'Hasta los huesos: Bones and All' - Jóvenes ocultos
La última película de Luca Guadagnino es una 'road movie' de corte romántico, de claro contorno adolescente, ecos al cine de Clint Eastwood y reminiscencias a películas de los 80 como 'Los viajeros de la noche' o 'Jóvenes ocultos'. Aunque todo hay que decirlo, con un apunte caníbal en lugar de vampiros.
Una película que después de dos largas horas mareando la perdiz, y haciendo tiempo de más, recurre de malas maneras a Mark Rylance para desatascarse y forzar el relato a llegar a donde era fácil suponer que quería llegar desde que los personajes de Taylor Russell y Timothée Chalamet unen sus caminos.
'Hasta los huesos: Bones and All' se deja ver bajo la apariencia de ser una obra seria y madura -antes que entretenida- siempre a punto de caramelo. Sin embargo, a pesar de sus constantes insinuaciones o amenazas, nunca llega a explotar, manteniendo al mínimo su pretendido y buscado impacto emocional.
Al menos, cuanto menos, cabe agradecerle que, a pesar de lo que pudiera parecer, ni se doblega ni se deja esclavizar por los tics del cine de adolescentes de la época del streaming y el Instagram, siendo una película hecha y derecha y no un producto al que el tiempo, probablemente, mantendrá joven y actual.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex