'Tres anuncios en las afueras' - Difícil de vender, fácil de comprar
No era necesario que lo fuera, pero lo es de todas formas. 'Tres anuncios en las afueras' es la confirmación de Martin McDonagh tras 'Escondidos en Brujas' y 'Siete psicópatas', dos estupendas películas que sin embargo, por alguna extraña razón, cuesta abrazar tan abiertamente como a un peluche.
A la tercera McDonagh ofrece su filme más completo, más redondo, y posiblemente también, el más achuchable aunque no por ello deje de ser, a su vez, igualmente imperfecto. A pesar de ella misma, en ambos sentidos y con pequeños deslices que no lo son tanto dentro de una obra condenada, por gracia del Señor, a permanecer en nuestra cabeza como aquella escuela de pachachos que no había llamado, para nada, la atención de Homer Simpson.
No es fácil llamar la atención, como tampoco lo es una vida que siempre, continuamente intenta escapar con mayor o menor virulencia a las directrices de los manuales de estilo. Aún más difícil es hacerlo sin que parezca que lo estás haciendo -'La batalla de los sexos' es un buen mal ejemplo de ello-, especialmente si te encuentras al amparo de la Disney del cine independiente norteamericano, también conocida como Fox Searchlight.
Un reparto titular estupendo. Un guión del que emana inteligencia a raudales. Una dirección supeditada a la narración. Y una inercia argumental de cuya deriva uno duda hasta cuando no lo hace, o no es consciente que lo hace. Fiel a la costumbre familiar -su hermano es el autor de 'El irlandés' o 'Calvary'-, McDonagh entreteje géneros, personajes y situaciones de tal manera que el espectador queda descolocado ante, lo dicho, la duda sobre qué, por qué y para qué.
Sobre qué Sr. Cabo trata en realidad esta historia que logra algo tan raro como encantador, irresistiblemente encantador por decirlo de alguna manera: Resultar tan realista como a la vez, increíble. Pero no a la manera de la versión buena de los hermanos Coen, sino a la suya propia y sin que el legado de Fox Searchlight le pese como si les pesa a los que un día fueron "los directores de 'Pequeña Miss Sunshine'". Cuestión de carácter, convicción y autoridad.
¿Es un thriller? ¿O es una comedia? ¿Es un pájaro? ¿O es un hostión? Sobre si el optimismo es un cuento chino o no hay motivos como para preocuparse; sobre si la sociedad es tan imbécil como parece o es la vida tan aburrida que necesita de un achuchón. Esa duda, ese beneficio de la duda que por más que uno quiere vender, es el público el que la tiene que comprar. Ese bendito beneficio de la duda que nos acompaña hasta el The End, lo queramos o no.
Difícil de vender, pero muy fácil de comprar. Porque para desafiar al espectador están las películas como esta 'Tres anuncios en las afueras', ya estén estos tres anuncios en Ebbing, Missouri, o en cualquier otro lugar dónde estén unos Frances McDormand, Woody Harrelson o Sam Rockwell como siempre, en su sitio. Allí dónde no hace falta que les busquemos, que ya son ellos quiénes nos encuentran a nosotros. Amén, y después gloria.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Es de verdad, en serio?
A mí encantó todo: bso, guión, todo... Pero sobre todo las interpretaciones, increíbles en serio.
Como bien dices genial la transformación de Sam Rockwell, de ahí su Oscar tan merecido de anoche a él y a ella a mejor actriz.
Un thriller donde lo que menos importa es la investigación. Una reflexión profunda sobre la ira, la rabia, la venganza y el perdón, que cuando piensas que te va a dar una moraleja profunda o sensible, te da con la suela áspera de un zapato en la cara. Y en general, una genial comedia negra con unos diálogos, situaciones y personajes que rozan la exquisitez. Un reparto donde no hay nadie que no brille y con Frances McDormand y Sam Rockwell teniendo su propio sistema solar.
Sumándole que a nivel técnico, tanto la fotografía, como su BSO como todo lo demás, es también de notable... sólo queda decir que estamos ante una de las películas del año.
Nota: 8'2
Un 9.