'Ex_Machina' - I.A.
'Ex_Machina' viene a ser como ponerle un reloj y darle una mano de pintura a un objeto que ya existe. En realidad, como lo es y/o como suele serlo prácticamente todo a estas alturas, siendo que la diferencia está en lo mucho o poco que recordemos traernos visto (o leído) por el camino. Aunque en el caso de un filme de las características de 'Ex_Machina' es una sensación quizá más presente. Lo que no tiene por qué empañar sus bondades, que no son pocas, aunque no alcance en su desempeño cotas como las de 'The Machine', pequeña joya estrenada el año pasado que sin embargo no contó con las bondades de tener a una gran compañía por detrás que realzara las suyas propias.
Es bastante llamativo observar cómo lo que rodea a un filme puede influir sobre dicho filme, puede que a menudo más que el filme en sí mismo. Dónde, cómo o cuando se vea, de la mano de quién y en qué circunstancias, estado de humor o con quién. Detalles en muchas ocasiones triviales, casuales o fortuitos que pueden acabar determinando la suerte de un filme al margen de su configuración, voluntad o creencia. Cómo lo acaba determinando la cantidad de información de la que dispongamos antes de hacerlo, algo en lo que me extenderé cuando toque -y me dejen- hablar de 'Chappie', otra propuesta que pivota sobre la idea de una inteligencia artificial que, parece, todos coinciden, es una mera cuestión de tiempo.
Mientras que el de 'Chappie' es un acercamiento más lúdico, el de 'Ex_Machina' tiene un carácter mucho más cercano (y humilde), tanto como para desarrollarse en un plano de la existencia que el tiempo pueda tardar poco en desacreditar como ciencia-ficción... si es que mientras leen estas líneas no ha dejado de ser ya mera especulación. Lo más interesante de 'Ex_Machina' sin duda es esta voluntad realista, tangible, en donde se plantean multitud de preguntas adscritas a nuestro entorno actual. Nos podemos imaginar en virtud a su argumento, si bien transferidas en su mayor parte a un contexto científico cuya credibilidad pudiera ser digna de un Michael Crichton, y en dónde brilla con luz propia un Oscar Isaac que a la espera de que 'Star Wars' le de fama ya está más que ratificado como actor a tener muy presente.
Preguntas, preguntas y más preguntas. Un terreno no obstante algo farragoso... si entre tantas cuestiones sus responsables no aciertan a proponer, o no quieren, alguna de las que nos puedan surgir a nosotros. Este es el principal talón de Aquiles de la función, la necesidad de fragmentar y reconducir el debate a través de un hilo conductor que conjugue inteligencia con un entretenimiento genérico. Esto es, 'Ex_Machina' apunta pero no dispara, sugiere pero no remata, en lo que vendría a ser un giro muy refinado y visualmente logrado pero a la postre inconcluyente, y no sólo por su impersonal música electrónica -cercana al cliché- o la molesta manía de poner el punto final cuando más interesante parece que se pone el asunto (¿de cara esperemos a una hipotética secuela?).
Alex Garland reincide en algunas de las temáticas que ya había tocado como guionista ratificando su cada vez mayor solvencia en estas lides, y a la que ahora une la promesa de una igualmente solvente carrera como director con un modélico y elegante debut. Aunque siga sin dar el golpe de gracia como 'Enemy' o sin cogernos por los huevos como 'Coherence', y su tesis no sea todo lo redonda como para suscitar el mismo entusiasmo que 'The Machine': 'Ex_Machina', una suerte de bonito 'Frankenstein' de la era digital, ratifica a Garland como uno de los cultivadores de la ciencia-ficción para adultos más estimulantes y a la vez accesibles de la actualidad, amén de regalarnos a Ava como fantasía binaria de última generación.
Nota: 6,95
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Qué remedio
La vi hoy y estoy totalmente de acuerdo con esta sentencia. Muy buen comentario, redondo, por parte de este usuario que se hace llamar como el mesías.
Un placer, y eso es culpa de mi señora madre, que es la que me puso el nombre
Esta frase, dicha por el físico Julius Robert Oppenheimer (1904-1967) y citada en el filme, cobra todo su sentido en el final cuando se ven las repercusiones de lo visto durante la cinta.
Para llegar a eso, hay que empezar por el punto de partida donde todo discurre lo previsto. Un programador gana un sorteo cuyo premio es pasar un fin de semana junto con un cerebrito de la empresa Blue Book llamado Nathan, algo así como si un trabajdor de Zara pasase una semana entera en la casa de Amancio Ortega. Evidentemente, hay más capas que pelar en esta cebolla.
A partir de que a cada paso que da la película se van viendo las verdaderas intenciones, es claro que lo que iba a ser una semana idílica termina siendo otra cosa totalmente diferente donde cada personaje termina por jugar una partida donde, al igual que en el sorteo, sólo hay un ganador. Un trío de personajes (Isaac, Gleeson y Vikander) donde quien, para mí, termina llevándose el gato al agua es la actriz con su aspecto fascinante (mérito de unos fantásticos efectos visuales) y su manera de interpretar a esta androide femenina haciéndola más humana que los humanos.
'Ex Machina' empieza en un nivel alto con un aspecto visual exquisito y una trama que va ganando en interés hasta llegar a su resolución, un desenlace tan efectivo como ya visto antes, puesto que aquello de los giros finales ya llevaba tiempo en el panorama cinematográfico. Otra cosa es que el guion del mismo Garland sepa jugar bien su mano y hace parecer que él acaba de inventar el truco de magia.
Puede dar pie tanto a una secuela como no. Uno de los méritos del libreto es que la decisión de saber más tanto como la decisión de quedarse ahí son igualmente válidas y el tiempo dirá que camino se toma.
7