'Queer' - Descarnado
No he leído la novela original en la que se inspira, pero 'Queer' destila casi en todo momento la impresión de ser una adaptación fallida; relativamente fallida. La impresión de que, de alguna manera, es una aproximación algo superficial a una narrativa más densa y compleja; cuanto menos, a una narrativa que pide a gritos ser algo más densa y compleja para que el film pueda "romperla".
Cosa que no hace, menos aún durante un tercio final que se sumerge en la lisérgica búsqueda del yage. Un tercio final (y un final) que pondrá en apuros a más de un espectador; en especial, a quien con el referente en la cabeza de 'Call Me by Your Name' pretenda encontrarse con algo más... convencional. Luca Guadagnino tiende a no serlo, William S. Burroughs diría que aún menos.
Recuerden, "hay al menos dos cosas que están mal en ese título".
'Queer', por descontado, es una película mucho más desafiante y exigente, aunque por contra también acaba siendo abrumadora y extenuante. Y mucho menos sutil y más superflua de lo que requiere y se pretende. Guadagnino se gusta y regodea en exceso, y el film se estanca insistiendo en lo mismo durante demasiados minutos, cayendo en una morosa y engañosa espesura iterativa.
Y es que 'Queer' acaba siendo un film mucho más estático de lo que gustaría presumir, con un desarrollo y evolución que no terminan de dotar de volumen y/o consistencia a su propia narrativa. Guadagnino desde luego sabe rodar, pero envuelve a la película en una retórica audiovisual pretendidamente poética, melancólica y sombría que antes parece servirse a sí misma que a la causa.
Y es que 'Queer' resulta demasiado modosa y contenida, apagada y sencilla para lo que, de nuevo, está intentando evocar casi en cualquier momento. Se intuyen las intenciones, se aprecia la voluntad; y no se puede decir que Daniel Craig y Drew Starkey no pongan de su parte con la debida exquisitez. Pero 'Queer' ambiciona y se cree más de lo que termina siendo capaz de ser.
¿Y que termina siendo capaz de ser? Una película que vista en conjunto y sobre plano, sin el referente de la novela que la inspira, se siente algo vacía y banal. No necesariamente superficial, pero sí a la que le falta colmillo, profundidad y volumen; incluso algo de pasión y desenfreno. Son más de dos horas demasiado contenidas y redundantes que se hacen largas y pesadas, incluso gratuitas.
No se puede decir que 'Queer' sea un mal film. Lo intenta, a veces lo consigue y cuenta con bondades que aunque algo intermitentes o diluidas, no por ello dejan de dar la cara por ella. Pero la retórica audiovisual que tan buen resultado le dio a Guadalajara en por ejemplo 'Rivales', aquí se presenta como un envoltorio demasiado dilatado que empequeñece y embrutece lo envuelto.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex