Capítulo III: El sol es dios
Con 'Xenia' el realizador griego Panos H. Koutras intenta muchas cosas pero no convence. Tanto el "quién mucho abarca poco aprieta" como el "mucho ruido y pocas nueces" se pueden aplicar a esta excesiva dramedia pasada de rosca. Tanto, que ella misma se encarga de sepultar sus posibles aciertos bajo un caprichoso manto de desconcierto. Lo antipáticos que resultan sus dos protagonistas no ayuda...
... como si lo hace la presencia de Shailene Woodley al frente de 'White Bird in a Blizzard', adaptación de una novela de Laura Kasischke que se diría resuelta por el independiente Gregg Araki como si de un encargo se tratase.
La interpretación de Woodley se erige como lo mejor y más interesante, y prácticamente en lo único que sostiene una producción deslavazada y descompensada a la que le falta intensidad, mordiente, acidez, perspicacia... incluso voluntad, que avanza dando tumbos y que transmite la sensación de haber sido "apañada" con un montaje de circunstancias, y que se queda a años luz de los logros de filmes espiritualmente parecidos como 'La tormenta de hielo' o 'American Beauty'.
También la presencia del sin par Timothy Spall se deja notar en 'Mr. Turner', posiblemente el papel de su vida. Y Spall no decepciona cumpliendo con nota en su interpretación de J.M.W Turner, pintor británico del siglo XIX que le regala un papel de esos "tan de Oscar" que alterna sombras, luces y algún que otro sonido gutural recurrente.
La cinta sin embargo dista mucho de ser el típico biopic soso y ramplón al servicio de la interpretación de su estrella (tipo 'La dama de hierro'), siendo que en consonancia con su trasfondo Mike Leigh y su director de fotografía, Dick Pope, nos regalan un hermoso retrato de una belleza plástica enorme que remite a la de filmes como 'Los duelistas' o 'Barry Lindon', al tiempo que traspasa como la luz a las encorsetadas representaciones de época. Aunque un pelín larga tal vez, la suma y elegancia de los numerosísimos detalles que ofrece compensa con creces un visionado se antoja que imprescindible para los amantes del arte.
También interesante resulta la propuesta de 'Ghesseha' (Tales), una especie de 'Vidas cruzadas' iraní algo más combativa y sobre todo más corta. De hecho sus 90 minutos saben a poco y dejan con demasiadas ganas de más, especialmente por cuento la mayor parte de las historias son esbozos sin principio ni final. Y es que conviene avisar que la directora Rakhshan Bani-Etemad recupera para la ocasión algunos de los personajes que han pasado por sus anteriores filmes, de ahí que la cinta alcance su plena dimensión si uno conoce la obra de la citada. Si no es así, siempre le quedará una historia final de sobresaliente.
Para acabar una producción que de verdad podemos considerar del todo alternativa, 'On the White Planet', una cinta de animación surcoreana para adultos con forma de violenta (¡cómo no!) y pesimista alegoría social -que no apocalíptica (en palabras de su propio director)-. Una cinta curiosilla que mezcla diversos tipos de animación 2D, y que no se hace nada pesada a pesar de transitar un terreno pantanoso difícil de valorar muy cercano a lo experimental, algo a lo que ayuda unos escuetos 75 minutos de duración. Desde luego, es más que evidente, que no ha sido concebida ni de cara a la taquilla ni de cara a la condescendencia del público. Se avisa.
Continuará...
Por Juan Pairet Iglesias
Biba la democracia.
De traca.
1. Je ne suis pas mort (Fitoussi)
2. Idiots and Angels (Plympton)
3. Respire (Laurent)
4. Les combattants (Cailley)
5. Letters to Max (Baudelaire)
6. Hill of Freedom (Hong)
7. Red Army (Polsky)
8. Trap Street (Qu)
9. Court (Tamhane)
10. It Follows (Mitchell)