Hay series que son exactamente lo que parece que son. Es el caso de 'Sentimos las molestias', cuyo título parece que hace referencia a ella misma antes que a su historia, la de dos viejos gruñones a los que dan vida Antonio Resines y Miguel Rellán como si fueran Antonio Resines y Miguel Rellán. Dos "abuelos" que se resisten a que les traten como "abuelos" porque aún se sienten jóvenes.

La realidad es que no lo son. Obvio. Ni ellos, ni la propia serie en lo que bien podríamos definir como una serie de abuelos para abuelos, sin que eso tenga por qué ser peyorativo. No todas las serie tienen por qué ser para todo el mundo, e igual que existe producciones como 'SKAM', existen producciones como 'Sentimos las molestias'. Aunque molestias, lo que se dicen molestias, más bien pocas.

Una serie, lo dicho, de abuelos para abuelos. Sencilla y honesta, humilde y discreta. Una serie mundana y ordinaria centrada en las pequeñas cosas de la vida, y que despliega su premisa con la tranquila complicidad de quien se sabe que no está haciendo nada nuevo, fresco o relevante. Mucho menos algo transgresor o impactante. Es algo simple y meramente simpático, y no más que simpático.

Dicho sea de buena gana y mejor talante. Seis episodios de 25 minutos que se ven y disfrutan con una sonrisa. En total, unos 150 amenos minutos que no le cambiarán la vida a nadie, ni al final de año recordaremos (más que por aquella sonrisa). 'Sentimos las molestias' es poca cosa, pero una poca cosa agradable que cuanto más abuelos nos sintamos, más sentiremos las molestias de su título.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex