Malick se estampa
Vía Festival de Venecia
por reporter 02 de septiembre de 2012
Emepezamos la crónica de ayer haciéndonos eco de los elogios con los que se había hecho el nuevo y esperadísimo (cinco años en silencio son demasiados) trabajo de Paul Thomas Anderson. Y acabamos anticipando que, por si el delirio no se había apoderado suficientemente de Venecia, la jornada siguiente (es decir, la de hoy) iba a estar reservada a otra vaca sagrada del séptimo arte. Por supuesto no se esperaba su presencia, pero sí la de su última película.
Hablamos obviamente del gran Terrence Malick y su 'To the Wonder', una de las películas que más prestigio le había dado a la Sección Oficial a Competición en esta 69ª Mostra de Venecia. Al menos a priori... a posteriori la experiencia solamente puede tildarse de descalabro total. Bien es cierto que la opinión de la crítica, a fin de cuentas, poco o nada influye en el veredicto final del Jurado, pero siempre es el mejor barómetro al que atenerse en estas ocasiones.
Es por esto que en la mayoría de crónicas que nos llega desde el Lido la palabra "desastre" es la más repetida. Durante la proyección, risas burlones y algún que otro ronquido; al final de éste, un sonorosísimo abucheo. En Cannes, con 'El árbol de la vida', la reacción estuvo dividida... aquí apenas se han oído los tímidos aplausos. Con un reparto espectacular en el que sobresalen nombres como Ben Affleck, Rachel McAdams, Javier Bardem, Olga Kurylenko, Rachel Weisz, Jessica Chastain y Michael Sheen, el cineasta de Austin sigue con un discurso continuista después de su estupenda Palma de Oro.
Cogiendo el amor como tema central, el problema en esta cinta está precisamente en este continuismo comentado. No solamente porque se haya perdido el efecto sorpresa, sino más bien porque se nota un excesivo ensimismamiento por parte de Malick, en lo que es un larguísimo ejercicio poético de autoafirmación tan cargante como a veces ridículo. Un viaje que tiene como punto de partida y de llegada a un director con demasiada autocomplacencia para con su obra.
Ha sido tal el fiasco que han tenido que acudir al rescate dos cintas con las que en un principio nadie contaba demasiado, teniendo ambas también el amor como telón de fondo. La primera, 'Den skaldede frisør (All You Need is Love)', de la oscarizada Susanne Bier es una efectiva comedia romántica con Pierce Bronsan como cabeza de cartel que habla sobre la posibilidad de encontrar al ser amado a una edad avanzada. Sin grandes ademanes -ni pretensiones- Bier ha entretenido a unos asistentes que todavía estaban recuperándose de un bache difícil de olvidar.
Por su parte, la debutante Rama Burshtein ha ofrecido un dramón de manual con 'Fill the Void', ubicado en la siempre hermética comunidad ultra-ortodoxa hebrea. Olvidable tragedia que se torna en documento de denuncia a una sociedad machista en la que la mujer a penas goza del derecho a pronunciarse. Nada especial, aunque también nada que merezca una reacción tan airada como la que ha suscitado Malick.
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