Segunda jornada de plena actividad en La Croisette... pero la primera plenamente oficial, ya que recordemos que todo el protagonismo de ayer lo acaparó 'Robin Hood', la cinta inaugural presentada fuera de competición. En efecto, hoy han empezado a desfilar por la alfombra roja los primeros pretendientes a la preciada Palma de Oro. Desde hace unas semanas ya se viene diciendo que esta edición del festival va a dedicar especial atención al cine galo y asiático. Dicho y hecho, pues las primeras películas presentadas a competición han sido una francesa y la otra china.

Con 'Tournée' el cada vez más afamado Mathieu Amalric se pone delante y detrás de las cámaras para seguir, casi en clave en documental y con un estilo que hace gala de un dinamismo extremo, a un grupo de artistas que llevan a cavo una gira en el que ejecutan un espectáculo muy peculiar, definido como “striptease burlesco”.

Por su parte, el realizador Wang Xiaoshuai ha presentado el thriller con sociales 'Chongqing Blues', en el que un capitán de barco que vuelve a casa después de medio año en el mar recibe la noticia de la muerte de su hijo... una muerte en la que el protagonista indirectamente ha tenido mucho que ver. Cosa rara y que invita al optimismo: aunque no haya habido demasiado entusiasmo, al final de cada proyección los aplausos han sido generalizados, con lo que es indudable que la carrera por los grandes premios del certamen ha empezado con buen pie.

Algo ya más acorde con el guión de siempre es la polémica, que parece que tenga que ser siempre una invitada de honor en este tipo de celebraciones. Para invitada de honor (y en este aspecto, la organización ha apostado sobre seguro) Sabina Guzzanti, cómica italiana muy conocida en su país por meter siempre el dedo en la yaga en lo que a política se refiere. Después de 'Viva Zapatero!', la artista vuelve a arremeter duramente contra Silvio Berlusconi en 'Draquila - La Italia que tiembla', un documental en el que se rememora el dramático terremoto sufrido el año pasado en la ciudad de L’Aquila. El objetivo es denunciar la gestión del gobierno para paliar los efectos de la catástrofe, para llegar a vincular a “Il Cavaliere” con tramas mafiosas. Cine, política... y el primer incendio declarado en Cannes, reflejado en el boicot italiano al festival.

En el otro extremo tenemos a un director que está redefiniendo el adjetivo “incombustible”. Cómo no, nos referimos a Manoel de Oliveira, que ya tiene en su haber más de una treintena de filmes... y a los 101 años de edad, sigue al vertiginoso ritmo de una producción por año (¡ríase de Clint Eastwood!). La sección que le ha acogido ha sido ‘Un certain regard’, y la cinta se titula 'El extraño caso de Angélica', basada en una experiencia real del cineasta, y protagonizada por Pilar López de Ayala. Así, sin hacer demasiado ruido y mostrándose siempre con la misma vitalidad, el luso ha puesto a sus pies a La Croisette, que para no desentonar, sigue deseándole una -todavía más- larga vida.

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