'Stuber Express' es lo que cabe esperar de una "buddy movie". Para quién ha nacido ayer o no sabe dónde se ha metido, se trata de un género que se explica a la perfección a través de ejemplos como 'Límite 48 horas', 'Arma letal', 'Huida a medianoche', 'Colegas a la fuerza', 'Hora punta', 'Arma fatal', 'Cuerpos especiales', 'Kiss Kiss Bang Bang', 'Dos buenos tipos'... en fin, que a estas alturas de la película queda hasta ridículo explicar de qué va la película.

Repito, 'Stuber Express' es lo que cabe esperar de una "buddy movie" en la que Dave Bautista y Kumail Nanjiani representan a Dave Bautista y Kumail Nanjiani. Si no le pides peras al olmo es entretenida, incluso podemos considerarla divertida. Pero no deja de ser una "buddy movie" funcional cuya premisa es sólo eso, una premisa cuyo desarrollo se reduce a lo justo y necesario para llegar hasta los 90 minutos de juego (sin descuento).

No es desde luego una película que cuide los detalles, tampoco es necesariamente una película. Por ejemplo, no esperéis nada de Iko Uwais, quién está por estar como también lo está Mira Sorvino. Estar por estar, pero haciendo gracia: Bautista y Nanjiani funcionan como reverso gracioso de los Tom Cruise y Jamie Foxx de 'Collateral', pero a diferencia de la (estupenda) película de Michael Mann, la vida que hay más allá es la nada.

'Stuber Express' es lo que cabe esperar de una "buddy movie". En la salud y en la enfermedad. A favor, su propia ligereza de tan fácil consumo como beber un vaso de agua; en contra, su nula predisposición a convertirse en un referente como los anteriormente citados. A partir de ahí, como a la hora de decidir entre coger el coche, el autobús, el metro, una bicicleta, un monopatín, un taxi, un Uber, un Cabify o lo que sea, incluso ir a pie. Tú mismo.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex