Capítulo V: En medio, pero de todas partes
Alcanzamos el ecuador del certamen en esta jornada en la que 'La voz en off' nos ha dejado a casi todos off. Chistes malos aparte lo nuevo de Cristián Jiménez ('Bonsái') es un título insulso y totalmente inconcluyente, que toca varios y diversos temas sin profundizar en ninguno de ellos. Esto es, un filme superficial que sabe a vacuo relleno de sobremesa veraniega, tan indoloro como irrelevante.
Todo lo contrario podemos decir de 'Return to Ithaca', con la que el francés Laurent Cantet compensa el traspiés de 'Foxfire. Confesiones de una banda de chicas'. Una cinta que deriva directamente de '7 días en La Habana', y en la que cinco cubanos hablan, en una terraza de La Habana y a lo largo de una noche, sobre la Cuba de ayer y la de hoy, y de paso, de un poco de todo y nada a la vez.
El director de 'La clase' recupera el pulso, naturalidad y cotidianidad de aquella en lo que vendría a ser una obra de teatro (bien) filmada, con ritmo y aplomo. Como marcan los cánones, todo se resume en el continuo fluir de las palabras, las cuales no cesan de llenar la pantalla durante unos 90 minutos muy convincentes, tal vez no demasiado perspicaces pero si lo suficientemente eficaces.
Tampoco resulta particularmente perspicaz 'El amor es extraño', cuyo aire que respira procede de su reparto. Es más, lo nuevo de Ira Sachs ES -en mayúsculas- sus intérpretes con John Lithgow y Alfred Molina a la cabeza, un título en el mejor de los casos simpatiquillo (y por los pelos). Dicho de manera algo más coloquial, el tipo de película que uno le recomendaría a su madre, vaya, y el tipo de película (poco ambiciosa) concebida para agradar al público más adulto (y menos exigente). Muy pero que muy sencillita, demasiado, tanto que acaba por resultar molestamente banal.
En comparación 'Aire libre' ha supuesto una pequeña sorpresa a tener en cierta consideración. No tanto por el resultado, sin grandes alardes, como por explotar un tipo de cine muy explotado, principalmente por el indie americano, que pocas veces tenemos la oportunidad de paladear en español. Tiene su punto aunque no lo parezca, en una de esas películas centradas en una relación de pareja en la que no parece que esté pasando nada relevante cuando sí lo está pasando. Ya se sabe, esos pequeños detalles que pueden no ser tan pequeños. Y sin necesidad de caer en un dramón sensacionalista a lo Susanne Bier, lo que suma a favor.
Para cerrar la jornada 'The Salt of the Earth', documental al que Wim Wenders aporta poco más que su nombre centrado en el fotógrafo Sebastião Salgado. Una producción irregular e inconsistente, demasiado condescendiente -no en vano co-dirige el propio hijo del protagonista- que alterna algunos grandes pasajes -todos los relacionados con sus fotografías, estremecedores- con otros que se hacen deslucir como bastante insustanciales.
Al final una pieza demasiado verde que da la sensación de estar algo descentrada, de ser algo laxa y timorata, incapaz de rematar a un espectador que se queda con ganas de más salvo de una sola cosa: de plantar un árbol. Y no me malinterpreten, es que al lado de unas instantáneas tan poderosas todo lo demás resulta superfluo, siendo que Wenders nos concede demasiado aire para que a este producto sea como si, ojo, que viene otro chiste malo, le faltase un poco de sal.
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
Veo que la podría recuperar en Sitges. Pero es eso, son 200 minutos muy complicados de encajar en el calendario. Aunque me la apunto como plan B, que nunca se sabe.
Me quedo mucho antes con 'Relatos salvajes', que es un filme que a nivel popular es mucho más fácil que guste. De hecho a 'Magical Girl' no le auguro una carrera comercial brillante por más que, ahora mismo, podamos dar por sentado que aspirará a unos cuantos Goyas.
Ya, claro, Relatos salvajes tiene más números para hacer mucha mejor taquilla. Pero Magical Girl está ganando notoriedad, y que el productor de la primera diga eso de una directa competidora me parece bastante sorprendente y refrescante. Yo tengo serias dudas de que la argentina me guste ni parecido a la de Vermut, pero habrá que verla.
Por otro lado la notoriedad que pueda estar alcanzado la veo igualmente reducida a un ámbito muy cinéfilo, de San Sebastián por ejemplo a mí me han preguntado mismamente por 'Relatos salvajes' o 'La isla mínima', pero no por 'Magical Girl'.