No todo está perdido. Tras las debacles de 'Transformers: El último caballero' y '6 en la sombra' parece que hemos recuperado a Michael Bay con 'Ambulance - Plan de huida', una notable muestra del genio de un director que (casi) vuelve a estar a la altura de 'Dolor y dinero' y '13 horas: Los soldados secretos de Bengasi'. Quizá la clave sea el presupuesto, pues no parece casualidad que sus películas sean mejores cuanto menor es su coste. Quizá, porque así Bay no se deja llevar (todavía más) por esos excesos que por otro lado definen su apetito por la destrucción.

Los que le hacen inimitable, y mal que le pese a alguien, también le convierte en un autor; quizá, el más auténtico de cuantos hoy en día dedican su tiempo al cine de acción. 'Ambulance - Plan de huida' es una película de acción con alma, pero sobre todo es una película de Michael Bay. De principio a fin, en lo bueno y en lo malo. Durante cada puto plano o chiste, en cada puta esquina de una ciudad de Los Ángeles en la que Bay nació, y a la que le hace el amor con esta película que además del habitual Bayhem, también cuenta con una historia para dar sentido al caos.

Funcional si se quiere ver así, pero efectiva en manos de interpretes tan eficientes como Jake Gyllenhaal y Yahya Abdul-Mateen II o tan guapas como Eiza González. Como lo es la propia película en manos de Michael Bay, en una especie de 'Speed' con un toque a lo 'Heat' ambientado en la persecución por la autopista de 'Dos policías rebeldes II'. Al igual que con esta, Bay se acaba pasando de las dos horas y al final uno llega a la línea de meta agotado. No es para menos: Bay rueda cada momento con la misma furia desbordante que un toro embistiendo a la desesperada.

En una época en la que la mayoría de este tipo de películas se presentan capadas por meapilas cagones sin personalidad ni credo, 'Ambulance - Plan de huida' es casi un soplo de aire fresco. Cine de acción desbordante de orgullo, tremendamente físico y que no busca prisioneros ni convertirse en una puta saga. Cine de palomitas, Coca-cola y amigos que pertenece tanto a su autor como a su público, y a nadie más. Su nula intención por intentar animar o convencer a los que le odian o le rechazan es quizá lo mejor de esta película; quizá, lo mejor del cine de Michael Bay.

Un tipo de cine de una sola pieza, definido por el movimiento, la virulencia, los drones, el caos, los caprichos y la falta de sutileza. Que vive sobre la pantalla y en su propio mundo de fantasía, pisoteando agujeros de guión y canonizado por la grandilocuencia audiovisual de un Michael Bay que hasta se permite chistes sobre 'La roca'. 'Ambulance - Plan de huida' es la última (buena) trastada de un cineasta que, a sus 57 años, sigue disfrutando de comportarse como ese niño travieso e inmaduro que se quiere a sí mismo más de lo que querrá nunca nada en el mundo.

Para fans:

Para no fans:

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex