'Ninja Turtles': ¡Cowabunga!
Leonardo, Raphael, Michelangelo y Donatello. Las tortugas ninja, esos disparatados y (gustosamente) ridículos personajes saltan por quinta vez a la gran pantalla. Quien le iba a decir a Peter Laird y Kevin Eastman que ese comic de corte independiente iba a llegar a generar todo esto. El contraste entre la película de finales de los 80 y esta que nos ocupa hoy es enorme. Pasamos de unos hombres disfrazados de humanoides verdes a un mogollón de píxeles en constante movimiento. Pasamos de la casposa ambientación y de un espíritu 100% de los 80 a lo de este film, que nos brinda unas tortugas adaptadas a la actualidad. El contraste es muy grande, pero puede ser engañoso. En el fondo, la intención es la misma, y tanto el carisma como el espíritu de las tortugas, está conseguido al cien por cien.
El desarrollo de la trama es muy parecido a la película mencionada anteriormente, algo que no es una casualidad. Se nota que no han olvidado las dos adaptaciones que han hecho ganar más adeptos a estos personajes que el propio cómic: la serie animada y las películas de finales de los 80. El homenaje no es marcado, pero si has visto cualquiera de las dos, sabes cuál es la intención. Entre estos guiños se encuentran el jugar a la suposición antes de la primera aparición de las TMNT o el poner a April O’Neal (una Megan Fox a la que el papel le viene como anillo al dedo) de protagonista durante los primeros minutos. Todo un acierto, pues nos traslada directamente a tiempos pasados, cosa que los fans no esperábamos después de leer las primeras noticias sobre esta película. También hay diferencias que no son del todo bien recibidas, como esa alteración en el origen de las tortugas (“WTF!”) o la evolución de Shredder, que pasa de ser un (graciosísimo) patético villano a un Transformer. Por suerte son cambios que pueden ser pasados por alto, ya que la intención de esta producción era la de adaptar estos iconos de la cultura pop a la actualidad, y esas han sido dos de las tasas que han tenido que pagar. Por lo demás, como fan, me siento satisfecho en lo que a respetar a sus predecesores se refiere.
Dejando inevitables comparaciones y discusiones sobre si es una buena adaptación o no a un lado, hay que decir que ésta es una película que se mantiene muy bien por sí sola. El estilo de Michael Bay está muy marcado, pero hay una gran diferencia: el metraje. Dura unos 90 minutos, la mitad de lo que suelen durar las producciones del director americano. ¿Qué significa esto? Pues significa que hay los mismos chistes y las mismas espectaculares escenas de acción sin el relleno habitual. Por lo tanto, al final acaba resultando una película ligera a la par que divertida, algo que siempre es de agradecer en este tipo de cine. El director, Jonathan Liebesman (director de otras del mismo estilo, como la mediocre ‘Ira de Titanes’ ,o la regular ‘La matanza de Texas: el origen’) nos deleita con un trabajo detrás de las cámaras muy efectivo. No hay caos en la acción, ni mareos por tener demasiados movimientos de cámara, todo es lo suficientemente claro como para que disfrutemos sin preocuparnos de esos detalles. Destacaría la escena del descenso por la nieve, una autentico subidón de adrenalina. La dinámica y épica por momentos banda sonora de Brian Tyler acompaña a la perfección al adrenalítico ritmo que coge la película a medida que se va acercando su final.
Desgraciadamente no todo son virtudes, pues como casi todo film de acción americano de los últimos años, los fallos se concentran en el guión. Un guión en el que nos cuentan el origen de algún personaje ya de por sí no da para mucho más que para eso mismo, y cuando se trata de un origen que ya ha sido adaptado unas cuantas veces, menos aún. Poco sorprende a los fans o a alguien que conozca mínimamente la franquicia, saber quién es el malo o descubrir los detalles de las tortugas. Después de tantos años, lo único que consiguen es llamar a la puerta de la nostalgia de estas personas, aunque ya pueda empezar a hacerse repetitivo. Por otra parte, para los “nuevos”, es un buen inicio, en el que no se dejan nada que explicar en el tintero, reservándose lo mejor para una ya anunciada secuela. Aún así resulta una historia predecible, muy simple y con unos personajes bastante planos. Unos detalles que seguramente arreglarán en la continuación, donde ya no tendrán que preocuparse del origen de estos mutantes. Y aunque este sea el aspecto en el que más cojea, consigue que no se le dé demasiada importancia entre los puntazos de humor y las referencias geeks.
No podía acabar mi reseña sin entrar en detalle en el diseño y la personalidad que tienen estas nuevas tortugas ninja. Un diseño en el que se motivan con la musculación de las tortugas hasta límites insospechados, con una apariencia muy moderna y de alcantarilla. Nada de esas bandas perfectas que les cubrían parte de la cara en la serie animada. Aquí cogen unos trapos mal hechos y con eso salen del paso. La personalidad es como debería ser: chistes tontos, comentarios estúpidos y momentos muy ridículos, aparte de remarcar en forma de estereotipo qué lugar ocupa cada uno en el grupo. Por otro lado, también me gustaría destacar la caracterización de Megan Fox como April O’Neal, que me parece genial, y la apariencia del maestro Splitter, que de lo bien hecho que está da hasta grima ver una rata parlante de metro y pico de alto. El resto de personajes cumplen a la perfección su función, con un Wil Arnett muy payasete y un William Fichtner haciendo lo de siempre, que a su vez es lo que mejor se le da. Decir, que los encargados de hacer los efectos especiales han hecho un trabajo espléndido donde el CGI se une a la acción real sin que todo el tiempo estemos diciéndonos a nosotros mismos “Que falso parece todo esto…”, un trabajo realmente complicado.
Admirador de los reinicios de sagas emblemáticas no soy precisamente. Pero de vez en cuando sale a la luz algún caso en el que es necesario hacerlo. Y mucho más de vez en cuando sale algún caso en el que el producto, resultado del reinicio, vale la pena. ‘Ninja Turtles’ es uno de esos casos. Actualizadas, y muy renovadas, las tortugas ninja han vuelto. Y están en plena forma. ¡GO ninja GO!.
Nota: 6/10
por Sacri94
Lo más importante: se han respetado las personalidades tan reconocidas por el público general. Y eso es algo que se abraza rápidamente. Respecto a su aspecto, aunque reacio en gran parte el uso de CGI y bastante a favor del uso de disfraces, he de reconocer que las nuevas Tortugas me han dejado, en parte, boquiabierto. Además, todo sea dicho, tampoco esperaba unas escenas tan espectaculares cómo la que la cinta esconde bajo el brazo.
Sobre el diseño, una vez dicho lo anterior y verlas en pantalla, he de decir SI, si al nuevo diseño, diferenciandose entre ellas fisicamente, y añadiendo unos avalorios diferentes a cada uno, de manera acertada que no hace otra cosa que, potenciar la personalidad y caracter de cada uno.
No puedo decir lo mismo de el maestro Splinter. No estaba mal, pero un diseño de rata un poco menos asqueroso le hubiese sentado de puta madre. Y lo peor respecto a personajes, con diferencia, es Shreder. O más bien, el Transformerironman Shreder. Demasiado cargado y pasado de vueltas. Poco fiel a lo original. Megan Fox cómo April... pues bueno. Pasable. O cómo mínimo, lleva chaqueta amarilla, que ya es algo.
Sin el carisma de las -geniales- tortugas, esta película se hubiese ganado un 6 tirando alto. Pero gracias a estos jovenes ninja mutantes, se lleva puntuación extra:
Nota: 6,5 COWAWUNGA!
Son tortugas. Son mutantes. Son ninjas. Son adolescentes. Y además están hechas de forma cantosamente molona por ordenador. Así tal cual suena parece evidente que, sea lo que sea que sea, no nos lo podemos tomar muy en serio que se diga. Y por si acaso había alguna duda ahí aparece la Platinum Dunes de Michael Bay con el propio Bay al frente como productor (y auténtico alma máter ideológico). El de Bay es uno de esos nombres que producen más de un escalofrío en los pases de prensa, tan terrorífico para algunos como depilarse los pelos del culo con cera. Y siendo justos no les falta razón dentro de aquel sacrosanto debate entre el arte o el populismo que amenaza con expandir el alcance del infinito hasta más allá... del infinito.
¿Qué es el arte? ¿Qué es el buen gusto? ¿qué no lo es? ¿Quién es quién para decidirlo? ¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos, nino nino ninona? ¿A qué huelen las nubes...? Pasando, hoy no: después de ver una película como 'Ninja Turtles' se antoja realmente estúpido entrar en tales cuestiones. Porque la podremos disfrutar o la podremos no disfrutar... ummmm, press play to reboot: porque la podremos disfrutar o la podremos no disfrutar, punto. Porque 'Ninja Turtles' sirve para lo que sirve, un (des)propósito al que intenta acceder con alevosía, alegría y descaro a plena luz del día. Son tortugas. Son mutantes. Son ninjas. Son adolescentes. Y además su protagonista femenina es Megan Fox... iba a escribir algo más intentando ser gracioso -a lo mejor incluso lo conseguía- pero no, pasando también. Es Megan Fox. No hace falta decir más.
Por circunstancias que no vienen al caso he terminado disfrutando -se me empieza a ver el plumero- de 'Ninja Turtles' con la vamos a llamarlo plebe en vez de con la vamos a llamarla prensa, así, generalizando de tales maneras y por abreviar. La diferencia respecto a su espíritu bodacioso se pueden imaginar resulta -en teoría- sustancial, tanto como la que se produjo en Sitges entre los dos pases de 'Annabelle', con uno a la tarde mayoritariamente copado de espectadores que aplaudieron lo que por la mañana, en un pase copado mayoritariamente por acreditados (y en teoría entendidos), fue más bien silbado... por el mismo público, por cierto, que llegó a aplaudir (tímidamente) a '[•REC] 4'. Ni aunque me lo explicase un buen amigo, ni aunque tuviera un buen amigo -y también se me empieza a ver el plumero...-.
En fin, ¿que a dónde quiero llegar con todo esto? Más allá de a lo evidente... pues a ninguna parte, que es el mismo sitio a donde básicamente conduce la no menos evidente 'Ninja Turtles', un ruidoso y caótico pasatiempo pirotécnico de esos que parecen ser tan propicios para estrenar en verano (aunque en España lo haga en otoño). En verdad poca cosa relevante, una producción bastante ramplona y muy posiblemente estúpida (a poco que lo pensemos) que cede casi toda la responsabilidad a los efectos especiales, que avanza porque la cámara se mueve mucho y que podría haber estado muuuuucho mejor a poco que, oh dios mío, se lo hubieran propuesto. Pero como si fueran de esos funcionarios a los que los quince minutos del café les duran hora y media. Son tortugas. Son mutantes. Son ninjas. Son adolescentes. Y ahí parece que el guionista acabó con su labor.
Pros y contras, los que cada uno quiera asumir antes de entrar, los que cada uno pueda asumir después de salir. Se supone que reverencia a una creación de los 80, como también se suponen muchas otras cosas que mejor no vamos a decir, no vaya a ser que la liemos como con el ébola. Sin suposiciones: produce Michael Bay en lo que sería un eco de sus transformers que cumple como una inofensiva distracción (porque lo es o porque la asumimos como tal) de ¡sólo 100 minutos! que por el camino nos deja el culo de Megan Fox, tres o cuatro chistes de Michelangelo, una gran escena de acción (patinando cuesta abajo), un cartel de 'Project Almanac' estratégicamente insertado o una rata parlante capaz de competir con aquel Mapache que en teoría participa de una película que es mejor. En teoría. Y en teoría funciona hasta el comunismo.
Nota: 6.0
Lo Mejor:
- Su sano sentido de la distracción, imperfecto pero satisfactorio
Lo Peor:
- Su no tan sano sentido del absurdo, incómodo pero no molesto
Disfrutar disfruté. Iba predispuesto. Producción de Michael Bay para mayores de 7 años... estaba claro: iba a ver Tortugas cicladas, cuatro chistes y a Megan Fox. Guay.
Y eso me dieron, nada más. Una trama para niños, tortugas que molan, escenas de acción que no están mal (Liebesman me dejó que desear a todos los niveles, aunque no como para cabrearme) y Megan Fox otra vez (y su culo, enfocado 40 veces).
Me dieron lo que esperaba (que era poco) y me entretuve hora y media. Pero la sensación es de habérselo currado lo justo. Con "lo mismo" podrían haber hecho una mucho mejor peli pero... se quedaron en esto.
PD: la escena del ascensor me encantó xD
Soy uno de tantos de su generación que de pequeños veían los dibujos animados de las Tortugas Ninja. Aunque quizá no vi tantísimos capítulos ni tantas reposiciones como de otras con las que acabas aprendiéndote hasta los diálogos, el recuerdo es grato, aunque a la vez lejano, al menos para ponerme a hilar fino en cuanto a todos los detalles para poder valorar y definir a la película que nos ocupa como adaptación. En líneas generales diría que está lograda, que capta bien y traslada su esencia, aunque algunas cosas de la historia inicial las cambie. En 2007 Kevin Munroe, en clave de largometraje animado, lo intentó aunque con menos acierto que Jonathan Liebesman.
Si bien es cierto que el film es simple, ligero, predecible, con clichés y muchos otros calificativos que la conducen a la mediocridad y al producto de usar y tirar, la sensación final es de haberlo pasado bien con ella. Y es que resulta entretenida, no diría ingeniosa pero si en muchos tramos divertida, con un sentido del humor ligero pero acertado que acompaña cada secuencia y siendo disfrutable tanto en la acción como en lo visual. Megan Fox como actriz es lo que es, William Fichtner es mejor pero se contagia de la ligereza de todo y hace un papel más que olvidable pero aún así en la balanza final gana lo positivo y hablando de nombres propios, es un placer volver a ver, aunque sea más gorda y más vieja, a Whoopi Goldberg. Las escenas "emotivas" con BSO lacrimógena a todo meter tampoco son lo mejor de la cinta, pero lo compensa de nuevo con algún chascarrillo que te hace olvidar que ha estado a punto de rozar lo lamentable. Y sigues adelante y cuando te das cuenta, se ha acabado y te lo has pasado bien.
Nota: 6
Aun así, la película tiene suficientes ingredientes como para gustar mucho a los niños y su historia, sin ser nada del otro mundo, es lo suficientemente sólida como para entretener a los adultos. Volviendo a los niños, las tortugas son tan espectaculares que no tienen que hacer demasiado esfuerzo para hacerse querer, pero no puedo decir lo mismo de su maestro Splinter. Vale que es un rata, ¿pero tenía que ser tan fea? Es tan horrible que se hace difícil empatizar con ella. Tampoco me gustó el villano, ¿Tan difícil es encontrar un personaje que tenga fuerza... e inteligencia?
¿Otra batallita? Nota: 6.