La programación de un festival puede ser muy caprichosa. Y contraproducente para algunas películas, de paso que muy productiva para otras. Y es que cuando uno se ve de seguido pongamos que cinco películas al día durante una semana es fácil perder una perspectiva justa y real para con cada una de ellas. Especialmente se nota con el paso del tiempo, cuando ya se ha podido digerir una opinión siempre solubre que a la salida de la sala no ha dado tiempo ni a nacer, prácticamente, ni mucho menos a verse liberada de todo los pormenores que, en un Festival como puede ser el de Gijón, que lo es, las rodea. Y es que la suerte de una película se puede decidir de la manera más tonta y trivial. Puede ser, o puede no ser.

Toda esta palabrería que algunos llamarían "sopa de letras vagamente inspirada en" de la introducción viene a cuenta de 'En solitario', filme que un servidor tuvo la ocasión de ver en el pasado FICXixón. En aquel entonces la verdad es que la disfrute, entre bastante y mucho. Claro que justo antes mis ojos habían visto mancillado su honor por culpa de 'The Legend of Sarila', una pésima producción sencillamente mediocre y gráficos a lo Spectrum reconvertida en un jocoso despropósito -para consuelo del espectador-. De vergüenza, tanto que cualquier ocasión es buena para advertir (y despotricar) sobre ella. Cualquier cosa mínimamente decente en aquel momento hubiera sido tan bienvenida como lo fue el debut en la realización de Christophe Offenstein, una producción además muy por encima de ese "mínimamente decente".

Recobrado el aliento tras dicho susto "animado" -que no recomiendo ni a ese pequeño cabroncete que todos siempre tenemos infiltrado entre los vecinos- tocaba zambullirnos en la aventura, la que propone 'En solitario', toda una experiencia popular a disfrutar en una pantalla bien grande que le haga justicia a la fuerza de sus imágenes. Un filme espectacular, en el que se nota en qué se ha invertido el dinero y que aprovecha muy bien su rodaje al nivel del mar para, sin recurrir a efectos digitales, transmitir una gran sensación de realismo y veracidad, lo que unido a una narrativa muy ágil y la presencia siempre solvente de Francois Cluzet (¡el de 'Intocable'! no deja de gritar el coro) hacen de esta ambiciosa co-producción francoespañola un filme, ante todo, muy pero que muy efectivo.

Puede que 'En solitario' no sea tanto una gran película como una gran producción que sabe cuál es su regata. Impulsada o no por sus rivales en la parrilla del FICXixón, la cinta se convirtió en una de las proyecciones más disfrutables, satisfactorias y provechosas de paso que una de las más ligeras y llevaderas. Tanto, en ambos sentidos, que logra por un lado que los españoles podamos pasar por alto la intrigante curiosidad de qué carajo pinta José Coronado en ella, siendo que sólo aparece en unos siete planos de relleno sin prácticamente abrir la boca... sin por ello dejar de convertir esta tontería en lo más relevante y comentable de ella. ¿Una película afinada en la fase de montaje? Para el caso, un gran filme para un gran público, si es que su clara vocación comercial supone algún problema. Para nada.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex