'Red One' - S.O.S. Ya es Navidad
"Es tan fácil olvidar la cantidad de ruido que Matrix te mete en la cabeza. Algo más hace el mismo tipo de ruido... Hollywood".
'Red One' es una idea, como todas, potencialmente interesante si encuentras el enfoque adecuado, que alguien ha arrojado a los pies de los caballos de una industria que, como todas, —es el mercado, amigo—, está más preocupada en ganar dinero que en hacer un buen producto. Producto navideño en este caso.
Dwayne Johnson, el director de 'Jumanji', el guionista de 'A todo gas', un cheque en blanco, vocación de franquicia, CGI a punta pala... ¿Qué puede salir mal? En 'Red One' no sale Jack Black, pero le hubiera pegado tanto como a Chris Evans. Uno mira la filmografía de ambos y se pregunta, ¿qué podría salir bien?
Al fondo de la sala alguien levanta la mano, sorprendido. Es el 1 de cada 100 que no entiende que 'Red One' sea el producto que uno espera que sea 'Red One'. Que uno espera, supone, deduce, da por sentado. Es obvio. La costumbre, lo habitual. La experiencia. Olvídalo, Jake; es Hollywood. Es ruido. Es The Rock.
The Rock, en modo "blockbuster"; Evans, en modo "págame". Es Hollywood haciendo contenido antes que negocio o una película. Johnson y Evans las han tenido, y de hecho las tienen. Yo las he visto y las he disfrutado. Me caen bien. Me iría de copas con ambos. Pero creo que al cine, precisamente, como que no.
Oye, ¿y 'Red One' qué tal? ¿Te ha gustado? Bueno, uno parte de lo que ya de antemano consideraba una certeza (ahora probada): lo que de por sí no pinta bien no puede salir del todo mal. Y así es, 'Red One' es lo que es, y vista como lo que es tiene un pase: el que le hemos dado de alguna manera eligiéndola.
O sea, uno, con el pelo pelado, ya sabe a lo que va. Como lo sabe la propia 'Red One', una aparatosa, atolondrada, ruidosa, espurrea e incomprensiblemente supercara gran producción navideña con un exceso macarrónico de CGI que el día después de Reyes acabará en alguna basura sin que nadie la eche de menos.
Así es la Navidad, así es Hollywood: regalos muy vistosos que año tras año uno desenvuelve cada vez con menos entusiasmo y necesidad. Hasta que al fin entiende que lo importante es tener quien te regale unos calcetines y con quien compartir ese consumismo tan barato, superfluo y oportunista como 'Red One'.
¿'Red One'? Sí, 'Red One'. Aunque para esto, ya puestos, me quedo mucho antes con "otros" clásicos navideños recientes como 'El espíritu de la Navidad' o 'La estación de la felicidad'.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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