'Slow Horses' (T3) - Tigres de verdad
¿Qué decir que merezca la pena de una tercera temporada de una serie que, en la práctica, es más de lo mismo de lo que le ha hecho llegar a tener una tercera temporada (y una cuarta en camino)? Pues... probablemente, dejando al margen cualquier otro posible calificativo, certificar que mantiene el encanto, el vigor y la efectividad de las dos temporadas anteriores. Que lo mantiene, o que lo supera. Por poder, puede.
Llueve sobre mojado, y a falta de la novedad de su primera temporada nos queda la cotidianidad con Jackson Lamb y los suyos, y con un mundo de espías como nosotros con el que ya empezamos a estar tan familiarizados como lo está la propia 'Slow Horses'. Sobran las presentaciones. Directos al grano, y haciendo valer que la serie, inspirada en la saga escrita por Mick Herron, no está desarrollada temporada a temporada.
Cotidianidad. Familiaridad. También confianza y seguridad. La primera presenta, la segunda asienta y la tercera... confirma. Hay quien dice que la segunda no fue tan redonda como la primera. Por poder, puede. Ambas se rodaron de manera consecutiva, de igual forma que lo han hecho la tercera y la cuarta. Una tercera que, es posible, esté más pulida que la segunda y sea más vibrante que la primera. Por poder... puede.
'Slow Horses' sabe a lo que va, y lo que hace lo hace con confianza y seguridad, también mucha determinación y aplomo. Y como suele ocurrir con cualquier otro thriller británico repleto de giros más o menos logrado, funciona a las mil maravillas. Y con esta ya van tres. Puede que funcione incluso mejor que en sus dos temporadas anteriores. Puede que incluso esté mejor dirigida y cuente con una mejor BSO que las dos anteriores.
Por poder, puede.
Sea como fuere, a la tercera sigue progresando adecuadamente y apuntalando su leyenda sin dar muestras de flaqueza; si acaso, sólo al final de su segundo episodio, con una huida resuelta de manera algo torpe que contrasta con la elegancia general de todo el conjunto. Un conjunto sólido y ágil, por momentos trepidante y siempre intrigante que además no se abandona a las ocurrencias de Jackson Lamb cual Jack Sparrow.
Incluso durante un último episodio algo viciado por su condición televisiva.
Es un trabajo en equipo, un sobresaliente, sólido y generoso trabajo en equipo donde todos aportan y todo está en su sitio que sólo plantea una duda: después de tres temporadas (y una cuarta en camino), ¿hasta cuando resultará creíble que los "caballos lentos" sigan salvando situaciones tan delicadas? Bueno, dos dudas: viendo a Sope Dirisu por ahí, ¿podremos ver "legalmente" la segunda temporada de 'Gangs of London' algún día?
En resumen, la tercera temporada de 'Slow Horses' gustará y convencerá a los que les gustaron las dos anteriores. Y sin duda, también, les dejará con ganas de una cuarta... Fucking losers. My fucking losers.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Que ha sido tan refrescante y estimulante como las anteriores y en líneas generales me ha gustado más que la tercera. Deseando volver a encontrarme en la quinta con este grupo de parias y con un Lamb que en esta ocasión se le ha visto más activo de lo normal entrando al trapo repartiendo algún que otro mamporro y siempre en el momento justo.
Un sarcástico y clorhídrico Lamb que vuelve a destacar por su carencia de filtros regalándonos algunos de los mejores momentos de esta magnífica cuarta temporada que además ha tenido el tino de incorporar a unos villanos de un nivel y calidad como la de un Hugo Weaving y subordinados de lo más interesantes. Y todo esto hay que agradecérselo a unos guionistas a los que hay que seguir animando para que sigan exprimiendo el limón hasta que dé su última gota. Más, por favor.
Un 9.