Ha llegado ya el final de la 66ª edición del Festival de cine de Venecia. Y lo ha hecho con la sensación que una vez más se ha quedado bajo la sombra de la todopoderosa Cannes, pero también sabiendo que ha remontado el vuelo después del espantoso año pasado (tarea fácil, el listón había quedado muy bajo). Se han encargado de cerrar la sección Oficial dos filmes que han dejado buen sabor de boca.

Por una parte tenemos a 'Mr. Nobody' (que recordemos, estará también en Sitges), una producción franco-belga que en clave ciencia-ficción nos pone en la piel del último hombre mortal en el mundo. En medio de un ambiente enrarecido y ciertamente impactante, el director Janco Van Dormael presenta a un anciano de ciento veinte años que nos cuenta incesantemente el sinfín de vidas que no pudo vivir... todo ello amenizado con unos desconcertantes viajes temporales. La cinta protagonizada por Diane Krueger, Jared Leto y, Sarah Polley, dejó perplejo a un público en el que nadie se atrevería a afirmar que entendió del todo de qué iba el asunto... pero en el que a la vez pocos fueron los que no quedaron fascinados por ese singular relato.

Por otra parte llegó una de las grandes sorpresas del certamen. Tom Ford, el que en su día fuera diseñador de moda para Yves Saint Laurent y Gucci, presentó su ópera prima... y se estrenó en el mundo del séptimo arte de la mejor manera posible: con una calurosa ovación al final de la proyección de su 'A single man', en la que se nos cuenta la historia de un profesor homosexual que en la California de 1962 pierde a su pareja sentimental. A través de flashbacks, el director novel teje meticulosamente y con mucha sensibilidad, un drama humano nada tramposo. Todo el mundo ha destacado la perfección técnica del filme (a la cual ha contribuido la estupenda fotografía del español Eduard Grau)... y entre tanta alabanza, no habría que descartar ‘A single man’ como una de las triunfadoras de La Mostra... que por cierto, se darán a conocer mañana.