'Sonic 3: La película' - La saga que vive y aprende
Disclaimer: La crítica que van a leer a continuación está escrita desde el corazón de un fanático y seguidor del erizo azul que con la objetividad y criterio cinéfilo que yo pueda si quiera a tener. Espero que la disfruten.
Ay, Sonic, Sonic, Sonic. Mi querido Sonic. Más de 30 años han pasado ya desde la primera vez que nos cruzamos. Yo, un pequeño renacuajo merodeando por alguna juguetería, y tú, en una caja blanca con finas líneas negras formando cuadricula -Master System 2 reference-, con mirada desafiante y una sonrisa de confianza. Cuántos buenos momentos me has regalado... y algún que otro disgusto también. ¿Cómo olvidar ese primer tráiler de esa primera gran adaptación al cine de Sonic con ese diseño tan... tan... tan feo? Las cosas, por su nombre. Ese Sonic feo ya es canon en la cultura popular, y hasta la propia Paramount ya se refiere así (Ugly Sonic) a ese diseño, tal y como apareció después en la genialísima 'Chip y Chop: Los guardianes rescatadores' de 2022.
La tan esperadísima adaptación -al menos para mí- de Sonic a la gran pantalla parecía condenada a repetir los pasos del que, a día de hoy, posiblemente siga siendo el peor live action que se haya hecho jamás: 'Dragonball Evolution' (Otra saga que también amo desde chiquito). El drama estaba servido.
Pero algo bonito pasó en aquel momento. Vieron y escucharon. Vivieron y aprendieron. Y, como buenos sabios, rectificaron. Así fue cómo, un tiempo más tarde de lo inicialmente previsto, llegó a nuestros cines SONIC THE HEDGEHOG, o 'Sonic: La película' como la conocemos aquí. Creo que, para sorpresa de muchos, resultó ser una película de lo más simpática y agradable, fácil de ver y disfrutar en cualquier momento sin tener que pensárselo demasiado.
No era una adaptación totalmente fidedigna al universo de Sonic que veníamos viendo en los juegos, pero sí conservaba toda la esencia del personaje. La apuesta no era especialmente arriesgada ni innovadora: una mezcla entre buddy movie y road movie con el personaje de Sonic como eje central. Una mezcla relativamente sencilla, pero que funcionó francamente bien.
Su secuela llegó poco tiempo después, y ahora sí, con esa primera presentación y conexión ya establecida con el público general, era hora de empezar a crear algo más grande, una aventura que conectara todo con muchos más elementos del juego y nuevos personajes. Y así fue. Todo era mejor y más grande, excepto, en mi opinión, el tono en varios momentos de la cinta. Mientras todo era más épico y más autorreferencial, el humor se volvía mucho más infantil. No es que la primera fuese, ni mucho menos, una película con chistes adultos, pero sí que se sentía mucho más familiar. Está claro que el target al que apuntaban, desde luego que no era yo, que ya peino canas – desde hace mucho –, pero sí que se notaba fácilmente una disonancia enorme entre el grueso de la historia principal y los momentos de bailes random (aunque adorables), y sobre todo, los momentos en los que el protagonismo recaía excesivamente en los humanos. En la primera película, teniendo solo a Sonic, el reparto y protagonismo de humanos se sentía con mucho sentido, posiblemente, imprescindible. Sin embargo, en la secuela, en la que ya teníamos a Sonic, Tails y Knuckles, conocidos por todos, y a un villano ya totalmente formado como el mítico Doctor Robotnik, ciertos personajes humanos, por momentos, restaban más que aportaban.
Y llegamos, por fin, a la tercera entrega de la saga: 'Sonic 3: La película', la que fácilmente puedo considerar un gran ejemplo de cómo debe evolucionar una franquicia, al mismo tiempo que sacar pecho de cómo se debe ejecutar un live action. En muchos casos no respetan el material original. En otros, lo respetan tanto que todo suena a un refrito que ya te sabes plano a plano. En otros, vemos cómo intentan replicar la misma receta una y otra vez buscando siempre el éxito que seguramente fue la primera entrega. Pero en 'Sonic 3: La película' tenemos una entrega que ha vivido y aprendiendo con cada nueva propuesta que han ido lanzando. 'Sonic 3: La película' recupera escenas de velocidad que vimos en la primera entrega, pero que se difuminaron en la segunda. Asciende la épica vista en la segunda, que no tuvimos en la primera. Y reduce considerablemente -aunque no elimina por completo- la participación innecesaria de personajes humanos, de igual manera que el tono no llega a ser tan explícitamente infantil. O lo que hay, lo hay en menor medida, o con momentos tan, pero tan delirantes que hasta el adulto más cascarrabias del lugar es difícil que no termine esbozando una sonrisa (te estoy mirando a ti, doble Jim Carrey, volviéndote loco en más de un momento).
'Sonic 3: La película' es también la película que más apuesta por adaptar un arco extraido directamente de los videojuegos. Uno de mis favoritos, por cierto, y de los más queridos por el fandom en general: "Sonic Adventure 2". Importante: adapta, no calca, pues, como he dicho anteriormente, este universo estableció sus propias reglas desde la primera entrega, pero ha ido respetando cada vez más todos los personajes que han ido llegando y el lore que les rodea, como es el caso de la estrella de esta función: Shadow.
El personaje de Shadow y "Sonic Adventure 2" son juegos con un tono un tanto más maduro de lo que uno podría esperar de un juego de Sonic. Sobre todo si nos ubicamos en el tiempo, viniendo de una saga de juegos de plataformas en la maravillosa generación de 16 bits, donde, por muy geniales que fuesen sus juegos -que lo eran y siguen siendo- su historia no era precisamente uno de los puntos fuertes. Pero el paso al 3D con las dos entregas de "Sonic Adventure" nos regalaron una profundidad y carácter a los personajes totalmente inesperados, con momentos no solo épicos, sino también con un tinte dramático, especialmente con la llegada del personaje de Shadow.
Toda esa esencia se recoge perfectamente en esta tercera parte que, diría sin miedo a equivocarme, es la mejor y más equilibrada de las tres. Aunque todavía quedan cositas por mejorar, o más bien, asperezas que limar, todo apunta a que -por suerte- tendremos tiempo de ver si la franquicia sigue este camino de buen hacer, de vivir y aprender.
El final de esta trilogía parece ser el principio de un universo mucho más grande. Y yo, como fan del carismático erizo azul, espero estar ahí para celebrarlo.
Por Álex Martín Fernández
@fenometrix @fenofunkopop
Al grano: si te gustó la primera, y también te gustó la segunda, no hay razón para pensar que no te vaya a gustar la tercera. Más de lo mismo, con más o menos los mismos resultados. 'Sonic 3: La película' es la secuela que cabe esperar que sea dadas las circunstancias. Una película muy resultona para un público que busca poco más que eso, pero que tampoco se conforma con nada menos que eso. Una película muy resultona.
Y 'Sonic 3: La película' lo es tanto como lo fueron las dos anteriores grosso modo, por más que obviamente siga sin ser lo que tampoco pretende ni quiere ni tan siquiera necesita ser: una gran película. Una autoimposición plenamente consciente que utiliza a su/nuestro favor. En vez de avergonzarse de lo que es como otras adaptaciones de videojuegos, lo abraza con alegría y determinación. Con cariño y relajación. Para vosotros, jugadores.
Con ese buen rollo del que sabe que no se trata más que de una película, y de un videojuego. De pasar un buen rato distraído en base a un concepto claro y simple: darle espacio a Sonic para que corra a gusto y a Jim Carrey para que se deje llevar. Con la pragmática y honesta sencillez de los juegos de los 90, siendo que hablamos como hablamos de una tercera entrega que, a grandes rasgos, es un poquito "aún más" que las dos anteriores.
Las adiciones de Shadow, Maria y Gerald Robotnick no suponen un gran salto, por más que le añadan un puntito emocional que puede que no tuvieran las dos anteriores. Puede. Tal vez. Es posible. Como también puede, tal vez, sea posible que las relaciones humanas no sean lo más relevante de la película, como bien demuestra la anecdótica presencia de Krysten Ritter. No deja de ser lo que es; no deja de ser una somanta palos CGI, y a correr.
Y 'Sonic 3: La película' acepta y asume de nuevo como propias las carencias y virtudes de la franquicia, y las potencia sin mayor pretensión que la de ofrecer otro pasatiempo juguetón, con doble de Carrey y a los puntos un poquito más resultón, por alevosía y premeditación, y a la vez igual de emocionante como de desechable. Como sin ir más lejos lo que (parece) suponer echarse una partidita siendo adulto, disfrutar de perder el tiempo.
Aunque sin malgastarlo ni mal invertirlo.
Nota: 6.5