La película de 'La Influencia' es, según la versión oficial, una macabra historia sobre el peso de los lazos familiares y la trascendencia de la muerte. Por suerte existe una sinopsis oficial que nos resume aquello que la propia película se muestra incapaz de contar. Si es que quiere contar algo, entre tanto presunto o pretendido golpe de efecto que dejan a la película sin sentido, al público sin reparos para reírle las vergüenzas llegado el momento en el que rezuma el vaso.

Siente la influencia, teme 'La influencia'. Que llegado el momento se transforma en un teme 'La influencia', lamenta 'La influencia'. Es una lástima el desperdicio de medios, reparto y también una novela de Ramsey Campbell que, como ya ocurrió con las de 'Los sin nombre' y 'Segundo nombre', se leen sobre el papel mucho mejor que se ven sobre la pantalla. Es lo difícil de adaptar una "novela psicológica" a un medio, el cine, que tiende hacia el efecto y no a la introspección.

Era difícil, es difícil. Pero aún es más difícil si lo hacemos todavía más difícil. Si algo nos han enseñado, o recordado, más bien, a los seres de frágil memoria o escasa cultura las dos entregas de 'Expediente Warren' dirigidas por James Wan es que los golpes de efecto pueden adornar una historia, pero nunca ser y/o dar forma a una película. Da igual el género, que todas las películas que sobreviven al momento, y a sí mismas, lo hacen a través de una narración.

Por ridícula que pueda ser esta narración, que más ridículo acaba siendo la acumulación infantil de un golpe de efecto tras otro. Una suma, o reiteración de momentos no hacen una película. El terror, el miedo, incluso los sustos tanto en el cine como en el mundo real no son sólo impacto. Susto o muerte, bu!, ah!, pues haber elegido muerte. El impacto por el mero hecho del impacto, gratuito y efectista, es tan hueco y efímero como en apenas un par de momentos, aburrido y pesado.

Siente la influencia, teme 'La influencia'. Una retahíla torpe, caótica y caprichosa de pretendidos sustos, impactos o sucedáneos de marca blanca que ni juntos ni por separado dan lugar a una experiencia digna, ni como barraca de feria ni mucho menos como instigadora de algún tipo de temor. 'La influencia' es una idea, o una suma de ideas invertebradas y desunidas por una narración que obvia un factor fundamental en todo pretendido azote para nuestra psicología.

Aquel famoso gol de Iniesta por separado no es nada. La experiencia hasta llegar a ese momento lo es todo. 'La influencia' no construye ni esa ni ninguna otra experiencia que de valor alguno, acumulando de forma infantil a todos sus jugadores en la línea de ataque. El problema, claro está, es que no queda nadie atrás para que les pase la pelota. Es el efecto por el mero hecho del efecto, el efecto como hueco, vacío y aburrido objeto del deseo. O peor, mucho peor...

... en última instancia, como involuntario objeto de mofa, burla y alguna que otra carcajada comunitaria.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex