'Los que se quedan' - Por eso son quienes son
Están las que se van, y están las que se quedan.
Están las que sorprenden, y están las que cumplen.
Dominic Sessa interpreta en la película a un joven de 15 años, cuatro años menos de los que tenía cuando la rodó. Podemos decir que se nota tanto como podemos decir que da igual, que da lo mismo. 'Los que se quedan' va de frente, todo lo de frente que por ejemplo puede ir un deportista de élite practicando su disciplina deportiva. Alexander Payne lo es, Paul Giamatti también.
Y 'Los que se quedan' es el evidente fruto de un trabajo (muy) profesional. Una película "de las que cumplen" en virtud a una sinopsis que nos deja a las claras qué esperar de ella. Como quien se pone a ver un partido entre Novak Djokovic y Carlos Alcaraz: Sólo es tenis, y como tal, es lo esperable. Pim, pam, pum. Y uno de los dos gana. Siempre es lo mismo. Así es el deporte.
'Los que se quedan' es como ese (buen) partido de tenis que no sorprende por una mera cuestión deductiva. Uno puede imaginarse lo que va a suceder, porque el cine, al igual que el tenis o el fútbol, es así. Porque cuando como defensa te encara un jugador como Messi o Ronaldo uno ya intuye lo que te van a hacer: Lo mismo que te acaban haciendo. Por eso son quienes son.
Podemos decir que se nota tanto como podemos decir que da igual, que da lo mismo, porque Alexander Payne y Paul Giamatti te la acaban haciendo. Por algo son consumados profesionales de élite, como bien demuestra 'Los que se quedan', una comedia dramática que va creciendo y ganando fuerza de manera progresiva hasta que oponer cualquier resistencia resulta inútil.
Están las que se van, y están las que se quedan.
Están las que sorprenden, y están las que cumplen.
Y 'Los que se quedan' se queda porque cumple, con holgura, como una película a medida de sus ambiciones y de las expectativas que despierta, logrando lo mismo que logran deportistas como Djokovic y Alcaraz: Transformar un simple partido de tenis en un placer, incluso para los que no siguen dicho deporte. Tan simple y sencillo como rematadamente eficaz y satisfactorio.
Por algo son quienes son.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Pues fíjate que cuando vi "Los descendientes" no era consciente de que era del mismo director de "Entre copas". Respecto a Nebraska, no la he visto. No sé si se corresponde al argumento, pero me tiró para atrás que fuera un poco deprimente, y eso que tampoco me di cuenta de que era de Alexander Payne. Lo que me pasó con "Los descendientes" fue que en algún lado leí que era una comedia. El que lo escribió debe de tener un sentido del humor diferente al mío, porque aunque tenga sus momentos, yo no la calificaría así. No es que no me gusten los dramas, pero más bien me transmite amargura. Si ese es el "estilo" Alexander Payne, lo consigue
Pues vamos bien
He buscado su filmografía y he encontrado otra película que he visto de él: "A propósito de Schmidt". Esta sí me gustó pero también la encontré amarga. Es de esas pelis que, aunque te gusten, da pereza volver a verlas por ese poso amargo que dejan. He intentado no utilizar ninguna expresión que se utilizara con el vino, pero no lo he conseguido
Soprano, has descrito perfectamente lo que yo vi en "Los descendientes", así que ya me ha quedado claro qué tipo de películas hace. Teniéndolo en cuenta, quizá le dé una oportunidad a la que se refiere este hilo
Una preciosa historia con mucha sustancia que, como si de Green Book se tratase, nos narra el viaje de descubrimiento personal con la soledad como vehículo de las emociones que condenará a sus antagónicos protagonistas no sólo a intentar entenderse sino, quizá, también a amarse.
Una joya que ojalá llegue lejos en la Copa.
Un 9.