'Rivales' - Haciendo afición
'Rivales' podría haber sido, a grandes rasgos, una película más sobre deporte que implicase un triángulo amoroso. Lo es. No deja de serlo, pero también es una película de Luca Guadagnino, cuyo nombre aparece en su póster.
A su vez, 'Rivales' podría haber estado protagonizada por unos jóvenes pibones y haber recurrido al erotismo como reclamo (y a la postre sustento). Lo es. No deja de serlo, pero además saben actuar y lo hace de una manera constructiva.
Es, un poco, la idea: construir.
En mi crítica de 'Los que se quedan' comparaba dicha película con un deportista de élite practicando su disciplina deportiva. "Como quien se pone a ver un partido entre Novak Djokovic y Carlos Alcaraz: solo es tenis, y como tal, es lo esperable. Pim, pam, pum. Y uno de los dos gana. Siempre es lo mismo. Así es el deporte", decía en aquel entonces.
'Rivales' es, pero al mismo tiempo no es ese (buen) partido de tenis que no sorprende por una mera cuestión deductiva. Uno puede imaginarse lo que va a suceder, porque el cine, al igual que el tenis o el fútbol, es así. La diferencia respecto a la película de Alexander Payne, al menos la más evidente, es que 'Rivales' después de todo sorprende.
A su manera, claro.
No es tanto el resultado, qué también, como lo disputado que está el partido. O la película, aunque diez minutos menos y no marear tanto la perdiz le hubieran sentado de fábula. Lo uno no quita lo otro, y aunque como la mayor parte de las películas (o deportes) juegue con cartas más o menos marcadas, Guadagnino se las ingenia como para que no lo parezca.
Por algo su nombre aparece en el póster, y como buen cineasta con nombre le pone de su parte para que lo que podría haber sido un melodrama deportivo clásico sea una suerte de melodrama juvenil moderno. De "carismático" melodrama juvenil moderno que, por no alargarnos de más, funciona de igual manera que un buen y disputado partido de tenis.
Hay alguna que otra decisión cuestionable, como el empleo de música electrónica o algunos efectismos visuales tal vez innecesarios. Pero sin ellos 'Rivales' no sería la película que ha resultado ser: una que sorprende, y convence por la forma tan sinuosa y excitante con la que nos presenta una historia evidente de manera ni tan obvia ni tan literal.
¿Esto la convierte en una gran película? Casi, siendo en cualquier caso una obra con personalidad y entidad propia que a pesar de circunscribirse al género deportivo, construye una contundente narrativa que va más allá de la victoria o la derrota. Es esto lo que hace que la película realmente "haga afición": que no juega para ganar, sino que lo hace con ganas.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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Y no lo hace porque utilizando el símil tenístico Rivales se queda en el calentamiento, en ese intercambio de golpes inofensivo en su mayor parte aunque de vez en cuando muestre alguna bola con mala intención, casi siempre de la mano de un O'Connor que se erige el alma de la película sobre la que orbitan con desigual suerte sus compañeros de reparto, su guión se queda en las buenas intenciones deparando tan pocas sorpresas como ver un partido de exhibición y limitándose a cumplir como buen entretenimiento, el que acuda sin muchas expectativas saldrá satisfecho pero el que busque un verdadero drama deportivo igual sale decepcionado.
Pinchando en el cartel del primer mensaje... o directamente aquí https://www.elseptimoarte.net/peliculas/challengers-25813.html