'Intruso' - Una proposición indecente
La última película de Garth Davis poco a poco se va apagando, como ese planeta Tierra marchito y mustio en el que se desarrolla y en el que mucho me temo que no tardaremos en vivir. Es la luz que se desvanece ante el progresivo desinterés en el que nos va sumergiendo. 'Intruso' es un drama romántico enredado en la rutina y monotonía de un relato de ciencia ficción reflexivo que desfallece antes de llegar a despegar por su solemne e intensa falta de pegada y de audacia.
Es, en resumen y en la práctica, una película fallida a la que Saoirse Ronan y Paul Mescal intentan socorrer sin suerte. Ambos intérpretes son sin duda lo más destacable de una película equiparable a tragarse un polvorón entero sin masticar. Una suerte de cruce de andar por casa entre un spin-off de 'Interstellar' y un episodio de 'Electric Dreams' ahogada en una monótona y altanera pretenciosidad que anula cualquier posible alegranza emocional.
'Intruso' es una película estancada y/o atascada en su aparentemente inmóvil reiteración, en una larga, apesadumbrada y a la postre pesada espera hasta un fin que no justifica ni compensa los medios empleados. Castigada por su excesiva gravedad y nulo instinto juguetón, al final lo que subyace es la frustración de las promesas incumplidas, la indiferencia del "¿y qué?" y la antipatía por una película que sentimos nos ha hecho perder el tiempo.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex