Tocando la fibra sensible
Vía Festival de San Sebastián
por reporter 19 de septiembre de 2010
Cosas de los festivales cinematográficos... a veces ocurre que la gran atracción del día está fuera de la pugna por los grandes premios. Así ha sido hoy. En la tercera jornada del Zinemaldia todos los ojos estaban puestos en Pasqual Maragall, ex President de la Generalitat, o lo que es lo mismo, en el documental / opera prima de Carles Bosch 'Bicicleta, cuchara, manzana', presentado en la Sección Oficial fuera de Competición.
¿La política se apoderaba una vez más de San Sebastián? No, la película más esperada de hoy no trataba de política, sino de la memoria... o de la falta de ella. Trataba sobre el terrible Alzheimer. Tres años aproximadamente han pasado desde que Maragall conmocionara a la sociedad cuando anunció públicamente que padecía dicha enfermedad. Desde entonces ha estado combatiendo ferozmente en contra del olvido; para conservar su mente, sus recuerdos. Este documental es un testigo de excepción de dicha batalla, de hecho el título hace referencia a una prueba memorística en la que el paciente debe repetir tres palabras que ha escuchado segundos antes... prueba que Maragall no consigue superar.
A veces ves desde el primer fotograma cuándo un producto está destinado a tocar la fibra sensible del espectador. 'Bicicleta, cuchara, manzana' es uno de ellos, pero en este sentido pocos reproches pueden plantearse al trabajo de Carles Bosch, sobretodo cuando tenemos en cuenta las características de la enfermedad que centra el relato, al igual que las del "personaje" principal. Emotividad sin trampas, pues. La excusa perfecta para concienciar al respetable sobre este sufrimiento y dicho sea de paso, para que se haga uso del pañuelito.
Volviendo a la lucha por la Concha de Oro, dos han sido las películas que han saltado hoy a la palestra. La primera, 'Misterios de Lisboa', del chileno Raúl Ruiz, se traduce en una arriesgadísima propuesta de más de cuatro horas de duración que como tal, ha dividido las opiniones, aunque también hay que decir que ha sentado mucho mejor de lo que en un principio cabía esperar. Y es que al principio del día muchos han entrado a la sala de proyección con mala cara, temiendo lo que se avecinaba: una película de un cineasta veterano y minoritario, que exigía un gran esfuerzo por parte del público... no era el mejor panorama.
Por suerte, las aventuras decimonónicas en esa misteriosísima Lisboa retratada por Ruiz han convencido. El hecho de que después del visionado la gente no saliera acordándose de toda la familia de los organizadores, es más que indicativo... y bienvenido. Para finalizar esta intensa jornada, Peter Mullan ha presentado 'Neds', visión desesperanzadora y violenta de la adolescencia del Reino Unido, que en más de un tramo ha recordado a la en su día muy celebrada 'This is England', de Shane Meadows. Un ejercicio demasiado efectista que si bien ha causado impacto por la dureza de algunas de sus imágenes, no parece que vaya a aguantar demasiado tiempo en la memoria de los que la han visto. Y ya no hablamos del Alzheimer, si se permite la broma fácil.
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