El 2021 sigue siendo un año de adaptación para los festivales de todo el mundo. Parece que atrás quedaron los tiempos más oscuros en los que cualquier evento tuvo que ser cancelado o pospuesto a causa de la pandemia mundial de la Covid. La Berlinale tuvo mucha suerte, en su pasada edición de 2020, pues sus tempranas fechas que la sitúan en el crudo invierno alemán permitieron al festival desarrollarse con normalidad antes de que ésta cambiara para siempre.

Este año, la 71° edición que nos traen Carlo Chatrián y Marietta Riesenberg fue repensada para poder seguir ofreciendo al público los títulos presentados en el festival. No olvidemos que la Berlinale se trata de uno de los mayores festivales de público; es decir, donde las películas se ofrecen a una audiencia y no sólo a la prensa especializada, lo cual presentaba un gran desafío para los organizadores en estos tiempos todavía lejanos a la normalidad.

Por ello se tomó la decisión de dividirlo en dos partes: la primera tuvo lugar en Marzo, y fue exclusivamente online para la industria y la prensa. Se permitió así mantener uno de los más importantes eventos del mercado cinematográfico en fechas tempranas, lo cual favorece a los títulos presentados, dándoles oportunidad de moverse en el circuito de la industria.

La segunda parte va a tener lugar, de forma excepcional, en la primavera alemana, y está pensada en formato físico y de cara al público. Desde el 9 al 20 de junio se abrirán 16 cines al aire libre, esparcidos por toda la ciudad de Berlín en un modelo también excepcionalmente descentralizado de la Potsdamer Platz, donde se presentará una selección de los títulos, y se celebrará la entrega de premios de la presente edición.

Las ganas de compartir la experiencia cinematográfica con la ciudad, a la vez que intentar recuperar el contacto con el público, son, sin lugar a dudas, enormes. A la audiencia se le avisa que las proyecciones tendrán lugar a pesar de las condiciones climatológicas, y se le recuerda que se vistan apropiadamente para la ocasión - la primavera berlinesa nos está brindando con temporadas de lluvia y temperaturas que rondan los 10° en la noche. El espectáculo debe continuar: eso sí, con las medidas de higiene, los tests y las normas impuestas en la nueva realidad "post"-pandémica.

por Aina Riu
@aina_rv

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