Lisa Cholodenko se alía con Frances McDormand
Vía Festival de Venecia
por reporter 01 de septiembre de 2014
Lo de que últimamente hay mucha más calidad en la antaño ''caja tonta'' que no en la gran pantalla, es más que un tópico. Una realidad contrastada, como no podía ser de otra manera, en los grandes festivales cinematográficos. Venecia, no es que no sea la excepción, sino que además parece haber tomado la iniciativa en lo que a apostar por la televisión se refiere. Es por esto que la estrella de hoy ha sido Frances McDormand, protagonista del último trabajo de Lisa Cholodenko, miniserie para la HBO titulada 'Olive Kitteridge'. Con ellas, con lo nuevo de Benoît Delépine y Gustave Kervern ('Near death experience'), y de Amos Gitai ('Tsili'), comenzamos un nuevo repaso por la prensa de Venecia.
Respecto al último trabajo de Lisa Cholodenko, Luiz Martínez, de El Mundo, ha escrito: La actitud digamos 'shopenhaueriana' del personaje de McDorman es, sin duda, una de sus mejores creaciones desde, en efecto, Marge Gunderson. Hablamos de 'Fargo', claro. Brillante, ácida y hasta demoledora.
Manu Yáñez, de Fotogramas: Con su simplista estructura basada en el uso de flashbacks explicativos y su marcado nihilismo –que no permite a los personajes evolucionar demasiado–, el verdadero gozo de ‘Olive Kitteridge’ se encuentra en la contemplación de la dinámica escénica de McDormand y Jenkins: un auténtico ballet de apuñalamientos dialogados y de ternura expresada sin palabras.
En cuanto a la nueva película de Benoît Delépine y Gustave Kervern, Luis Martínez, de El Mundo, ha dicho: Es una de esas cintas (o lo que quiera que sea) que reconcilian con la mirada de asombro. [...]algo parecido al suicidio; un suicidio pleno y necesario. Y con un ramo de flores. El resultado es un artefacto, llamémoslo así, delirante, profundo, genial e inaprensible.
En cuanto a 'Tsili', de Amos Gitai, el mismo periodista ha escrito: Entre la fantasía y la herida del recuerdo, el director israelí escenifica un capítulo, por definición siempre el más doloroso de todos ellos, del Holocausto. Sobre una novela de Aharon Appelfeld, quiere el cineasta extraer del sufrimiento la claridad de la inocencia. Reivindica Appelfeld en su trabajo el valor de la ingenuidad y la necesidad de la ficción. La memoria sola no basta, dice. Y Gitai se aplica a ello en una película tan sencilla como magnética; tan tierna como brutal.
En cuanto a 'Il giovane favoloso', de Mario Martone, ha dicho: Quiere ser y es la historia de la vida de Giacomo Leopardi. Pero sin anécdotas, sólo la poesía. De la mano de Elio Germano, gran actor, se trata de colarse en el sufrimiento hondo de un poeta claro. Se empeña la película en alejarse de los tópicos más manidos del 'biopic' y, la verdad, a duras penas lo consigue en su eterno deambular más allá de las dos horas y cuarto. La exhibición de Germano literalmente se arrastra por la existencia de un talento castigado por la incomprensión, la mediocridad y el fanatismo.
Por último, Joan Sala, de Filmin, nos rescata dos joyas más. La primera, 'Metamorphoses', de Christophe Honoré. Dice de ella: Un WTF que con algunos de sus provocativos retazos puede recordarnos a "El Desconocido del Lago". Una revisión en clave moderna, pero ante todo osada y transgresora, de las Metamorfosis de Ovidio. Una rareza libertaria, deshinibida y sorprendentemente despreocupada, de espíritu cuasi dadaísta. De esas cuyo visionado esta destinado a quedar impreso en nuestra retina. Toda una experiencia.
La segunda, 'The Smell of Us', de Larry Clark, dice: Afirma su director que ésta es su mejor película hasta la fecha y de hecho, puede que realmente lo sea. [...]La película que condensa, destila y expone de forma tan cruda y radical como honesta y arrojada, el manifiesto que yace en el corazón de la polémica obra artística completa de Larry Clark (tanto en su vertiente cinematográfica como fotográfica). [...] Larry Clark en su esencia más provocativa, pero ante todo pura. Dará que hablar.
De ésta misma película, Boyd van Hoeij, de The Hollywood Reporter, ha dicho: Al igual que los personajes de la película, una parte de los espectodores puede sentirse simplemente entumecida después de haber sido expuesta a tanto sexo, violencia, drogas y a esa apatía general.; mientras que Peter Debruge, de Variety, ha escrito: Una aportación con olorcillo a entrepierna y tufillo a axila a la obra de Larry Clark centrada en los skaters, esta película con sede en París funciona como un 'Kids' francés.
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