El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges cumple 52 años en este 2019. De ocho en ocho. Brevemente, y de ocho en ocho películas.

'Bodies at Rest' - Que Renny Harlin acabaría haciendo películas de acción en Hong Kong no lo vio venir nadie. Tampoco sabemos muy bien el por qué de su fichaje, toda vez que, como demuestra la tercera película que ha rodado por aquellas tierras, se ha adaptado tan bien a la cinematografía que no parece "de fuera". Una película de acción "oriental" circunscrita a un solo escenario -una enooorme morgue- tan inverosímil como entretenida. No hay más. ******

'Amigo' - "Como 'Intocable' pero con hijos de puta", reza su publicidad. Quizá, porque lo de 'Misery' se lo ha apropiado 'Castle Rock', o porque no muchos se acuerdan a estas alturas de la vida de '¿Qué fue de Baby Jane?'. Una voluntariosa película hecha "entre amigos" que mantiene el interés en todo momento, en una lenta pero inexorable sucesión de momentos que conducen al enfrentamiento de sus dos protagonistas. Solvente, aunque le falta ese punto que la haga trascender de lo apreciable a lo realmente apreciable. ******

'The Room' - Hay algo que resulta muy molesto de películas como esta: La sensación de estar hechas para espectadores que nunca han visto una película de este estilo. En resumen, el espectador siempre va un paso, o dos por delante de la película. La idea tiene potencial, su desarrollo la hunde dentro de un terreno demasiado cotidiano y previsible para el espectador curtido. Olga Kurylenko es mona, pero no tanto. ****

'4x4' - La nueva película de Mariano Cohn & Gastón Duprat es un caramelo envenenado: Un caramelo a lo 'Última llamada' que se envenena tras una exquisita primera hora en la que se exprime su muy sencilla premisa. En sus últimos minutos cambia de tercio hasta convertirse casi en otra película. Casi. El interés y su convicción no decaen, pero el relativo cambio de marcha puede pillar desprevenido a más de uno. ******

'The Nest' - Una película muy, muy correcta que no saca el as que esconde bajo la manga hasta sus últimos cinco minutos. O uno de esos raros casos en los que "el girillo final" da sentido a la película. No es que sea sorprendente, es que el obligado replanteo mental de la película al que obliga convierte lo "muy, muy correcto" en algo verdaderamente interesante. Esto es, un ejercicio de estilo con fundamento. ******

'La guerra de los mundos' - Como blockbuster y/o espectáculo pirotécnico se le ha quedado algo grande a la BBC, siendo que su fidelidad funciona mejor en los momentos más íntimos que cuando trata de emular a Steven Spielberg. Con Eleanor Tomlinson de por medio, es imposible no pensar en una especie de 'Poldark' con alienígenas de fondo. Se entona a medida que avanza, pero dentro de lo que es la BBC es una producción quizá demasiado conservadora, incluso algo torpe que simplemente se deja ver. ******

'El asesino de los caprichos' - Aunque para torpeza, la de la última película de un Gerardo Herrero que debería echarse a un lado. Una producción perezosa, anquilosada en un modelo de thriller del que expone sus vergüenzas sin intencionalidad ni estilo algunos. Una serie de lugares comunes enlazados, así, sin más. Y es que todo sucede sin más, como por compromiso... lo que anima a pensar sobre el proyecto de una manera que mejor no vamos a pensar. ***

'Dark Encounter' - El influjo de 'Encuentros en la tercera fase' es claro y nada disimulado. Ahora bien, la película de Steven Spielberg era algo más que luces brillando en la oscuridad: Tenía un andamiaje dramático consecuente con su desarrollo. En la película de Carl Strathie su justificación, sin embargo, resulta tan trivial como de oportuna conveniencia. Sin desarrollo, aparece sin más. Aún así, un bonito homenaje muy agradable de ver. ******

Continuará...

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex