compensar o de imponerse a su falta de profundidad o de complejidad. Porque puede que la violencia no lo sea todo, pero sigue siendo lo que, ejem, nos pone cachondos. 

Así lo expliqué en su momento"La pluma es más poderosa que la espada sólo cuando la pluma es capaz de hacernos olvidar la brutalidad de la espada". Y es que a pesar de comportarse como la serie hecha y derecha que es, al final terminan pesando tantas idas y venidas a lo largo de nueve episodios tan entretenidos como a la postre, agotadores. Porque por más que nos pueda convencer y gustar, cosa que hace de sobra, no deja de tratarse de marear la perdiz.

Y es que lo hace de manera muy intensa. O "intensita" si lo prefieren, haciendo de 'Gangs of London' una notable serie que sin embargo entre pelea y pelea acaba haciéndose algo larga y pesada. Por algo las temporadas de 'Peaky Blinders' son de tan sólo seis episodios. No deja de ser como una gran partido de tenis como los de Alcaraz contra Djokovic: uno los coge con muchas ganas, pero por más que los disfrute no puede evitar acabar mirando la hora...


Por Juan Pairet
@Wanchopex


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