Entrevista a Gonzalo Salazar-Simpson, nuevo director de la ECAM
Vía El Séptimo Arte
por sullivan 19 de enero de 2013
La música consta de 3 patas, la pata editorial, discográfica y otra pata de espectáculo en vivo. Antes se hacían giras para promocionar discos; aparece Internet, quien destruye el modelo de las discográficas. Tiene esa parte mala, pero la música sobrevive a través del espectáculo en vivo. Ahora se hacen discos para promocionar giras. Así se acaba el pentafolio de las “majors”, de modo que artistas que antes no tenían posibilidades pasan a tener oportunidades. Se democratiza o globaliza las oportunidades en Internet. En cine lo tenemos más difícil, porque al final nosotros no tenemos un espectáculo en vivo distinto de ir al cine. Aunque para promoción y peliculas pequeñas… Eso es, para ese tipo de cine Internet es una oportunidad ya, y para todos los cines tiendo a creer que si esto se regula correctamente acabará siendo algo estupendo, donde puedas consumir a un click de distancia. También podría deberse a que el consumidor no encuentra una plataforma estable y fiable que le convenza para no consumir gratis... El problema es que hay una perversión en eso que acabas de decir y en el consumo del espectador. La decisión del espectador tiene que ser consumir o no algo, “yo quiero consumir tu película en mi casa, el martes a las 8, y estoy dispuesto a pagar como máximo 2 euros, éstas son mis condiciones para consumir tu película, y si no me la das de otra manera, entonces no la cojo”. A mi me parece bien. No van a consumir mi película por 8 euros porque la quieren ver en esas condiciones, pero el paso siguiente es el que es una perversión y es “o me das la película como yo quiero, o te la quito”. Ese paso es una perversión del consumidor. Yo elijo como consumidor si quiero comprar, por ejemplo, una camisa de 200 euros o de 10, pero lo que no hago es decirle al de la tienda de 200, o me das la camisa de 200 euros por 10, o voy a entrar y me la voy a llevar. Ahí hay una extorsión por chantaje, que está equívoca. Tiendo a creer que esto se puede solucionar a través simplemente de educación, que esto que acabo de decir llegue a la gente, porque ahora mismo no hay ninguna percepción del delito. Creo que con educación poco a poco nos iremos concienciando de que esto no es bueno, porque además no es bueno en una cosa un poco más amplia que es el proveedor de contenido cultural. No tendríamos un García Márquez si nunca le hubiéramos comprado un libro, nunca tendríamos nada porque los proveedores de cultura no podrían vivir de eso. Como yo quiero tener un García Márquez y este tipo de gente, hace falta que García Márquez venda libros. Es así de sencillo. Y para eso necesitamos arreglar eso, y se arreglará de forma regulatoriamente y también desde un punto de vista ético. Tiendo a creer que vamos en esa dirección, en cuyo caso, Internet será algo maravilloso.
En cine es más difícil, porque al final los costes de escribir o de pintar son el tiempo y el talento de alguien, los costes de fabricación del cine son muchísimo más complejos. Implica una financiación mucho mas grande y muchísimas mas personas y unos costes de producción muchísimo mas largos. Es un talento más laborioso. El cine es muy frágil porque es difícil y caro de gestionar. Sobre lo complicado que es hacer una película para los jóvenes que están empezando, desde el punto de vista del productor si te viene un joven con un guión y, por ejemplo, Fernando Trueba con el mismo guion, vas a apoyar a Trueba antes que al otro... Probablemente sí, o probablemente no. Primero, eso no es raro, los nombres son marcas, y esas marcas te generan cosas, entonces es la voluntad o no de los sectores a dar oportunidades al talento nuevo. Pablo Berger es talento nuevo, Bayona es talento nuevo, Alberto Rodriguez es talento relativamente reciente, de los 4 del palmarés de los Goya de este año, de los de toda la vida sólo tenemos a Fernando. Aquí sí tenemos oportunidades, aunque si miras la generación de Bayona, Rodrigo Cortés y los “jóvenes” de ahora, y miras la siguiente generación, en medio hay un vacío, una generación a la que no se le ha dado una oportunidad, probablemente. El numero de cineastas de una edad no permitió que hubiera cineastas de otra edad, pero sin embargo ahora sí que se le ha dado una oportunidad a unos. Son ciclos que tienen los sectores, y creo que en este sector sí se le está dando oportunidad al talento joven. Existen mecanismos específicos que favorecen a los directores noveles. No me sé de cuántas películas que se hacen, cuantas son de noveles, pero hay muchísimas. Hay subvenciones especificas previstas para noveles y productoras que atienden a un mínimo de directores noveles. Creo que se renueva bastante. Pero también hay muchos noveles que hacen una primera pelicula y no se les vuelve a ver... A veces pasa, y pasa por muchas razones distintas. Habría que analizar cada uno de los casos pero puede ser, por ejemplo, que su siguiente guión sea imposible y que él se empecine en que quiere hacer ese guión, y que requiera unos medios que ningún productor tiene y él diga que hasta que no haga esa película no para. Aunque dirigir es una cosa complicada de convertirse en algo constante todos los años, Urbizu para hacer ‘No habrá paz para los malvados’ estuvo casi 9 años sin rodar, y Berger ha estado 8 años con ‘Blancanieves’ hasta que ha sacado el proyecto adelante. Dirigir cine es uno de los oficios más complejos que existen ahora mismo. Gente con muchísimo talento y muy buena, tarda mucho en levantar sus proyectos, y no solo aquí. Sólo hay que ver a Terrence Malick, jaja. Respecto a la escuela, cuéntanos cómo llegas a ser director Un poco por casualidad. Me llaman un mes antes y me proponen entrar a formar parte de los posibles candidatos, que me dijeron que había 105 personas como posibles directores. Lo pensé en un fin de semana, a lo largo del cual se me ocurrieron miles de ideas apasionantes para la escuela y me ilusioné. El lunes les dije que sí, aunque claro, con tantos candidatos malo sería que me tocase a mí jaja. Luego fue todo bastante rápido. Se fue reduciendo el número de candidatos, y en unas 3 semanas me eligieron a mí. ¿Y qué objetivos te has propuesto? Antes de entrar en la escuela, viéndola desde fuera y sin conocerla tenía unos objetivos. Ahora que ya estoy aquí y he visto más cosas tengo otros, además de esos. Los primeros que me puse fueron, lógicamente. Yo estaba en el sector, unir el sector a la escuela. Me gustaría que esto fuera el primer paso de los alumnos en el mundo profesional en vez de su último paso en la vida académica. De modo que cuando rueden un corto, lo que estén haciendo sea rodar una película pequeña, y hacer todos los pasos y procesos que se van a encontrar fuera, todo con una actitud profesional. Queremos sacar la ECAM y meterla en el sector, y meter aquí dentro el sector, ya sea a través de charlas o coloquios…que se paseen por aquí, que se conozcan y convivan. Pero lo que más necesita la ECAM es mejorar su imagen, su marketing y su comunicación. Tiene un plan pedagógico muy bueno, y unos cortos tremendos, 400 selecciones en festivales este año y el 90% de los seleccionados en los Goya están en nuestra oficina de promoción. Tenemos que ser capaces de mejorar la imagen, generar una comunidad, y ponernos en contacto con la industria. En España tenemos multitud de Escuelas de Cine, aunque, en general, parece que sólo se conoce a la ESCAC. ¿A qué crees que se debe esa imagen y en qué crees que hay que igualarles? Tienen esa imagen por dos razones. Un trabajo muy bueno en los últimos años en temas de imagen y comunicación, y porque han tenido una productora propia con la que han producido películas. Yo sin embargo creo que eso tiene sentido hacerlo en BCN pero no aquí, ya que allí hay ayudas regionales y la idea de montar una productora era para aprovechar ayudas regionales además de los medios de la escuela. Aquí yo no voy a hacer eso, porque mi objetivo no es competir con el sector, los futuros empleadores de los alumnos. Quiero ayudar a mis alumnos a que se coloquen ahí fuera. No estoy de acuerdo con la idea de la productora. Además, que aquí no hay ayudas regionales, así que estaría compitiendo con mis futuros empleadores a cambio de nada, por lo que no tendría mucho sentido. Hay muchísimos valores pedagógicos que yo creo que aquí son mejores incluso que en la ESCAC, pero lo que tengo que hacer es aprender a enseñar que los tengo. Desde luego lo que me parece admirable es el trabajo que han hecho en marketing y en su capacidad para generar películas. ¿Son imprescindibles estas escuelas para que los jóvenes lleguen a hacer cine? Pueden llegar de otras maneras, como se ha estado haciendo toda la vida. El cine es un oficio, y como tal se aprende haciéndolo. Lo que creo que dan las escuelas es la formación suficiente como para que tu carrera profesional empiece antes. Es una ingenuidad pensar que van a salir de aquí y van a dirigir una película de 40 millones o van a ser montadores de una película muy buena. Probablemente sean ayudantes de montaje primero. Pero ya tienen el aprendizaje hecho. Entonces creo que el autodidactismo propio de un oficio cuando lo desarrollas ahí fuera, es más lento que si te lo enseñamos antes. Creo que te da un punto de partida mejor. Y por último, ¿que les dirías a estos jóvenes que están empezando, pero temen al ver la situación actual del cine? Les diría que estudiaran y que no pensaran sólo en términos cinematográficos. El cine es contar cosas con imágenes, y eso lo puedes hacer también en más sitios. Yo creo que eso se ha acabado ya. Esa cosa del cine de mirar por encima del hombro a otras cosas audiovisuales creo que ya no se hace, ahora se dirige televisión, series…los mejores guionistas y directores del mundo están escribiendo y dirigiendo series. Ya no es sólo el cine. Es un camino muy duro, pero tienes muchos apoyos. Les diría que mucha paciencia, mucha calma y que estudien cine.
Por Diego Sánchez Izquierdo