'Open Windows': F5
Intentar algo distinto, diferente, alternativo en algún sentido -de los términos- es siempre como tirar una moneda al aire. Igual que la vida, igual que una caja de bombones, pero en donde ante los inmisericordes ojos de los demás sólo suele haber dos opciones: el éxito -cara- o el fracaso -cruz-. Es lo que ha hecho el realizador Nacho Vigalondo en, vaya por delante, lo que siempre se merece un respeto y una palmada en la espalda; esto es, en proponer un filme principalmente reconocible y algo distinto a lo habitual; o al menos, intentarlo. Lo es pero no lo es, y ahí es dónde la moneda de 'Open Windows' cae literalmente de canto: se aprecia la idea, no tanto el resultado.
Empiezo a creer fehacientemente que aquello que tanto criticaron algunos de 'Avatar' fue su principal acierto: su re-edición teñida de azul de la historia de Matoaka no presentaba grandes sorpresas argumentales. Una historia sencilla y consecuente, sin retorcidos giros argumentales ni ese espíritu 'Sorpresa ¡Sorpresa!' que tanto se empeña a menudo en violar la "suspensión de la incredulidad". La sorpresa no era la historia, la cual por otro lado estaba muy bien desarrollada aunque en sus últimos minutos, los más complicados, se golpeasen dos o tres inconsistencias impropias del genio (y perfeccionismo) de Jim. Era, en resumen y ante todo, una historia con un gran andamiaje audiovisual muy bien narrada. En fin, que inmerso en un complejo desarrollo técnico Cameron no se valió de elaborados trucos de guión...
... como tampoco lo hizo Alfonso Cuarón con su no menos elaborada técnicamente 'Gravity'. Y no cabe duda que igualmente complejo (aunque no luzca igual de espectacular) habrá sido el proceso de post-producción de 'Open Windows', cinta que juega a ser una especie de variante de esa 'Última llamada' recogida por Halle Berry, pero hinchada a base de orgullo y ego, lo que dicho de primeras puede sonar mal pero que no necesariamente tiene por qué serlo... al menos cuando se triunfa, ejem, pues eso no deja de ser lo que mueve al espíritu humano a ir más allá (mientras los que lo critican se quedan en donde están). 'Open Windows' reduce el concepto del "found footage" a un fondo de escritorio, no obstante "una ventana al mundo" como bien sabemos los que gastamos horas de oxígeno delante de un ordenador.
Como si estuviéramos viendo (legalmente a ser posible) un vídeo multimedia en el ordenador que, cual DVD, abre continuamente todo tipo de contenidos adicionales sobre la pantalla, y más allá. Todo un elaborado juego de montaje digital repleto de triquiñuelas visuales que puede ser entendido como un único plano secuencia, en plan 'La soga', en lo que sería la versión para móviles y tablets de 'La conspiración del pánico'. Los problemas de esta lograda argucia visual son dos, el primero que el espectador no controla en absoluto una apariencia multimedia que no lo es, siendo que nuestra vista, esclava de la cámara, siempre es reconducida a donde se supone que debe. Pecata minuta, en verdad, pues el verdadero problema es que una vez la vista se acostumbra, como ocurre con el 3D, el efecto pierde su impacto y nos queda todo lo demás.
Y es que por debajo de la técnica, muy lograda, nos queda un thriller tan cogido de los pelillos del sobaco que cuesta ver más allá del artificio, de la mera excusa contractual que no escapa además, lo advertido, del consabido y molesto espíritu 'Sorpresa ¡Sorpresa!' que exige una complacencia plena. Baste la horrible interpretación de una Sasha Grey, se diría presente para... exactamente, poder enseñar (algo de) carne. Y así, como suele ocurrir con el "found footage", se alternan momentos en los que el formato se aprovecha y funciona, incluso muy bien, con otros que incordia o perjudica seriamente, en un constante ir y venir que de tan irregular y unido a la necesidad de encajar la historia a la técnica, terminan por agotar, aburrir y molestar mucho antes de lo debido, derivando en una curiosa pero fallida aplicación necesitada de una 2.0 tan frustrante como valiente es estar todo el rato dándole al F5 sin resultados.
Pd. Elijah, mejor dedícate a tocar el piano que a manejar un ordenador...
Nota: 5,5
Por Juan Pairet Iglesias
Comprendo que sea una película que pueda disgustar pero, ¿un 1? ¿En serio? Me parece demasiado cruel
Si, es que no me quedé dormida por puro masoquismo, aguanté como una valiente hasta el final
Y ya pueden pagar bien para que Elijah Wood haya hecho esto...xD
Un suspenso como una casa vaya.
Elijah es y será por siempre Frodo. Al igual que Harry Potter, no creo que tenga nada que demostrar y pienso que trabaja ya por diversión, apostando generalmente por trabajos alternativos y/o diferentes, ya sea esta o 'Maniac', por ejemplo.
Guste o no guste, lo que sí hay que valorar positivamente es el intento y voluntad de Vigalondo.